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Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 27/03/2025 01:05
Braian Cristian Godoy, de 29 años, oriundo de Rafael Calzada y condenado por abuso sexual, fue allanado en su celda del penal de Olmos en la madrugada de este miércoles. La Justicia lo acusa de un truco cobarde, de cierta perversión: engañar a una niña de 14 años y a sus amigas para hacerlas posar semidesnudas y quedarse con las imágenes bajo la excusa de ser el directivo de una marca de ropa. No solo eso. Tras apoderarse de sus cuentas de Instagram, se hacía pasar por las menores, para luego contactar a otras y así convencerlas para repetir el ciclo y sumar víctimas. En su teléfono, que fue abierto en su celda frente al fiscal del caso, Daniel Ichazo, la División Cibercrimen de la Departamental Berazategui de la Policía Bonaerense encontró 20 cuentas de diversas menores vinculadas al aparato. La historia se pone peor. El truco de Godoy, según la acusación en su contra, desciende al inmoral pozo de la pornoextorsión a menores. “No solo quedaba en las imágenes, también les cobraban para hacerles un supuesto carnet de modelo y mandarles la ropa interior que nunca llegaba. Al ver que las prendas no aparecían y luego de pagar el envío, las víctimas comenzaban a reclamar y es allí donde llegaba la extorsión”, aseguró un investigador del caso. La novia y la amante Dos mujeres fueron también allanadas y detenidas en el marco de la causa. Eran, según los investigadores, la novia y la amante de Godoy. No se conocían entre sí, ninguna sabía de la existencia de la otra. Se las acusa de ser, básicamente, las cajeras de la pornoextorsión. Las sospechas de los detectives que las niñas les enviaban la plata a las mujeres ahora detenidas. La causa, que comenzó a ser investigada este año, fue iniciada tras la denuncia de una de las víctimas, de 14 años y oriunda de Berazategui. La adolescente entregó una serie de chats con quien sería el abusador condenado y preso. El envío de la ropa interior salía 5 mil pesos. El supuesto “carnet de modelo”, otros 15 mil. “Bella”, le decía a su víctima, una y otra vez. “Excelente elección, bella”, le respondió a la niña luego de que le enviara una plancha de fotos de lencería femenina. La modalidad era así: la víctima marcaba la ropa que más le agradaba. “De cada prenda necesito tres fotos”, respondía el abusador. Hasta le daba directivas: “Si podés hacerla con un fondo blanco, genia, y yo me encargo de toda la edición. ¿Entendés, bella?”. La víctima respondía: “Sí, sí. Dale, dale”. Quien sería Godoy no perdía el tiempo. Les pedía sus datos completos, nombre y apellido, y dirección para coordinar el envío de la lencería. “Tenés dos días para hacer las fotos. Te paso el alias de la chica del reparto, así abonás”. Así, el fiscal Ichazo acusó a Godoy de un rosario de delitos: captación por medios tecnológicos de menor de edad con fines sexuales, corrupción de menores agravada, estafa, extorsión por chantaje y producción de imágenes de menores de 18 años en actividades sexuales. ¿Qué hacía Godoy con todo este material sexual? Por lo pronto, se desconoce. Es que los investigadores no probaron hasta el momento la distribución de las fotos a terceros.
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