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  • A vueltas con el WhatsApp

    » Diario Cordoba

    Fecha: 04/09/2025 01:44

    Sin miedo a ser reiterativa, porque sé que ya dediqué este alegato en otra ocasión al WhatsApp, maldiciéndolo en todas las formas posibles, vuelvo a incidir en el tema y repito reniego. No se puede recurrir a este medio de comunicación para importunar el descanso de nadie, mucho menos de ningún profesional, con una preguntita que se me ha ocurrido debajo de la sombrilla y mirando al mar. Doy fe que no exagero. Son multitud de compañeros de profesión letrada, así como facultativos médicos que realizan periciales en los juzgados y con los que trabajamos a diario, que me comentan que el dichoso WhatsApp perdió la gracia a la par que la perdió el negro del ídem, esto es, al segundo «meme». Resulta inadmisible que continuamente y sin filtro entren por WhatsApp mensajes escritos, notas de voz -algunas de más duración que los discursos de Fidel Castro-, y reportajes fotográficos, radiografías incluidas, solicitando dictamen o respuesta urgente. Voy a transcribirles la conversación de último fin de semana de agosto que motiva este alegato: -Buenos días, soy Manolo. Pepe me ha dado su teléfono. -Sonido de mensajes en cascada: 40 documentos médicos en fotografías. -Le envío fotos de mi historia clínica con todo lo que tengo para que se lo mire Ud. este fin de semana y me diga el lunes si con eso puedo pedir discapacidad. Evidentemente la respuesta a dicho atropello en plenas vacaciones, intentando no perder las formas, es: -¿Manuel qué? ¿Qué Pepe? Yo no soy médico para valorar ningún documento médico y en agosto y fin de semana no voy a estudiar nada. -A partir del lunes 1 de septiembre, pídame cita y le atenderé con gusto. (Por supuesto esa petición de consulta presencial no ha tenido lugar, porque intuyo que Manolo intuye que tendría que pagarla, pese a su amistad con Pepe). El secreto profesional es un secreto a voces. Su radiografía o su anafrodisia navegan por la red. Ocurre que WhatsApp es propiedad de Meta y aunque funciona como una aplicación independiente, comparte datos y recursos con otras empresas como Instagram y Facebook, no solo el número de teléfono y nombre del perfil, sino que pueden recopilar información más detallada subyacente en cada mensaje que enviamos por WhatsApp, conocida como metadatos. En definitiva, que los profesionales estamos afrontando un gasto añadido, por disposición legal, para proteger la privacidad de nuestros clientes, siendo encargados del tratamiento de sus datos, por manejar datos sensibles, y ahora resulta que el cliente pone gratuitamente a disposición de las Meta cookies de Zuckerberg su historia clínica, sus crisis de pareja o incluso sus confesiones delictivas, llegado el caso. *Abogada experta en Derecho del Trabajo y Seguridad Social Suscríbete para seguir leyendo

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