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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 23/08/2025 08:31
La fama temprana no la protegió de las pérdidas y los conflictos familiares que marcaron su camino (Composición fotográfica) Por décadas, el rostro de Melissa Gilbert ha estado asociado a la inocencia y la calidez de Little House on the Prairie (La familia Ingalls), la icónica serie de los años setenta donde interpretó a Laura Ingalls Wilder. Sin embargo, detrás de esa imagen televisiva se escondía una historia personal marcada por pérdidas dolorosas, desilusiones amorosas y batallas íntimas que ella misma ha revelado en entrevistas y en sus memorias. Fue adoptada al nacer Melissa Ellen Gilbert nació el 8 de mayo de 1964 en Los Ángeles, California. Sus padres biológicos, Kathy Wood y David Darlington, eran una pareja joven y recién comprometida que no se encontraba en condiciones de criarla. La actriz tenía 9 años cuando fue elegida para interpretar a Laura Ingalls (NBC) Fue entregada en adopción apenas un día después de su nacimiento. La bebé fue recibida por un matrimonio ligado al mundo del espectáculo: el comediante Paul Gilbert y la actriz y bailarina Barbara Crane, hija del creador de The Honeymooners. Ellos también adoptaron a un hijo, Jonathan, quien más tarde actuaría junto a Melissa en Little House on the Prairie. Aunque Melissa fue criada bajo la religión judía de su madre adoptiva, con los años descubrió que mucho de lo que le habían contado sobre su origen no era del todo cierto. En sus memorias Prairie Tale (2009), escribió: “Mi madre, a quien amo profundamente, ha alterado constantemente mi historia de vida dentro de un contexto familiar complicado. Pasé gran parte de mi vida adulta intentando separar la verdad de la ficción”. A través de sus redes sociales, Melissa Gilbert recordó a sus padres adoptivos y el lazo que los une a pesar de todo (Captura: Instagram) Esa confusión inicial fue el preludio de otras verdades dolorosas que tardaría años en conocer. Uno de los episodios más trágicos de su niñez ocurrió cuando tenía solo 11 años. En 1976, su padre adoptivo, Paul Gilbert, falleció de manera repentina. A Melissa le dijeron entonces que había muerto a causa de un derrame cerebral, una explicación que, en aquel momento, parecía lógica: ya había sufrido uno un año antes. Pero la verdad era otra. Décadas después, Gilbert descubrió que su padre, veterano de la Segunda Guerra Mundial, se había quitado la vida debido a un dolor físico insoportable. En una entrevista para Oprah: Where Are They Now? en 2014, confesó: “Solo un par de personas sabían la verdad, que mi padre en realidad se había suicidado. Fue un momento terrible para mí. No pude funcionar correctamente durante semanas”. La actriz descubrió años después que su padre adoptivo no murió de un derrame, sino que se había quitado la vida (Captura: Instagram) Un amor roto y la pérdida de un embarazo A finales de los años setenta y principios de los ochenta, Melissa Gilbert ya era una adolescente conocida en Hollywood. Entre las amistades que cultivó estaba el grupo de jóvenes actores conocido como Brat Pack, donde figuraba Rob Lowe. Ambos comenzaron un noviazgo cuando ella tenía 17 años, y en 1986 él llegó a pedirle matrimonio. La relación, sin embargo, era terriblemente inestable. Según contó Gilbert a Today en 2009, ambos fueron infieles en distintas ocasiones. Rob Lowe y Melissa Gilbert vivieron un intenso romance que terminó tras un embarazo no planeado (Mandatory Credit: Photo by Alesnick/Mediapunch/Shutterstock) Todo se quebró cuando ella le comunicó que estaba embarazada: Lowe le dijo que no estaba listo para asumir la paternidad ni el matrimonio. Poco después, la pareja se separó. El golpe más duro vino enseguida. Gilbert contó que sufrió un aborto espontáneo. En sus memorias escribió: “Perdí a mi bebé y mi relación con Rob. Y dolió como el infierno”. Fue una devastadora experiencia de su juventud y un episodio que la acompañaría durante mucho tiempo como una herida abierta. Un matrimonio marcado por la infidelidad En 1988, Melissa se casó con el actor Bo Brinkman, a quien había conocido apenas seis semanas antes. Juntos tuvieron a su hijo Dakota, pero la relación se volvió tóxica y terminó en divorcio en 1994. La actriz se casó tres veces. Su primer matrimonio fue bastante inestable (Instagram/@melissagilbertofficial) La mayoría de problemas surgieron por el alcohol y, sobre todo, por las infidelidades de Brinkman. Gilbert explicó en el libro Prairie Tale que su esposo la engañó con múltiples mujeres, incluida la actriz Shannen Doherty, quien había trabajado con ella en Little House on the Prairie. Sin embargo, la anécdota más impactante y humillante se produjo cuando lo descubrió infraganti con una trabajadora sexual en su propia casa. Esa madrugada, mientras Melissa bajaba a la cocina para buscar leche para su bebé, se topó con la desagradable escena en la sala. “Pensé que estaba soñando. Parpadeé para asegurarme de que estaba despierta. Bo estaba con otra mujer en el sofá. Él se detuvo y me gritó: ‘¿Qué miras?’”, recordó en su libro. A pesar del dolor que vivió en su primer matrimonio, Gilbert afirma que no se arrepiente de esa unión. “Si no me hubiera casado con él, no tendría a mi maravilloso hijo”, explicó en sus memorias. Caídas, adicciones y renacimiento Melissa Gilbert consideraba a Michael Landon como una figura paterna en su vida (NBC) La muerte de Michael Landon en 1991, su compañero de reparto y figura paterna en la ficción, sumió a Gilbert en una depresión. Años después, ya en sus treinta, comenzó a abusar del alcohol. Llegó a beber dos botellas de vino por noche, según relató a Entertainment Tonight en 2012. El punto de quiebre llegó cuando, tras una cena en casa, perdió el conocimiento y despertó en la cama de su perro. Fue su hijo quien le pidió que buscara ayuda. Gilbert ingresó a Alcohólicos Anónimos y logró mantenerse sobria desde entonces. No obstante, aparecieron otros problemas de salud que tuvo que superar. En 2010, mientras ella trabajaba en la adaptación al teatro musical de La Familia Ingalls, los doctores descubrieron que había estado trabajando con una lesión en la columna por meses. Aparentemente, el daño se produjo por un movimiento brusco del cuello cuando bailaba en el programa Dancing With the Stars. Desde entonces tuvo que pasar varias cirugías espinales con la meta de aliviar los síntomas de entumecimiento y dolor. Con el tiempo, la actriz decidió alejarse de Hollywood. En 2013 se mudó con su actual esposo, el actor y director Timothy Busfield, a una cabaña en Catskill, Nueva York. En una entrevista con Entertainment Tonight en 2022 confesó: “Mi vida es mucho más tranquila. No extraño la presión, ni la competencia, ni sentirme mal porque no soy más joven ni más delgada”. Hoy, Melissa Gilbert es madre, abuela, escritora y activista, y aunque su historia está atravesada por tragedias, también es la de una mujer que aprendió a sobrevivir, sanar y reinventarse.
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