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Parana » AIM Digital
Fecha: 19/08/2025 11:05
La muerte súbita es un evento inesperado y potencialmente mortal que puede ocurrir en cualquier momento y lugar. Por eso, es fundamental estar preparados para actuar ante esta emergencia a tiempo dependiente, reconocer los síntomas y conocer los pasos de la cadena de vida. “Se trata de una muerte de causa cardíaca que ocurre dentro de la primera hora del inicio de los síntomas. Puede presentarse en personas con o sin diagnóstico previo de enfermedad cardíaca y, en más del 50 por ciento de los casos en Argentina, sucede fuera del ámbito hospitalario”, explica la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de Ospedyc. Las principales afecciones cardíacas asociadas son: cardiopatía isquémica, miocardiopatías (hipertrófica, dilatada), trastornos de conducción, valvulopatías y cardiopatías congénitas. También puede deberse a causas no cardíacas como embolismo pulmonar masivo, rotura de aneurismas o disección aórtica. En todos los casos, el cuadro clínico puede conducir a un paro cardíaco que, sin atención inmediata, resulta irreversible. Reconocer los signos de alarma puede marcar la diferencia. El dolor o presión en el pecho, la dificultad para respirar, los mareos, la pérdida de conciencia, las palpitaciones o arritmias y la sudoración excesiva son síntomas que no deben subestimarse. Ante esta emergencia, es importante activar la cadena de la vida. “La cadena de vida es la secuencia de acciones que aumentan las chances de supervivencia ante un paro cardíaco. Comienza con el reconocimiento de los síntomas y la activación del sistema de emergencias, continúa con una RCP de alta calidad (compresiones torácicas efectivas, aseguramiento de la vía aérea y ventilaciones), sigue con la desfibrilación temprana mediante el uso de un Desfibrilador Automático Externo y finaliza con la atención médica avanzada”, comenta la Dra. El Haj. Aprender RCP es una herramienta simple y fundamental para salvar vidas. Conocer la ubicación de los DEA y saber utilizarlos también puede hacer la diferencia. Por eso, es importante fomentar la capacitación en RCP y uso de DEA en toda la comunidad. En relación a la RCP las maniobras a realizar son: 1. Sin ponerte en riesgo, ubicá a la persona en el piso boca arriba, asegurándote de que no haya obstrucción de la vía aérea. 2. De rodillas y de manera perpendicular a la persona, posicioná la base de una mano en el centro del pecho y la otra mano encima de la primera. 3. Con los brazos firmes y los hombros sobre el nivel de las manos, realizá compresiones de unos 5 cm de profundidad (100 por minuto) dejando que el tórax vuelva a su posición normal entre una y otra comprensión, de ser posible utilizá un DEA. 4. Continuá realizando las compresiones sin interrupciones hasta que llegue el servicio de emergencias médicas y comience a practicar resucitación cardiopulmonar avanzada y cardiodesfibrilación. En el caso de la RCP pediátrica : 1. Verificá si no hay obstrucción de la vía aérea. 2. Iniciá compresiones con la misma frecuencia que en los adultos, verificando que el tórax descienda 1 a 3 cm de su altura. 3. La posición de las manos en el tórax varía según la edad del niño; debes colocar los dedos índice y medio en el centro del esternón, entre los pezones, o con ambos pulgares y en niños más grandes puede requerir compresiones con toda la mano. 4. Aplicá 2 insuflaciones de 1 segundo cada una, apenas soplando, que eleven el pecho del bebé. 5. Alterná 30 compresiones y 2 insuflaciones hasta que llegue la ambulancia. 6. En el momento que se consiga el DEA, un segundo operador debe conectarlo a la víctima sin dejar de hacer compresiones e insuflaciones. Una vez que el dispositivo esté conectado nos indicará en qué momento dejar de realizar las compresiones y cuando retomarlas. En ambos casos, deben realizarse dichas maniobras hasta el arribo de la ambulancia. “La muerte súbita no siempre se puede evitar, pero actuar a tiempo puede marcar la diferencia. Una respuesta rápida y la capacitación comunitaria son pilares fundamentales para mejorar la sobrevida. Estar preparados salva vidas”, concluye la Dra. El Haj.
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