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  • Luis Juez apuntó al peronismo por la protesta con barra bravas y trazó un paralelo entre el PRO en CABA y la Formosa de Gildo Insfrán

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 16/03/2025 03:17

    Las principales definiciones de Luis Juez en diálogo con Infobae “Cuando el peronismo no gobierna, se vuelve destituyente, y son salvajes”. Desde su despacho en el Senado de la Nación, Luis Juez no tiene dudas: lo ocurrido la semana pasada en los alrededores del Congreso es una señal de alerta. La protesta contra el Gobierno, en la que participaron barras bravas, piqueteros y sindicalistas, derivó en hechos de violencia que, según el legislador, son parte de una estrategia de desestabilización. “Esto fue un caos, con un nivel de violencia exagerada, explícita”, advirtió. Juez no solo apuntó contra el peronismo. En esta entrevista, también criticó el presente del PRO de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires, al que compara con la Formosa de Gildo Insfrán, y reveló que le pidió al Gobierno retirar el pliego de Manuel García Mansilla para la Corte Suprema, advirtiendo que una derrota en el Senado podría derivar en un choque de poderes. La entrevista de Facundo Chaves al senador Juez en su despacho del tercer piso de la Cámara alta Para Luis Juez, la situación dentro de la oposición es preocupante. Mientras el gobierno de Javier Milei enfrenta desafíos en el Congreso y en el control de la calle, la interna entre La Libertad Avanza y el PRO amenaza con debilitar aún más la coalición que llevó al libertario al poder. “Hoy el PRO parece más un partido vecinal que un partido que gobernó la Argentina”, dispara el senador, sin rodeos. Juez considera que la conducción del macrismo está atrapada en una lógica de disputa alejada de la construcción política a nivel nacional. “Hay una mirada porteñocéntrica que fastidia, que irrita, que enoja. Una mirada unitaria horrible. Pareciera que todos los problemas son los de la Capital Federal. ¿Y el resto?”, cuestionó, dejando en claro su malestar con el enfoque del PRO. Y trazó un paralelo que, admitió, traerá polémica: “Si está mal lo de Gildo Insfrán (en Formosa) y lo de Gerardo Zamora (en Santiago del Estero), si estamos en contra de las monarquías provinciales, entonces también tenés que entender que alguien te va a venir a disputar, después de tantos años en la Ciudad de Buenos Aires”, señaló. También confirmó su intención de volver a competir como el candidato a gobernador de Córdoba de Milei: “Se me ocurrió decir que si al presidente le va bien y yo tengo una cuarta oportunidad para pelear en Córdoba, me gustaría hacerlo con él y se armó quilombo, porque ya me vuelvo competitivo”. Luis Juez y Javier Milei, en una de las reuniones que mantuvo en la Quinta de Olivos La entrevista a Luis Juez – Le pido una reflexión sobre lo que pasó esta semana en los alrededores del Congreso. Hechos de mucha violencia en medio de una manifestación contra el Gobierno. - A nosotros nos agarró acá. Esto fue un caos, con un nivel de violencia exagerada, explícita. Tipos que no venían a dialogar, ni venían a plantear ninguna reivindicación previsional, sino que venían a hacer daño. Esto pasa cuando les das banderas a sectores que claramente las terminan bastardeando. ¿A quién se le ocurre que la barra brava va a venir a pelear por la jubilación de nuestros viejos? Vinieron a hacer quilombo y esto es preocupante. El Gobierno tiene que tomar nota porque esto se va a repetir. – Lo singular de esta protesta fue la participación de barras de fútbol junto a piqueteros y sindicalistas ¿Para usted quién estuvo detrás de esto? - Durante este último año el Estado recuperó el manejo de la calle y fue planteando reglas de juego. Algunos sectores acostumbrados a los desmanes públicos, como los piqueteros y las organizaciones de izquierda, fueron perdiendo protagonismo con banderas que le eran muy propias. Lo vengo diciendo: se van a ir sumando grupos piqueteros, sectores de izquierda, sectores mucho más revoltosos hasta que el peronismo logre tener alguna conducción de liderazgo. Vengo diciéndolo, y por Dios ojalá me equivoque porque me encantaría que me vengas a hacer una nota a vos y yo pedirte disculpas, pero esto va a terminar con muertos en la calle. Esto lo van a hacer y vos vas a decir “Pero Juez”. Esto pasó con Kosteki y Santillán. Cuando el peronismo no gobierna, se vuelve destituyente, y son salvajes. Lo son para con ellos mismos, imaginate para con un gobierno que no es de su signo político. Lo que pasó fue un preaviso de lo que creo que va a venir, lamentablemente. – ¿Y qué piensa del Gobierno? ¿Cómo debería enfrentar este desafío la Casa Rosada? - Tengo una hermosa amistad con el presidente y no me privo de decir lo que me viene a la cabeza, porque le he dicho a él que mi forma de honrar la amistad que tenemos es decirle con sinceridad lo que pienso. Creo que esto se va a recrudecer porque hay una necesidad de lastimar enormemente al Gobierno en momentos muy complejos, entonces va a haber que estar muy atento. Hay un componente de extrema ideologización, en un momento complicado. La gente está aguantando el proceso, la gente está viendo que la economía se empieza a acomodar en algunas cuestiones. Los números de la inflación se empiezan a hacer un poco más racionales, los precios no se disparan como se disparaban. Pero la dirigencia política no va a aguantar, y mucho menos en un año electoral. Marcha de jubilados con el apoyo de barras, la campora y la izquierda en el Congreso (foto AFP) – ¿Corre riesgos el Gobierno de perder las elecciones si estas situaciones se siguen repitiendo? - No creo. Pero hay que decir que si a Milei le va mal, no es que va a volver Juntos por el Cambio. Si a Milei le va mal, lo que viene es lo peor del peronismo, el más radicalizado, el más fanatizado, el más ideologizado, el más desenfrenado. Hace cuatro años decían “Volvemos y volvemos mejor” y volvieron peor que nunca. Esta es la gran discusión que tengo con muchos dirigentes de Juntos por el Cambio. “Muchachos, si Milei es presidente, es porque Juntos por el Cambio la chocó toda, claramente”. Milei es un tipo que vino fuera del sistema para quedarse con lo que naturalmente le correspondía a Juntos por el Cambio, que era la posibilidad de mostrar un segundo mandato. Las internas feroces terminaron poniendo a un outsider en la Casa Rosada. Si no nos hacemos cargo y no tenemos una profunda autocrítica, no vamos a saber interpretar lo que pasa. El peronismo encuentra interlocutores: ahora son los barrabravas, después serán los piqueteros, los grupos de izquierda, después la CGT. – Además de los episodios de violencia en la calle, en la Cámara de Diputados se vieron peleas entre diputados del oficialismo, a los golpes, se tiraron un vaso de agua en la cara. - ¿Y eso a quién le vamos a echar la culpa? Puedo decir que con la experiencia de 40 años militando en el territorio, en la calle, eso fue un acto de vandalismo, de provocación y de destrozos del mobiliario urbano claramente ordenado. Ahora, lo que pasó adentro de la Cámara de Diputados ¿a quién le van a echar la culpa? Aparte también eso como un disparador para justificar la violencia de la calle. Va a haber que ordenar eso, sin temor y con conducción y liderazgo. Escándalo en la sesion de Diputados – ¿Falta conducción en La Libertad Avanza? - No tengo ninguna duda. ¡Viva la libertad, carajo! Bárbaro, te lo firmo, pero hay que conducir. No es que vos hace cualquier cosa, eso no le sirve al Presidente, ni le sirve al plan de gobierno. No está permitido hacer cualquier cosa, no está permitido en nombre de la libertad destruir un proceso institucional, político, una plataforma de gobierno. Esto es el ABC. Si sos lo nuevo y tenés la conducta de lo peor de lo viejo, eso cae muy mal y eso también hay que decirlo. Ahí hay que tener una conducción férrea, una autoridad. Tenés que juntar a la gente y decirle “esto es así”. Si les gusta, bárbaro. Y si no les gusta, ahí está la puerta, váyanse afuera, no me jodan, no den motivos para que los violentos me lleven puesta la gestión. – ¿Esta reflexión le cabe a Milei? - A todos. Ahora el presidente no puede estar en eso. No le podés pedir al Presidente que vaya a decirle a los diputados de su espacio político cómo deben comportarse. No puede venir el presidente al Senado de la Nación a decirle a sus seis senadores y a la vicepresidenta cómo espera que actúen. No está para eso. Hay que entender que el peronismo está agazapado ahí, está atrás del árbol esperando que trastabillen para morder la yugular. No conocer esto y no conocer la historia de la Argentina es un acto de ignorancia histórico, imposible de perdonar, de admitir. No se puede subestimar la historia, ni subestimar a tipos a los que no les importa nada, que no tienen ningún freno ético, que van a ir por el poder. Generaron un precedente, que no sé si han tomado nota de lo pasó el miércoles en la Cámara de Diputados. Pero el peronismo ha tomado nota claramente y esto lo van a empezar a exponer. Por eso digo: hay que animarse a conducir. Luis Juez y Mauricio Macri – Otro actor político que lo acaba de nombrar es Macri. La Libertad Avanza y el PRO está en una situación de mucha tensión y Macri está planteando diferencias y está tomando distancia. ¿Qué piensa de eso? - Que no es bueno. Se lo he dicho al presidente Macri. Este es un momento para estar al lado del presidente Milei, para acompañarlo. ¿A cambio de qué? De nada. ¿Pidiendo qué? Nada. Para acompañarlo con una hoja de ruta, desde la experiencia, para acompañarlo desde la veteranía, de los moretones y los magullones, para decir “esto yo ya lo hice y me salió mal”. No es un momento para andar zamarreando a quien tiene la lapicera. Es un momento para estar, porque nuestro electorado está con Milei. Este es un momento para acompañar y sostener el Presidente, no es un momento para especular, ni sacarle factura. – ¿Macri está teniendo esa generosidad? - Yo veo que hemos entrado en un cono de disputa, de pelea. Hoy el PRO parece más un partido vecinal que un partido que gobernó la Argentina. – A ver. ¿Un partido vecinal? - Sí, claro. Hay un una mirada porteñocéntrica que fastidia, que irrita, que enoja. Una mirada unitaria horrible. Pareciera que todos los problemas son los de la Capital Federal. Si resolvemos lo de Capital Federal, lo demás se acomoda. ¿Y el resto? Te lo dice un dirigente de Córdoba que hace 40 años que hace política en el territorio. Con lo que digo me voy a meter en un quilombo, pero en esta nota no pretendo quedar bien con nadie: si está mal lo de Gildo Insfrán y lo de Gerardo Zamora, si estamos en contra de las monarquías provinciales, entonces también tenés que entender que alguien te va a venir a disputar, después de tantos años en la ciudad de Buenos Aires, es lógico que así sea. ¿O vamos a hacer como hacen los peronistas, como en Córdoba, que han escriturado la provincia? Que van a la Escribanía General de Gobierno y dicen “esta provincia es para el PJ”. Llevan 28 años en el gobierno. Lo que está mal, está mal. Para Gildo Insfrán, está mal para Zamora, está mal para Llaryora, De la Sota y Schiaretti. No puede ser que la pelea sea por la aldea... Y por la aldea doy la vida. Esta pelea por espacio, por discusiones, concentrada exclusivamente en la Ciudad de Buenos Aires puede llegar a traer consecuencias nefastas en el resto de la Argentina. Y no es que se vota solamente en la Capital Federal, acá se eligen legisladores del distrito, pero la elección de medio término es en toda la Argentina. Entonces, es una pelea exagerada, exacerbada, inútil e infructífera en la Capital Federal puede generar heridas de impredecibles consecuencias en el interior de la Argentina, particularmente entre dos partidos que disputan el mismo electorado. – ¿Y en esa lógica, quién debería ceder? - Macri tiene que ponerse en un lugar donde no se puso nunca a nadie. Un presidente de la Argentina se tiene que poner en el lugar que te da la veteranía, de haber sido el único presidente no peronista que terminó un mandato. Yo me pondría en ese lugar, lo digo con todo respeto y lo haría a partir de una profunda autocrítica. Se lo he dicho a Mauricio, por eso te lo puedo decir a vos, porque yo no ando con secretos. Le he dicho a Mauricio “escribiste un libro que decía Segundo Tiempo y te quedaste en el vestuario”. Milei hoy es el producto de nuestro fracaso. No podemos augurarle a un presidente que tiene menos experiencia que la que teníamos nosotros, que pase por los mismos momentos que pasamos nosotros, porque sabemos, son de infinita angustia. – Abordemos las cuestiones del Senado. Milei envió por DNU el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y ahora tiene que ser discutido en la Bicameral. ¿Qué opinión tiene y qué debería hacer el Congreso? - Esto tiene que ver con la terrible hipocresía que tiene la política. Cuando el gobierno de Alberto Fernández tenía que suscribir un acuerdo con el Fondo, como el kirchnerismo no lo quería hacer, Máximo dijo “vamos a poner una ley para que estén obligados a pasar por el Parlamento”, con una interpretación muy caprichosa sobre cuáles son las facultades del Gobierno y las del Congreso. ¿Tengo posibilidades de tomar un café con Kristalina Georgieva y arreglar con el Fondo Monetario? Eso lo hace el presidente, son facultades indelegables, el Parlamento mira la deuda externa y arregla esas cuestiones. Esa ley el kirchnerismo la sacó para joderle la vida a Alberto Fernández. Desde el año 1956 tenemos convenios con el Fondo Monetario Internacional, con lo cual, que pase por el Parlamento es un requisito nuestro, no de ellos. Para los gringos del FMI, el acuerdo ya lo tenemos, es operativo. Nosotros nos entrampamos a partir de esa ley porque Cristina, que era la vicepresidenta, le dio la orden a los senadores kirchneristas que votaran en contra del acuerdo. Lo cierto es que vamos a tener un problema ahí porque están cuestionando el instrumento, porque dicen que por DNU no se puede, que habría que mandar una ley. Pero hay que decir que si el DNU pasa por el Congreso se convierte en una ley. Este es un gobierno que tiene una debilidad parlamentaria importante, con lo cual claramente yo visibilizo en esos temas algunas dificultades que se van a empezar a expresar. – Son dificultades que se expresan en un contexto en el que, por ejemplo, se ve lo que se vio de diputados peleándose y dándose trompadas. - Y algunos que estaban a las piñas integran la Comisión Bicameral de Seguimiento de los DNU. ¿Cómo se llama al orden? ¿Cómo hacés si tenés que pedir que te acompañen? Por eso hay que conducir y no hay que tenerle miedo a la conducción. – Ahora déjeme preguntarle respecto al DNU, ¿usted lo va a votar en la Comisión Bicameral? - Sí, lo voy a votar porque es el mismo instrumento que le di al inútil de Alberto Fernández. Es un instrumento de gobierno. Quiero escuchar a senadores opositores del radicalismo, que en aquel momento decían “hay que votar el acuerdo con el Fondo Monetario porque el país va a entrar en una situación complicada”. Vamos a ver ahora cuando empiecen con las formas, cuando digan que “no es un DNU”. ¿Qué estamos discutiendo? Por una forma podemos realmente poner bajo zozobra al país, si sabemos que el Gobierno necesita hoy de una entrada de dólares frescos para empezar a liberar el cepo y tomar algunas determinaciones, en un tema que hay que reconocer, el gobierno que ha actuado con mucha inteligencia. Parecía que era imposible reducir la inflación, contener el gasto público, lograr un equilibrio fiscal, y la verdad que en eso el Gobierno ha logrado altísimas notas. – El otro tema parlamentario fundamental es el de los jueces de la Corte. ¿Qué va a pasar con los pliegos de Ariel Lijo y de Manuel García Mansilla? - Eso también es una canallada. Esto no lo dije antes: le he sugerido al gobierno que retiren el pliego de García Mansilla. Le dije que lo retiran, si ya García Mansilla es ministro de la Corte en comisión hasta diciembre, ¿cuál sería el motivo de mantener un pliego acá si quieren llevarlo al recinto para voltearlo? La verdad es que vamos a entrar en una cuestión de conflicto institucional, porque les guste o no les guste, García Mansilla ya es ministro de la Corte. Le tomaron juramento y su forma de entrar fue por el otro camino que establece la Constitución a través de un decreto simple. ¿Qué pasaría si el Senado decidiera rechazarle el pliego a García Mansilla después que la Corte le tomó por otra vía juramento, por otra vía tan constitucional como esta? Entraríamos en una cuestión de conflicto de poderes donde también generaría una situación de incertidumbre jurídica. ¿Qué pasaría con las sentencias y las resoluciones que firme García Mansilla? Algunos lo podrían atacar de irregular porque no completó la manda constitucional que establece la Constitución, pasando por el Senado. Yo ya dije cómo la veo y tengo la obligación de decir qué haría para ayudar a que no tengan un problema. – El peronismo en el Senado, que tiene 34 votos sobre 72, ¿está en contra de García Mansilla y de Ariel Lijo porque está en contra de los jueces o porque quiere lastimar al gobierno? - El peronismo nunca te va a dar nada por nada, si te dan la mano y te chorean un dedo los negros. Ellos se quieren sentar a discutir el procurador, quieren meter algún ministro o alguna ministra en la Corte, quieren quedarse con algunos jueces federales. Pero hay que sentarse a discutir. También hay que tener cintura para discutir. Si no tenés mayoría parlamentaria, la tenés que conseguir. Y si la querés conseguir, la tenés que buscar. Y si la querés buscar, tenés que poner actores que sepan trabajar. Esta es la vida. No podés esperar que te vengan a dar. Hay que buscar y hay que encontrar el jugador justo para el puesto, para que haga el trabajo que tiene que hacer. Esto es lo que corresponde. – Ante una sesión para votar los pliegos, ¿usted qué haría? - Yo voy a votar en contra de Lijo. Lo he dicho toda la vida. Se lo he dicho al Presidente. En marzo del año pasado le dije “no creo que Lijo tenga ningún atributo para ser ministro de la Corte”. García Mansilla, me parece que es un académico de fuste que le da lustre a la Corte. El peronismo no está buscando mayor calidad de funcionarios judiciales. Quieren rechazar los pliegos porque quieren dañar al Gobierno. Pero el Gobierno también tiene que tomar nota de cómo es el tema. La ingenuidad es un pecado imperdonable en la política. No podés ser ingenuo. El kichnerismo no está buscando a los mejores magistrados para llevar a la Corte, está buscando un negocio. Dame el procurador. Déjame poner una ministra en la Corte. – ¿Una vía podría ser habilitar una negociación para ampliar la Corte, por ejemplo? - Supongo que sí. No sé qué han estado hablando, ni sé quién ha estado hablando, ni sé con quién ha estado hablando. Pero aparte, conozco este Senado de la Nación como la palma de mi mano. Así que claramente te puedo decir que el peronismo no te va a sentar a levantar la mano si a cambio no se lleva algo. El saludo de Luis Juez a Javier Milei en la apertura de sesiones del Congreso – Ha dicho públicamente que tiene intenciones de competir por la gobernación de Córdoba. Y que le gustaría tener el apoyo de Javier Milei. ¿Cómo está esa situación? - Tengo 61 años y hace 40 años que hago política. Intenté tres veces ser candidato a gobernador: en el 2007 gané y me robaron; en el 2011 me cagaron a votos; y en el 2023 perdí por 50 y pico mil votos. Si yo digo que voy a correr la carrera de Fórmula 1 con mi karting a rulemanes dicen “está todo bien, dejalo a Juez que corra”. Se me ocurrió decir que si al presidente le va bien y yo tengo una cuarta oportunidad para pelear en Córdoba, me gustaría hacerlo con él y se armó un quilombo, porque ya me vuelvo competitivo. La verdad es que yo al presidente lo quiero acompañar porque me honra con su amistad, le creo, ha dicho cosas que la política no se animó a decir y nadie le regaló nada, ganó todo. No me gusta en un montón de cuestiones, pero creo que el tipo es extremadamente genuino, te dice lo que piensa, te dice “voy a hacer tal cosa” y la hace, y lo quiero acompañar. A este gobierno lo quiero acompañar, a Milei lo quiero acompañar. Él me ha ofrecido su amistad, su cariño y su afecto. Y yo se lo voy a devolver con lealtad. La lealtad que tienen los leales, no la lealtad de la obsecuencia, porque no lo sé hacer. Y en ese marco no tengo vergüenza en decir ya veremos, faltan tres años en un país como este, extremadamente sinuoso, complicado, es casi de ciencia ficción.

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