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» Diario Cordoba
Fecha: 03/05/2025 11:55
Cientos, tal vez miles, de personas pasaban junto a ellas cada día, pero no fue hasta la última década del pasado siglo cuando los cordobeses fueron conscientes de que estaban paseando junto a tumbas. Hoy en día, a la vista de todos, pueden pasar desapercibidas en el ajetreo diario y entre el entramado urbano que rodea a los impresionantes restos de las construcciones funerarias romanas más importantes de Córdoba. Todavía ahora, cuando se encuentran bien expuestas a quienes reparan en ellas y en su valor histórico, hay quienes se topan con ellas por azar: "Los vimos sin tenerlo anotado", comenta un visitante. No es un monumento que figure en las listas de puntos de interés de los turistas, entre otras cosas, porque escapan a los paseos por la Judería y se adentran ya en el centro comercial de la ciudad. A la luz Unas catas arqueológicas en 1993 sacaron a la luz las inusuales infraestructuras tan presentes, desde entonces, en el día a día de los cordobeses. Y los historiadores, en investigaciones posteriores, concluyeron que las construcciones eran un reflejo de la capital del imperio, Roma, en la colonia patricia de Córdoba. Por esta razón, el aspecto que presentan es inusual en la Península Ibérica, probablemente diseñado por un arquitecto itálico. Fueron el resultado de un proceso de monumentalización de las necrópolis cordobesas, comenzada en la época de Augusto y potenciada, hasta alcanzar su apogeo, en tiempos de Tiberio. Datan del siglo I d.C. y, tras ser descubiertas, estas tumbas pasaron a conocerse como los Mausoleos romanos de Puerta Gallegos, donde se ubican. Visitantes ante los mausoleos romanos de la Puerta Gallegos. / A.J.González Una ubicación privilegiada Con trece metros de diámetro y un estilo inusual inspirado en el colosal mausoleo de Augusto, estas edificaciones fueron levantadas, a propósito, junto a una de las vías más importantes que pasaban por la colonia, la que conectaba Córdoba con Sevilla por la derecha del río Guadalquivir. Esa ubicación privilegiada, tan cerca de la vía, hacía a los mausoleos participar de la imagen de la ciudad. Por lo tanto, los investigadores llegaron a la conclusión de que, en ellos, debió enterrarse a los familiares de un importante sector de la sociedad romana cordobesa. Vista de la exposición interior del Mausoleo romano de Córdoba. / Córdoba Sin embargo, a pesar de la relevancia que pudieron albergar, los mausoleos romanos de Puerta Gallegos tuvieron corto recorrido. El barrio que había surgido fuera de las murallas de la ciudad empezó a crecer un siglo después: florecieron comercios y la vida doméstica emergió en los alrededores, haciendo que estas tumbas pasaran a un segundo plano. Algo parecido a lo que ocurre en la actualidad.
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