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Parana » Radio Nacional
Fecha: 27/11/2025 09:48
Expertos del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) divulgaron un nuevo mapa que releva la presencia de este elemento natural en distintos puntos del país. Al respecto, Adrián Noriega, en Nunca es tarde, conversó con el médico sanitarista y CEO de la Cámara Argentina del Agua. Gonzalo Meschengieser explicó que “el arsénico es un contaminante natural que está en la corteza de la tierra y no es nuevo” pero alertó que “hay zonas que tienen niveles muy por encima de lo recomendable para la salud humana”. El especialista advirtió que “esta problemática no es nueva pero necesita ser atendida”. “Es una enfermedad silenciosa y da síntomas después de muchos años y por eso no genera la sensación de urgencia”, lamentó y aclaró algunas de las patologías que provoca. El trabajo del ITBA estuvo a cargo de un equipo encabezado por el Dr. Jorge Daniel Stripeikis y detectó que las áreas con mayores concentraciones en el agua abarcan principalmente la llanura Chacopampeana. Esto comprende extensas zonas de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, el sur de Santa Fe y sectores de La Pampa, con valores que superan los límites recomendados por la OMS. También advierte sobre regiones en “precaución” que se extienden hacia el norte e incluyen partes del norte argentino, como Santiago del Estero, Chaco y Tucumán. El informe clasifica las zonas mediante tres colores de referencia para facilitar la lectura de los datos: el verde indica un valor menor a 10 ppb (partes por billón) y representa agua segura para el consumo; el amarillo señala concentraciones de 10 a 50 ppb y requiere precaución y el rojo marca un nivel mayor a 50 ppb, donde la recomendación prohíbe el consumo directo y la cocción de alimentos en estos casos. El arsénico se encuentra de forma natural en la corteza terrestre y puede disolverse en el agua subterránea. En su forma inorgánica, es altamente tóxico, y su consumo continuo a través del agua o alimentos contaminados produce efectos adversos sobre la salud humana, a los que podrían estar expuestos alrededor de 4 millones de personas en el país, según datos del instituto. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) explican que las consecuencias de la exposición prolongada incluyen cáncer y enfermedades crónicas.
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