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  • Gracias a las lluvias y después de una alarma por chicharrita, proyectan una gran campaña de maíz

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 23/08/2025 12:41

    Cultivo de maíz y, al fondo, tanques para almacenarlo REUTERS/Dan Koeck Por volumen, el maíz es el primer cultivo del campo argentino y un insumo clave de muchas actividades agroindustriales, pero hasta hace pocas semanas, las previsiones para el cultivo no eran las mejores. Llegó incluso a difundirse una alarma de chicharrita, una plaga que diezmó la campaña 2023/24 y aún genera temores, cuando se difundió información sobre la detección de chicharrita en cultivos de trigo en el NOA, lo que despertó temores entre los productores, a pocas semanas del inicio de la campaña gruesa, que se inicia con el “maíz temprano”. Sin embargo, una rápida reacción de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus Maidis (nombre científico del insecto, vector exclusivo de patógenos del maíz) disipó los temores al explicar que la chicharrita no afecta el trigo, porque no se alimenta ni reproduce en él, y que el “verdadero riesgo” se limita a los llamados “maíces guachos” (no resultantes de decisiones de siembra, sino accidentales) que es preciso eliminar. “El riesgo fitosanitario real se concentra en la emergencia de maíces voluntarios después de las lluvias otoñales. Estos sí proporcionan el alimento y sustrato reproductivo que necesita la plaga, permitiendo su multiplicación y manteniendo activo el ciclo epidemiológico de los patógenos que transmite. Por eso la recomendación técnica es intensificar el monitoreo y eliminar los maíces guachos en zonas endémicas para interrumpir la continuidad del vector y reducir la presión de inóculo”, precisó la Red, aventando temores sobre el significado de chicharrita en trigo y manteniendo la atención de los productores, algo que se logró en gran medida en los últimos dos años. Pole position Además el llamado “maíz temprano” tiene la pole position de la campaña gruesa, recordó la “Guía de Estimaciones para el Agro” de la Bolsa de Comercio de Rosario en un informe en el que señaló que la campaña maicera arranca “con el mejor escenario de los últimos 5 años y expectativas de superar los 100 qq/ha”, esto es unas diez toneladas por hectárea, cifra que algunos ingenieros que destacan la aplicación de fertilizantes estiran hasta 120 qq/hh (si bien esos rindes apuntan a la llamada “zona núcleo “, para medir su optimismo cabe consignar que el rinde promedio de la campaña pasada fue de 69,1 qq/hh). Intención de siembra “El maíz temprano venía arrancando la siembra en último lugar o desde boxes, con pocas chances productivas, sin reservas de agua y malos pronósticos. Sin napas y con los perfiles secos, 20 días de estrés termohídrico en una etapa sensible te mandaban a la banquina y chau cosecha”, resumían hasta hace pocos ingenieros de Aldao citados por la BCR Pero, disipado el temor que había generado la presencia de chicharrita en trigo en el NOA, las imágenes y datos de reservas de agua para el primer metro del suelo marcan que hace cinco años la región núcleo no arrancaba tan bien para el maíz. “Desde el 2020 no se veían a los perfiles tan cargados de agua como ahora. Entre la 2020/21 y la 22/23 sufrió la tristemente famosa triple “Niña”. Los suelos quedaron vacíos, incluso en niveles profundos por una sequía sistemática. Tras las dos últimas campañas de lluvias erráticas, y saliendo de una última “Niña” más, en este 2025 se empezaron a recuperar los niveles de humedad desde marzo. Otra vez, se dio vuelta el rumbo del clima, y se observa un cambio rotundo: lluvias históricas en mayo, lluvias récords en julio y casi records en agosto”, dice el informe más reciente. Hasta las napas Y no solo está mejor “el primer metro” de suelo. “También las napas, que venían levantando de a poco, recibieron un gran empujón en los últimos dos meses. El agua subterranea es fundamental para amortiguar 15 a 20 días de calor y falta de agua, más aún en un cultivo con etapas tan sensibles a estrés como es el maíz. En Junín dicen: “medimos napas a 2,5 y 2,8 metros antes de a estas últimas lluvias. Con algunas lluvias primaverales, prevemos que volveremos a sentir el aporte de napa durante el ciclo”. Maíz en la región núcleo Hasta 2020 el “maíz temprano” ocupaba el 92% del área sembrada total, pero la sucesión de primaveras frías y secas hizo que la proporción cayera al 30% en la campaña 2022/23, de gran sequía. A posteriori, la proporción se recuperó al 88%, hasta que llegó la chicharrita. Combatida la plaga, “este año, no es el temor sino el entusiasmo lo que tracciona que la proporción del temprano que se espera sea del 90% sobre el total sembrado”, dice el informe de la bolsa rosarina. “Con agua en los perfiles, se sale a buscar potencial”. Arranca antes y está en todos lados La expectativa es que la siembra se generalizará entre el 10 y el 20 de septiembre. Según la BCR, en Marcos Juárez, Córdoba, la provincia más maicera del país, señalaron que podría ser incluso algunos días antes, “fechas impensables para nosotros en campañas anteriores”. El maíz está presente en una amplísima variedad de productos e industrias, desde polenta y cereales para el desayuno, snacks, pochoclos, alimentación aviar y para mascostas , insumo de bebidas dulces, gaseosas y alcohólicas y de industrias como papel, farmacéutica, cerámica, plástica, amén de en los tanques de los autos, como biocombustible.

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