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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 02/11/2025 19:51
El proyecto de reforma tributaria que elabora el equipo económico del presidente Javier Milei no contempla la eliminación de los derechos de exportación agropecuarios. Domingo, 2 de Noviembre de 2025, 17:49 Redacción EL ARGENTINO Apropiarse del capital de trabajo del sector agroindustrial equivale a sembrar las condiciones para futuras restricciones cambiarias. Tarde o temprano, el gobierno se ve obligado a tomar medidas desesperadas que, acumuladas, derivan en crisis macroeconómicas. La historia argentina lo demuestra. Hace apenas semanas, el Ejecutivo pidió a las agroexportadoras un adelanto de 7000 millones de dólares para evitar un colapso. Ese pedido, realizado en domingo y en tono urgente, debería haber sido suficiente para revisar el esquema tributario. Sin embargo, el nuevo proyecto no incluye cambios sustanciales en ese sentido. En los próximos días se multiplicarán los análisis sobre la reforma tributaria y sus supuestos beneficios. Pero mientras la principal “fábrica” de divisas del país siga operando a media máquina, los problemas cambiarios persistirán. El agro necesita condiciones reales para producir y exportar, no discursos vacíos. La decisión de mantener las retenciones refleja una lógica compartida por los últimos cinco gobiernos: evitar sincerar el tipo de cambio. Reconocer el verdadero valor del dólar implicaría aceptar que Argentina es un país pobre. Pero el problema no es ser pobre, sino pretender disimularlo a costa de la dignidad productiva. Mientras países vecinos apuestan por la productividad y las exportaciones, Argentina sigue buscando a quién “manguearle” dinero. Es una actitud que frena el desarrollo y posterga cualquier posibilidad de crecimiento genuino. El contraste regional es evidente. Venado Tuerto, en Santa Fe, pasó de 75.929 habitantes en 2010 a unos 82.000 en la actualidad. Sorriso, en Mato Grosso (Brasil), su equivalente agrícola, creció de 44.281 a más de 121.000 en el mismo período. No es casualidad: los municipios brasileños con mayor PBI per cápita son aquellos donde predomina la actividad agrícola. Más allá del entusiasmo electoral y el respaldo internacional, si un gobierno que se define como “libertario” decide seguir apropiándose del capital del sector productivo, la historia de crisis recurrentes continuará. Cambiarán los nombres y los discursos, pero no el fondo del problema. La reforma tributaria, tal como está planteada, deja afuera al campo. Y sin campo, no hay divisas. Sin divisas, no hay estabilidad. Es una ecuación que Argentina ya conoce, pero que parece dispuesta a repetir. (Fuente: Bichos de Campo)
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