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  • Central ni siquiera consiguió el objetivo mínimo, que era ganar como un estímulo para llegar bien al clásico

    » La Capital

    Fecha: 17/08/2025 10:58

    El equipo de Ariel Holan jugó un flojo partido, pero al menos lo ganaba con gol de Veliz. En el cierre, Riestra lo empató y llenó de dudas a Central. No fue la previa para el clásico deseada. Es que para Central era necesario ganar. Si era con un rendimiento convincente, mucho mejor. Pero de mínima el triunfo, para que lo estimule hacia lo que será el enfrentamiento contra Newell’s del sábado 23 de agosto. Sucedió todo lo contrario. No solo jugó mal. Lo peor es que apenas igualó con Riestra con un gol que le hicieron en los minutos finales, cuando al menos se aguardaba el triunfo, el primero en el Gigante. Los silbidos, no unánimes, pero sí repartidos, cuando concluyó el partido, fueron una exposición del sentimiento del hincha. Que se fue frustrado por otra igualdad, la tercera seguida en el Gigante. Un resultado y un desarrollo que dejan muy poco y que lo obliga a una reacción inmediata para afrontar el clásico. Y eso que Central comenzó temprano a pagar la deuda de la falta de gol de jugada en el torneo Clausura. Campaz se asoció con Malcorra, como tantas veces lo hicieron en tiempos no tan lejanos y que últimamente les cuesta un montón. El volante sacó un centro medido para que Veliz impacte el cabezazo, ganando en el salto a Randazzo. Arce solo pudo mirar cómo la pelota se le metía. Gran inicio de Central Mejor inicio imposible para Central. Para despejar dudas. Para que Riestra no se sienta cómodo y se encuentre obligado a salir. Para acercarse a la conquista de un triunfo que fortaleciera el espíritu, ante todo para lo que sucederá dentro de una semana en este mismo estadio. El 1 a 0 trajo tranquilidad. Pero el fútbol apareció, de a ratos. Llegadas tuvo pocas. Ibarra fue un muro de contención en el medio. Quitó y se desprendió rápido y al pie de la pelota. Pero el resto faltó a la cita. Durante el primer tiempo, la elaboración se redujo a unas pocas combinaciones de Di María y Coronel por derecha. Y a Campaz, que lanzó algún que otro centro de riesgo. La presencia de dos centrodelanteros, Alejo Veliz y Enzo Copetti, con la intención de tener mayor peso en el área rival, fue poco aprovechada. Leer más: Conmoción en el Gigante de Arroyito: el pibe Juan Giménez se lesionó y salió llorando ante Riestra Dudas en la última línea Las dudas de la última línea canalla fueron otro motivo de preocupación. A Quintana le costó tomar a Benegas. Sández no dio seguridad por su banda. Así, con poco, tirando la pelota hacia adelante por arriba, para Benegas y Herrera, Riestra expuso las fallas del fondo auriazul. Que para colmo se quedó sin Juan Giménez, no solo en este partido sino para el clásico. En un cierre, el juvenil pisó mal y se retiró lesionado. Dejó la cancha llorando y con la preocupación de sus compañeros. Ibarra mantuvo el nivel en la segunda etapa. Siguió atento a las coberturas. Recuperó y distribuyó. Los demás no levantaron vuelo. Es más, se empeoró todo. Central fue un manojo de intenciones poco productivas. La perseverancia de Veliz mantuvo la expectativa de que el local aumente el marcador. El centrodelantero volvió a imponerse y atajó Arce. Más tarde, ganó una dividida con la punta del pie y el arquero de Riestra le logró achicar el tiro. El gol y la insistencia de buscar una y otra vez de Veliz. Casi nada más. Al menos, mirando más allá, y particularmente en lo que sucederá dentro de una semana, fue positivo que Central se reencuentre con su goleador. Que tenga una opción de peso adelante, cuando tanto le cuesta aproximarse con peligro. No más para rescatar de la noche para el olvido del Canalla. Un final inesperado y empate de Riestra Tan flojo fue el desempeño del segundo tiempo del equipo de Ariel Holan que sucedió lo que se temía. Obredor encaró, nadie lo frenó, o mejor dicho sí lo detuvieron dentro del área canalla. Fue Juan Elordi, con un manotazo leve. Penal que Herrera convirtió para el 1 a 1 a dos minutos del final. El Gigante quedó estupefacto. No podía creerlo. Pero Central hizo muy poco para evitarlo. A una semana para el clásico, es para buscar remediar cuanto antes un funcionamiento que hoy se parece poco al del torneo pasado. La exigencia del partido de la ciudad se lo demanda.

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