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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 12/08/2025 08:32
Fondos de inversión, seguros de vida y acuerdos familiares complementan la planificación patrimonial, aportando ventajas fiscales y flexibilidad sucesoria La idea de que una única estrategia pueda resolver las necesidades de todos en planificación patrimonial ha quedado atrás. En un escenario marcado por la volatilidad económica y la inseguridad jurídica en muchos países, especialmente en América Latina, la organización del patrimonio requiere un enfoque personalizado. Existen diversas herramientas legales y financieras —como el testamento, las sociedades extranjeras, los fideicomisos, las fundaciones, los seguros de vida y los fondos de inversión—, pero la clave está en seleccionar y adaptar estos instrumentos a los objetivos y circunstancias de cada persona. La diversidad de situaciones patrimoniales y familiares impide recomendar una solución universal. La época donde una sola solución servía para todos quedó hace mucho tiempo atrás. La elección de herramientas debe guiarse por la simplicidad y la adecuación a los fines perseguidos, más que por la sofisticación o la popularidad de ciertos vehículos legales. Una herramienta no es siempre mejor que otra. Pareciera que una herramienta más sofisticada debería ser mejor que una menos sofisticada. Sin embargo, hay situaciones donde la herramienta más simple me va a servir mejor. Herramientas clave en la planificación patrimonial internacional El primer paso suele ser el testamento, un documento que permite definir el destino de los bienes tras el fallecimiento. Para quienes no buscan proteger activos de terceros, obtener ventajas fiscales ni sortear problemas de seguridad jurídica, el testamento puede resultar suficiente. Sin embargo, su alcance es limitado: no protege los bienes frente a juicios o acreedores, ni ofrece soluciones para la administración de activos complejos o internacionales. En escenarios donde existen activos en el extranjero, la planificación patrimonial se complica. La tenencia de propiedades o cuentas bancarias fuera del país de residencia, como en Estados Unidos, suele requerir la constitución de sociedades extranjeras u offshore. Estas sociedades ayudan a proteger el patrimonio frente a impuestos sucesorios —como el impuesto a la herencia que grava a los extranjeros en Estados Unidos— y aportan un grado de privacidad, evitando la exposición directa del titular en caso de filtraciones de información. No obstante, la eficacia de estas estructuras varía según la jurisdicción: mientras en Estados Unidos la sociedad puede evitar el intercambio de información por titularidad de cuenta, en otros países la figura del “beneficial owner” o “controlling person” limita esa protección. El fideicomiso (trust) representa otra alternativa relevante, especialmente para quienes desean establecer reglas específicas sobre la administración y distribución de sus bienes. En este esquema, un fiduciario asume la gestión de los activos y distribuye los beneficios a los beneficiarios designados, según las condiciones establecidas. Esta herramienta permite, por ejemplo, escalonar la herencia para que los hijos reciban los bienes a diferentes edades o bajo ciertas condiciones, y resulta útil para proteger el patrimonio frente a la inseguridad jurídica de algunos países, al sacar los activos de la órbita local. La mudanza internacional surge como una opción para quienes consideran inviable la protección de su patrimonio en su país de origen. Aquí se presenta una distinción entre la obtención de una segunda residencia o nacionalidad y la verdadera mudanza internacional, que implica tanto la aceptación del país de destino como la desvinculación fiscal del país de origen. Esta decisión suele responder a preocupaciones sobre la seguridad jurídica y la estabilidad económica, más que a simples cuestiones sucesorias. La planificación patrimonial personalizada es clave ante la volatilidad económica y la inseguridad jurídica en América Latina (Candela Teicheira) Fondos de inversión, seguros y acuerdos familiares Los fondos de inversión constituyen una herramienta adicional, ya que permiten diferir impuestos y resolver cuestiones sucesorias fuera del país de residencia. Funcionan como sociedades sofisticadas que, además de facilitar la transmisión patrimonial, ofrecen ventajas fiscales en determinadas jurisdicciones. El seguro de vida, aunque menos utilizado en algunos países latinoamericanos, se destaca por su capacidad única de incrementar el patrimonio transmitido a los herederos. El seguro tiene además la particularidad de que es la única herramienta que permite dejarle a los hijos más de lo que se tiene. A diferencia de otros instrumentos, el seguro permite contratar una suma superior al patrimonio actual, garantizando así un mejor futuro económico para los beneficiarios. En el ámbito familiar, los protocolos de familia y los acuerdos prenupciales o postnupciales pueden ser útiles para regular la participación en empresas familiares o definir el régimen económico del matrimonio. Sin embargo, su eficacia depende de la legislación local. En países como Argentina, la validez y exigibilidad judicial de estos instrumentos puede estar limitada, lo que obliga a analizar cuidadosamente su aplicabilidad antes de incorporarlos a la estrategia patrimonial. La legislación local desempeña un papel central en la planificación sucesoria. No basta con conocer las herramientas disponibles; es imprescindible entender cómo interactúan con las normas del país de residencia. La existencia de reglas sucesorias legales exime de la necesidad de planificar. No es cierto que en un país, por existir reglas sucesorias legales que aplican de manera supletoria, no es necesario planificar. El testamento, además de acelerar los procesos sucesorios, permite realizar legados a personas que no son herederos directos, una práctica cada vez más frecuente. Su mayor ventaja, sin embargo, reside en la posibilidad de evitar la copropiedad forzosa entre herederos, facilitando la administración de los bienes y previniendo conflictos familiares. Así, una planificación adecuada no solo respeta la voluntad del titular, sino que también simplifica la vida de quienes lo suceden.
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