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» Misionesopina
Fecha: 26/09/2025 16:05
El merendero “Rinconcito de Estrellitas” de Concepción de la Sierra, que desde hace cinco años brinda merienda, apoyo escolar y contención a unos 30 niños del barrio Evita, quedó en el centro de una polémica con el municipio. Vecinos y referentes del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) denunciaron que la gestión del intendente Hugo Humeniuk envió máquinas para iniciar un desalojo bajo el argumento de abrir una calle proyectada hace más de 15 años, lo que consideran una maniobra política para desmantelar la tarea social. “Pasaron por arriba las plantaciones de mandioca, cortaron árboles y rompieron la madera que habíamos comprado para levantar un baño para los chicos”, relató indignado Juan Carlos Berdún, encargado del merendero, quien advirtió que además en el predio vive una persona con discapacidad auditiva que quedaría directamente afectada por la obra. Cruce político y acusaciones cruzadas El conflicto no es nuevo: el MTE gestiona otros dos comedores en la localidad y mantiene diferencias con la actual administración. Según los referentes barriales, el predio había sido cedido verbalmente por la gestión municipal anterior durante la pandemia, cuando se multiplicaron las demandas de asistencia. “No es que tomamos el terreno, nos dieron permiso para contener a los chicos”, insistió Berdún. Del otro lado, el intendente Humeniuk salió a responder en el programa radial La Última Rosca y negó cualquier persecución. “Ese merendero funciona una vez por semana o cada dos, en una plazoleta pública que de noche se convierte en un punto de consumo de alcohol. Los vecinos quieren recuperar ese lugar”, dijo. El jefe comunal aseguró que se ofreció un traslado a un espacio “más seguro, frente a un polideportivo con canchas y sanitarios”, y descalificó la estructura actual del merendero: “Hay maderas podridas, hierros oxidados atados con alambres. Es un riesgo para los chicos”. Escalada de tensión La defensa municipal no convenció a los organizadores ni a los vecinos, que interpretan la avanzada como un ataque directo al trabajo comunitario. “Esto es desmantelar un espacio que nació en plena pandemia para que los chicos no estén en la calle. Es un castigo político”, acusaron desde el MTE. Humeniuk, por su parte, anunció que enviará una carta documento para exigir el retiro de la construcción y advirtió que, de no cumplirse, el propio municipio se encargará de desarmarla y trasladar los materiales. La pulseada por el futuro del merendero expone un nuevo frente de conflicto político en Concepción de la Sierra, donde la comunidad organizada y la intendencia se disputan no solo un terreno, sino también el sentido de un espacio que para unos es un sostén social y para otros un obstáculo urbano.
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