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» Diario Norte
Fecha: 27/12/2025 04:05
Comunidades originarias de Misión La Paz reclaman la presencia del gobernador Gustavo Sáenz ante el riesgo inminente de quedar aisladas y advierten que las obras realizadas por la Provincia "no sirvieron". Según explicó Hugo González, vocero de la comunidad indígena, el río continúa erosionando la barranca ubicada junto a la ruta provincial 54. "Cada vez falta menos para que barranca y banquina sean una sola cosa", alertó. Actualmente, el Pilcomayo se encuentra a unos 12 metros de la ruta; una semana atrás estaba a 15. Desde hace meses, los pobladores vienen midiendo el avance y realizando advertencias que hoy, aseguran, se están cumpliendo. La situación podría agravarse en los próximos días. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI) de Bolivia emitió una alerta hidrológica naranja hasta el 29 de diciembre por posibles crecidas y desbordes de los ríos Bermejo y Pilcomayo. Si el río rompe la ruta 54, quedarán incomunicadas al menos 15 comunidades, incluida Misión La Paz. También están en riesgo Las Vertientes, en territorio salteño, y posteriormente zonas bajas de Formosa. Misión La Paz es un punto estratégico: cuenta con un puente internacional que la conecta con Pozo Hondo, en Paraguay, además de oficinas de Gendarmería, Migraciones y Aduanas, y dependencias provinciales de salud y educación. Todo esto convierte al lugar en un área sensible desde el punto de vista social, institucional y geopolítico. Lo preocupante es que la temporada de lluvias en el monte chaqueño aún no comenzó. Para los pobladores, la actual crecida es solo un anticipo de lo que podría venir. Durante noviembre y los primeros días de diciembre, la Secretaría de Recursos Hídricos de Salta ejecutó trabajos de "reacondicionamiento hidráulico" en un meandro aguas arriba del puente internacional. Según información oficial, la Provincia invirtió más de 592 millones de pesos en canalización, refuerzo de márgenes y adecuación del cauce, con el objetivo de reducir la fuerza del río. Sin embargo, desde la comunidad aseguran que los resultados son nulos. "Con una crecida que no es tan fuerte, el río vuelve a golpear la costa salteña. Acá se necesitan obras más contundentes, como gaviones", sostuvo González, quien pidió al gobernador que visite la zona: "Somos gente de paz y siempre apelamos al diálogo". El antecedente más grave ocurrió el 11 de abril pasado, cuando una crecida histórica modificó el cauce del Pilcomayo, provocando una fuerte erosión de la barranca salteña. Algunos estiman que el río se llevó hasta dos kilómetros de territorio, poniendo en peligro al pueblo, instituciones clave y la traza de la ruta 54, parte del Corredor Bioceánico del Capricornio.
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