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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 08/05/2025 04:38
Dana Plato Ese 8 de mayo de 1999, cuando murió con apenas 34 años, el mundo entero se conmocionó. Es verdad que, para entonces, Dana Plato llevaba mucho tiempo sumergida en el infierno. Y se sabía. Sin embargo, en el imaginario colectivo del público, todavía estaba grabada su sonrisa fresca. Esa con la que interpretaba a la simpática Kimberly Drummond ende la serie Blanco y Negro que se convirtió en un verdadero suceso de los ’80. Y que la catapultó a la fama siendo apenas una niña. “Estoy cansada de defender mi personaje. Soy lo que soy. Lo que ves, es lo que tienes”, había dicho en una entrevista con el New York Post. Nacida el 7 de noviembre de 1964 en Maywood, California, Dana era hija de Linda Strain, una adolescente soltera que para cuando la dio a luz ya estaba criando a un bebé de 18 meses y que no podía hacerse cargo de ella. Así que, al poco tiempo, la niña fue adoptada por el matrimonio compuesto por Dean y Florine Plato, con quienes se instaló en el Valle de San Fernando.California. Y, tras el divorcio de ambos, siguió viviendo con la mujer, a quien apodaban Kay. Fue su madre adoptiva quien la comenzó a llevar a las audiciones para publicidades desde que tenía apenas 7 años. Hizo más de cien comerciales. Y, a los 13, debutó en la pantalla grande con la película Return to Boggy Creek de 1977, a la que le siguieron Exorcist II: The Heretic de 1977 y California Suite de 1978. Pero el trabajo que marcó un antes y un después en su vida fue Different Strokes (Nombre de la serie en inglés), que debutó en 1978 por la cadena NBC y se mantuvo al aire a lo largo de ocho temporadas. La actriz junto a sus compañeros de Banco y Negro La serie intentaba luchar contra los resabios de racismo aún existentes en los Estados Unidos, pero se convirtió en un éxito a nivel internacional. Estaba protagonizada por Gary Coleman y Todd Bridges en los papeles de Arnold y Willis Jackson, dos niños afroamericanos de Harlem que eran adoptados por Phillip Drummond, un ricachón encarnado por Conrad Bain, que a su vez tenía una hija, a la que le daba vida ni más ni menos que Dana. Lo cierto es que, con apenas 14 años, para esa época la actriz ya había empezado a caer en las adicciones. El alcohol, la cocaína y la marihuana se hicieron presentes en su vida cotidiana. Y, de a poco, se apoderaron de su voluntad. A tal punto, que hasta se le hacía difícil poder cumplir con sus obligaciones laborales. Aunque, en pantalla, pocos podían notarlo. Y, fuera de los sets de grabación, casi nadie se animaba a hablar de eso. Pero Dana no era la única. Bridges, que había sido víctima de un mánager pedófilo, también había caído en las drogas. Y, tal vez para acompañarse, la actriz y él comenzaron una relación sentimental que no hizo más que potenciar estos aspectos negativos de sus existencias. De hecho, cuando terminó la serie y ya no tuvo lugar en el mundo del espectáculo, Todd terminó en la cárcel. Dana mantuvo una relación sentimental con Todd Bridges (Grosby Group) En 1984, con 18 años recién cumplidos, Dana quedó embarazada del guitarrista Lanny Lambert. Y, obviamente, en la séptima temporada de la serie no estaba contemplado que la señorita Drummond tuviera un bebé. Así que los guionistas la mandaron de viaje de estudio a Paris. Y, así, su personaje quedó afuera de la historia para siempre. Pero ella estaba feliz con su maternidad. De manera que se casó con el padre de su hijo y trajo al mundo a Tyler, creyendo que ahora sí su vida tendría un sentido. Sin embargo, la actriz no pudo escapar de la depresión. Y a eso se le sumó la falta de trabajo, ya que dados sus problemas de salud nadie quería contratarla. Cuatro años más tarde se divorció. Y, finalmente, perdió la tenencia del pequeño debido a sus adicciones. Pero eso no fue todo: al poco tiempo murió su madre, la única familia que le quedaba. De manera que cayó en un pozo del que nunca salió. Desesperada, aceptó posar desnuda para la revista Playboy, tratando de buscar la manera de volver al ruedo. Y participó de algunas producciones de bajo presupuesto. Pero lo poco que ganó se lo llevó su representante, que desapareció y la dejó en la ruina. Y ella terminó en Las Vegas, trabajando en una lavandería para poder sobrevivir. Pero, obviamente, el dinero no le alcanzaba para solventar sus excesos. Y, en 1991, fue arrestada por robar un videoclub con una pistola de aire comprimido. La actriz fue detenida por robar en Las Vegas (Photo by Kypros/Getty Images) Al ver su nombre en las páginas policiales de los diarios, el animador Wayne Newton pagó una fianza de 13 mil dólares para que Dana pudiera salir en libertad condicional. Pero en 1992, la actriz volvió a pasar treinta días en prisión luego de falsificar una receta para comprar Diazepam. Entonces intentó hacer un tratamiento de rehabilitación. Y volvió a trabajar, solo que en videojuegos y películas porno soft, como Different Strokes: The Story of Jack and Jill...and Jill de 1998. Lo cierto es que nada de esto sirvió para que su realidad mejorara. Ni siquiera, la reaparición de su madre biológica, quien la buscó después de décadas y se reencontró con ella en un estudio de televisión. Tampoco su nueva relación con Robert Menchaca, con quien se fue a vivir a una casa rodante. Porque, en lo más profundo de su corazón, ella se seguía sintiendo vacía. Después de que una compañera de cuarto, Jennifer Wejbe, saliera a defenestrarla en los medios hablando de sus adicciones y de su modo de vida marginal en marzo de 1999, Dana intentó defenderse yendo al programa de radio de Howard Stern dos meses más tarde, más exactamente, el 7 de mayo de ese año. Pero la jugada le salió mal, ya que nadie le creyó que ya no consumía. Y los mensajes de los oyentes fueron despiadados. Y terminó saliendo del estudio en medio de un ataque de llanto. Dana murió el 8 de mayo de 1999 Al día siguiente, la actriz salió de viaje con su pareja rumbo a Los Ángeles, pero tras una breve parada en la casa de la madre de él apareció muerta en su cama. La autopsia determinó que había consumido calmantes y un fuerte relajante muscular. Y su fallecimiento fue calificado como un suicidio. Entonces se deslizaron responsabilidades hacia uno y otro lado. Pero lo concreto es que Dana decidió ponerle un punto final a su sufrimiento de la peor manera.
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