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» Comercio y Justicia
Fecha: 25/09/2025 22:00
Con un aumento de 35,7% en importaciones, expertos revelan cómo un ahorro del 50% en logística puede ser clave para la rentabilidad Con la inminente llegada de los meses de verano, Argentina se prepara para un nuevo ciclo de incremento en la importación de equipos de climatización. Sin embargo, este año el fenómeno se da en un contexto económico particular que presenta desafíos y oportunidades para los importadores. Tradicionalmente, los meses previos al verano registran un aumento significativo en la importación de aires acondicionados, ventiladores y climatizadores, con crecimientos que oscilan entre el 20% y el 30% respecto al promedio anual. Para este año, si bien se espera un crecimiento, la coyuntura del consumo interno sugiere que este podría ser menor al habitual. El sector de importaciones en Argentina ha experimentado una caída intermensual en junio de 2025, con una disminución de 1,2% respecto a mayo y un 0,6% en el acumulado anual. No obstante, las importaciones totales en el primer cuatrimestre de 2025 sumaron USD 24.096 millones, mostrando un crecimiento interanual del 35,7%, impulsado principalmente por el aumento en las cantidades. Esto indica una dinámica compleja donde ciertos sectores pueden experimentar un repunte, mientras otros se contraen. “Uno de los principales retos que enfrentan los importadores es la posibilidad de que la mercadería quede detenida en Aduana. La falta de pago de tributos, trámites con terceros organismos o demoras en verificaciones pueden generar gastos adicionales significativos, como almacenaje en depósitos fiscales, fletes y demoras en la devolución de contenedores. Estos costos extra impactan directamente en la rentabilidad de las operaciones”, alerta Gabriel Salomón, director comercial de Jidoka, empresa de comercio exterior. “Ante este escenario, la Zona Franca La Plata (ZFLP) emerge como una alternativa eficiente y estratégica. La ZFLP permite que la mercadería permanezca sin pagar tributos por tiempo indeterminado, con costos fijos en pesos argentinos que son significativamente menores a los de los depósitos fiscales o nacionales”, comentó Salomón, en tanto que agregó que “además, ofrece la flexibilidad de realizar retiros parciales ilimitados”. Lo comentado por el experto se traduce en un manejo más ágil del flujo de caja, ya que los importadores solo abonan los tributos al momento de nacionalizar la mercadería para su venta. “Esta ventaja es crucial en un contexto de inflación y variación cambiaria, permitiendo a las empresas financiarse mejor y, en algunos casos, obtener renta financiera con el capital no inmovilizado en impuestos”, agregan los referentes en el tema. “Un caso concreto sería el de un importador que trae 5 contenedores de aires y ventiladores. Tres se venden al mes, uno a los 60 días y otro a los 90. Si nacionaliza toda la carga en Aduana, paga de inmediato todos los impuestos y luego debe costear un depósito nacional. Pero si utiliza la ZFLP, paga tributos únicamente cuando retira la mercadería para venderla. Esto le permite ahorrar costos, financiarse mejor y hasta obtener renta financiera con el dinero que no inmoviliza en impuestos”, ejemplifican los voceros.. Según Jidoka, la estructura tributaria básica de una importación en Argentina, implica los siguientes puntos: Derechos de importación de entre 14% y 35% según el producto; IVA del 21% (o 10,5% en casos específicos); Percepción de IVA: 20%; Percepción de Ganancias: 6%; y Tasa de estadística. La comparación de tarifas de almacenaje implica que la zona franca es entre un 30% y un 50% más económica que un depósito nacional, sumado al beneficio de diferir el pago de impuestos hasta la nacionalización. “Algo muy importante es que se pueden realizar ventas desde zona franca a aquellos clientes autorizados para poder importar de forma directa, lo que también implica un beneficio financiero”, agregó Salomón. Para optimizar las operaciones y mitigar riesgos, desde Jidoka recomiendan a las empresas importadoras: • Planificación anticipada: Comprar con 4 a 6 meses de antelación para evitar la saturación de aduanas y asegurar la disponibilidad de stock. • Estudio de costos previo: Realizar un análisis profesional antes de concretar cualquier importación. • Operativa integral de comercio exterior: Considerar la tercerización en estudios especializados que gestionan todo el proceso, desde la fábrica de origen hasta la entrega al cliente final. • Diversificación de proveedores: No depender de un único fabricante para reducir riesgos de suministro. • Contratos claros de logística: Definir con precisión las responsabilidades en caso de demoras y fletes. • Seguro de carga: Imprescindible para productos de alto volumen y bajo margen, protegiendo la inversión ante imprevistos. • Estrategia financiera: Aprovechar herramientas como la Zona Franca La Plata para diferir el pago de impuestos y liberar stock de forma escalonada, mejorando la liquidez y la rentabilidad. “La planificación estratégica y el uso inteligente de las herramientas disponibles son clave para que las empresas importadoras capitalicen la demanda estacional y minimicen los riesgos asociados a la operatoria de comercio exterior en Argentina”, concluyó Salomón.
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