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» Amanecer
Fecha: 14/09/2025 12:42
El futuro de Vicentin, la agroexportadora santafesina en default desde 2019 y en concurso de acreedores desde 2020, sumó un capítulo decisivo. El Fideicomiso de Acreedores Granarios de Vicentin, que agrupa a más de 70 empresas del sector, anunció su apoyo a la propuesta presentada por Grassi SA, en alianza con la multinacional Cargill, para quedarse con el control de la compañía. En un comunicado, el fideicomiso destacó “con orgullo” lo que calificó como “una salida inédita en la historia concursal argentina”. La organización recordó que en junio de 2020 se conformó con el objetivo de defender los intereses de productores y empresas que habían quedado atrapados en la cesación de pagos de Vicentin. “Han sido casi seis años de lucha constante en busca de una solución justa y sustentable. Hoy podemos afirmar que se ha abierto el camino que mejor resguarda a quienes confiamos y aportamos al crecimiento del sector agroindustrial argentino”, señalaron. Cramdown en marcha La definición se da en el marco del cramdown, proceso en el que cuatro grupos presentaron ofertas: Grassi SA, Bunge Argentina, la Unión Agrícola de Avellaneda y la sociedad conformada por Louis Dreyfus Company (LDC) y Molinos Agro. Cada uno depositó $1.100 millones como garantía, de los cuales un 25% se destina a cubrir gastos judiciales. El respaldo a la propuesta de Grassi-Cargill se fundamenta en que contempla la recuperación del 100% de lo adeudado desde 2019, el sostenimiento de los empleos y la continuidad operativa de las plantas, hoy limitadas a contratos de fasón. Un acuerdo con Cargill como socio estratégico El plan prevé que Grassi asuma la originación de granos, mientras que Cargill aporte capacidad en molienda y exportación. Además, incluye la incorporación de ex ejecutivos de grandes traders internacionales para reforzar la gestión. Grassi, corredora rosarina de granos y uno de los principales acreedores comerciales de Vicentin, combina así su interés en recuperar acreencias con la posibilidad de ganar protagonismo en el tablero agroindustrial argentino. Una puja estratégica El apoyo de los acreedores granarios no garantiza aún el resultado, ya que la propuesta debe lograr la adhesión de más de la mitad de los acreedores y dos tercios del capital antes de fines de octubre, según dispuso el juez concursal Fabián Lorenzini. De no alcanzarse ese piso, el destino de la compañía sería la quiebra. En competencia también siguen Bunge, socio de Vicentin en Renova —la mayor planta de crushing de soja del mundo—, y el frente conformado por LDC y Molinos Agro, ambos con fuerte presencia global. El atractivo de la disputa no está en el valor de las acciones, dado que la última valuación oficial reveló un patrimonio neto negativo de u$s 1.000 millones, sino en el acceso a terminales portuarias y capacidad de procesamiento, activos clave para el comercio exterior argentino. Un desenlace con impacto nacional Mientras tanto, las plantas de Avellaneda, San Lorenzo y Ricardone operan con problemas técnicos que limitan la molienda. El gremio aceitero advirtió que el girasol podría procesarse hasta noviembre y la soja hasta febrero de 2026, aunque con urgentes reparaciones. Con el apoyo explícito del fideicomiso granario, la iniciativa de Grassi-Cargill se fortalece en la recta final del concurso. El desenlace no solo definirá el futuro de Vicentin, sino que también reconfigurará el mapa agroexportador argentino. Con información de: Ámbito Financiero.
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