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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 19/11/2025 11:04
ARCA y las administraciones fiscales provinciales mejorarían la trazabilidad de todas las operaciones (Freepik) La decisión de avanzar hacia una digitalización total de los cheques toma impulso en Argentina, luego de que se conociera hace dos días la iniciativa del Banco Central de la República Argentina (BCRA) destinada a eliminar el cheque físico y priorizar el uso exclusivo del cheque electrónico. La intención oficial de suprimir el cheque en papel abre interrogantes sobre el impacto en la economía informal y en la recaudación de tributos provinciales y municipales. Por el momento, no existe una norma ni un cronograma oficial, pero el anuncio formó parte de conversaciones internas y manifestaciones recientes de funcionarios del organismo monetario, indicó el medio en su reporte sobre el tema. Desde hace años, el cheque tradicional ocupa un lugar relevante en los mecanismos de pago de empresas y particulares, con especial arraigo en transacciones sin formalización plena. La alternativa digital, conocida como "e-cheq“, apunta a reemplazar de manera definitiva el soporte físico, siguiendo tendencias observadas en otros sistemas financieros y promoviendo la transparencia de las operaciones. La medida generó debate inmediato entre tributaristas y especialistas en derecho fiscal, quienes advirtieron sobre las implicancias que traerá una plataforma 100% digital para la fiscalización y la recaudación. La migración acelerada hacia formatos electrónicos, propuesta por la autoridad monetaria, busca restringir progresivamente el uso de los cheques en papel hasta su desaparición, aunque no fijó plazos concretos ni publicó aún normativas específicas. La idea de que todos los pagos mediante cheques pasen a registrarse en un sistema digitalizado repercute directamente en la economía informal y en la capacidad de los fiscos para detectar operaciones irregulares. En este contexto, el análisis de Sebastián M. Domínguez, CEO de SDC Asesores Tributarios, se concentra en los efectos tributarios de la posible supresión del cheque en papel. Domínguez expone cinco puntos fundamentales que explican por qué la digitalización total incide de manera directa —y a veces inadvertida— en el sistema impositivo argentino. El BCRA pretende que el cheque electrónico reemplace al soporte físico en la operatoria bancaria habitual (Reuters) 1. Fin del “cheque al portador encubierto”: golpe directo a la economía informal Según Domínguez, existe una percepción extendida de que el dinero en efectivo o las criptomonedas canalizan la totalidad de los pagos informales, pero advierte que el uso de cheques “a la orden” sin consignar el beneficiario ni endoso formal permite mantener operaciones opacas fuera del circuito oficial. Este mecanismo facilita pagos sin dejar rastro de quién recibe los fondos, extendiendo la operatoria fuera del radar fiscal. La introducción obligatoria del cheque electrónico elimina esta alternativa, porque: Todas las transferencias quedan asentadas en el sistema bancario. Cada endoso, cesión o transmisión de valores debe asociarse a una clave identificatoria como CUIT, CUIL o CDI . No existe posibilidad de circular un cheque sin determinar el destinatario. Frente a este nuevo esquema, la capacidad para realizar pagos informales mediante cheques disminuye de manera drástica, lo que incrementa el riesgo de detección para quienes intenten canalizar operaciones no declaradas. 2. Mayor trazabilidad para ARCA y las administraciones tributarias provinciales y municipales Otro aspecto relevante para Domínguez reside en la trazabilidad completa que impone el cheque electrónico. Según sus observaciones, la medida fortalece el control fiscal de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) —a través de ARCA— y de las agencias fiscales de provincias y municipios, ya que permite reconstruir el recorrido completo de los fondos. En el modelo digital: Toda operación genera una huella digital registrada en los sistemas bancarios. La información se encuentra disponible, con precisión, para los organismos de fiscalización. Este nivel de trazabilidad es clave para las inspecciones de tributos nacionales, provinciales y municipales, ya que eleva la calidad de la información que manejan los fiscos y limita las áreas “grises” donde podían ocultarse transacciones no declaradas. El uso de criptomonedas y efectivo podría suplir al cheque papel en algunos sectores informales (Freepik) 3. El impuesto al cheque: impacto de la digitalización Domínguez explica que, desde la perspectiva del impuesto sobre los débitos y créditos en cuentas bancarias, la digitalización no modifica la esencia del hecho imponible. El impuesto graba los movimientos bancarios sin distinguir entre soportes físicos o electrónicos. Aspectos a tener en cuenta: Tanto el cheque electrónico como el de papel tributan en iguales condiciones. Los endosos de cheques no tributan. La operación digital podría incentivar a que se endosen menos cheques y se depositen antes, lo cual elevaría el número de acreditaciones y débitos, expandiendo la base imponible del impuesto. Así, si bien el cambio no introduce aumentos en la tasa ni crea nuevos tributos, la modificación de los comportamientos operativos podría derivar en un mayor ingreso fiscal. 4. Recaudación potencial: crecimiento sin crear impuestos nuevos La iniciativa del gobierno de bajar la presión tributaria mientras aumenta la cantidad de contribuyentes y la base imponible encuentra un canal en la eliminación del cheque físico, argumenta el tributarista. El reemplazo total del cheque en papel: Disminuye la evasión estructural en operaciones difícilmente trazables. Presiona para exteriorizar ingresos que, en otros escenarios, circularían sin control fiscal. Aumenta el cumplimiento espontáneo, dado el efecto disuasivo de la trazabilidad y la mejora de las capacidades de fiscalización. La posible supresión del cheque tradicional no implica modificar la normativa vigente, pero sí potencia de manera indirecta la recaudación sin introducir nuevas cargas impositivas. Según Domínguez, las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios también podrían beneficiarse al expandir sus bases imponibles, lo que les permitiría analizar rebajas tributarias sin que ello signifique perder ingresos. 5. Riesgos tributarios de corto plazo Domínguez señala que persisten ciertos riesgos asociados, principalmente la posibilidad de que los sectores más vinculados a la informalidad reemplacen el uso del cheque papel por efectivo o criptomonedas, específicamente las stable coins, lo que dificultaría la trazabilidad lograda con la digitalización. Este riesgo pone a prueba el efecto inmediato de la medida, aunque el cierre progresivo de los canales opacos representa un avance en el combate a la evasión fiscal. El anuncio de la intención de eliminar el cheque en papel provoca cambios relevantes en las dinámicas de control fiscal. El énfasis en la digitalización como herramienta de supervisión repercute en los hábitos de empresas y contribuyentes, abriendo un nuevo frente de análisis para la economía informal en la Argentina.
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