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  • Rochi Igarzábal: el vértigo de la fama adolescente, los lazos inquebrantables de Casi Ángeles y la disciplina en la escuela de Cris Morena

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 01/08/2025 02:36

    Casino - Rocío Rocío Igarzábal, conocida artísticamente como Rochi Igarzábal, es actriz, cantante y compositora. Comenzó su trayectoria profesional en televisión en la serie juvenil Casi Ángeles en 2008, donde interpretaba a Valeria “Vale” Gutiérrez. También participó en las giras musicales del programa y en la banda Teen Angels, grupo al cual se incorporó oficialmente en 2011 en reemplazo de Eugenia La China Suárez. Tras el éxito de la tira juvenil, integró el elenco de las telenovela Dulce amor en 2012 y 2013; y de Taxxi, amores cruzados del 2013 a 2014. En cine, protagonizó El desafío, en 2015, y Encontrados, en 2020. En su faceta musical, lanzó su primer álbum solista Entre los árboles en octubre de 2017 y luego Que me hablen de amor en 2022, sumando sencillos como Mira Garúa, Iluminar, Temor y Caja de cartón. Este año volvió a generar revuelo al anunciar una nueva versión junto a Gastón Dalmau de la emblemática canción Abre tus ojos, retomando la conexión con su público originario de Casi Ángeles. En julio lanzó un EP titulado Volare, que incluye cuatro canciones, entre ellas, una versión de Volare de Domenico Modugno y colaboraciones con otros artistas como Lola Parda, Sofía Campos, Zenón Pereyra y Alex Ferreira. En el plano personal, Rochi está en pareja desde hace una década con el músico Milton Cámara, con quien tiene una hija, Lupe. Aunque están comprometidos desde hace algunos años, la actriz adelantó que planean celebrar una boda poco convencional el próximo año. Rochi Igarzábal: "Siempre decimos que en la escuela de Cris tenés esta cosa del oficio, de la disciplina, que uno la tiene que sostener en el tiempo". (Diego Barbatto) Pollo: — Lanzaste tu música en formato EP. ¿Por qué? ¿Es estratégica o es una cuestión de ir creando? Rocío: — Son cuatro temas y es un poco y un poco. Es una cuestión estratégica en cuanto a agruparlos y que tengas una portada de disco, por más de que sea un EP, es como un proyecto en sí mismo y a la vez una decisión artística porque son temas que están relacionados entre sí, forman parte de un periodo, de una búsqueda, una transición entre el sonido anterior que venía teniendo y una nueva búsqueda. Yo digo que es un disco puente entre un sonido y otro. Pollo: — Cuando hablás de un cambio de sonido o en la forma de comunicar, ¿tiene que ver con una decisión del tipo “vamos por acá” o responde más a algo interno, como “ahora tengo ganas de ir por este lado”? ¿Cómo manejás esas decisiones? Rocío: — Siempre empieza por adentro. Por lo menos mi proyecto musical se rige mucho por lo que voy sintiendo. Después se hace una decisión externa cuando uno dice: “Che, tengo ganas de ir por acá” y empezás a mostrar referencias, a manifestarlo y tu productor te escucha y empezás a laburar sonidos nuevos. Mi disco anterior es súper latino, grabado en vivo en el estudio con toda la banda junta, bien latino. Vientos, cuerdas, percusión, lo grabamos el mismo día, al mismo tiempo, con la voz incluida, que eso se suele hacer mucho en el estilo latino tradicional, que tenga cierta cosa viva, como algo que late ahí en la canción. Y las nuevas canciones traen ese sonido, pero lo vuelven un poco más contemporáneo, más moderno, como que hay sonidos que se reemplazan, más orgánicos, que pasan a ser un poquito más eléctricos, sin descuidar esa esencia latina que tanto me gusta. Pollo: — ¿Por qué Volare es parte de tu vida? Rocío: — Es muy loco porque siento que es una versión muy fresca, pero para mí es un recordar quién soy. Esa canción, la versión de Gipsy Kings, apareció en un momento de mi vida en mi infancia, en un aniversario de mis abuelos, en una diapositiva de PowerPoint que había hecho mi mamá con todas imágenes de mis abuelos. Era mi abuelo tirándose en paracaídas, sonaba Volare y me quedó esa sensación de “yo soy esto, tengo de esto”, porque me gusta mucho viajar, cantar, tengo algo con los pájaros, con el vuelo y la canción dice: “Volare, cantare”. Me significó un montón ese recuerdo puntual de mi infancia para construir una identidad creativa. Tenía ganas de volver a ese lugar de ternura mío para recordar todo eso. El video también está enfocado en ese lugar lúdico de la vida. Arranca en la casa de mis abuelos porque mi abuelo falleció el año pasado a los 100 años... Pollo: — ¿Un abuelo que querías mucho y que fue presente en tu vida? Rocío: — Sí, muy. Mi abuela ya había fallecido hace varios años, él se quedó solo en la casa, pero es la casa de mi infancia y cuando mi abuelo fallece en esa casa, que falleció en la cocina, de un paro, a sus cien años... Me quedó esa sensación de que de repente falleció y la casa quedó en silencio en ese preciso instante, esa casa llena de ruido donde íbamos con todos mis primos, donde se hacían los asados... de repente todos esos recuerdos están ahí, pero quedaron como guardados en silencio. Yo tenía ganas de hacer algo en esa casa. Y trayendo la canción, le doy como un cierre, un moño, a todo esto. Ahí dije: “Voy a grabar el video arrancando en esa casa”. La cantante rememoró su experiencia en Casi Ángeles y destacó el fuerte vínculo con sus compañeros de elenco. (Diego Barbatto) Familia, pareja, planes de casamiento y maternidad Pollo: — ¿Cómo está conformada tu familia? ¿Vos estás en pareja? Rocío: — Sí, estoy en pareja hace diez años. Pollo: — ¿Se están por casar? Porque vi un video tuyo que se hizo viral y era confuso. Rocío: — Sí, nadie entendió (risas). Porque hice lío… Nosotros dijimos: “Vamos a tomar con calma esto” porque no queríamos hacer un casamiento tradicional. Queríamos armar una especie de festival de música. Tenemos muchos amigos que tienen bandas, entonces dijimos: “Para el año que viene”. Pollo: — ¿No va a ser un casamiento tradicional sino un festival? Rocío: — Sí. Queremos celebrar que ya son diez años juntos, tenemos una hija de nueve y teníamos ganas de hacer algo que sea distinto. Pollo: — ¿Vos lo conociste a él en un viaje y al año nace Lupe? Contame cómo es la historia de ustedes. Rocío: — Exactamente. Nos conocimos en México... Pollo: — ¿Vos te fuiste a vivir a México? Rocío: — Yo venía de un proyecto muy intenso tras otro, Casi Ángeles, Dulce amor. También estuvo Teen Angels, que fue el proyecto que hizo RGB, que agarró la banda de Casi Ángeles y tuvimos dos años más de gira. Dulce amor que duró casi dos años. Termino Dulce amor y hago Taxxi, amores cruzados con Corrado y Catherine Fulop, después de eso grabé una película... Yo terminé la secundaria y justo en el último año de secundaria empecé Casi Ángeles, que duró seis años toda esa movida. Pollo: — No pudiste meter jodas con amigas… Rocío: — Claro, no tanto. Entre grabación y grabación metía algún que otro viajecito, pero cortitos. Disfrutaba también de lo que estaba viviendo, que tiene toda esa cuota de vorágine y de estar en el escenario constantemente, de viajar y de un proyecto muy intenso y muy 360. Pero me lime un poco y yo siempre fui muy curiosa, muy inquieta, con ganas de experimentar distintas cosas en mi vida y me quería ir de viaje con la mochila y nada más. Pollo: — ¿Y cómo cae México a tu vida? Rocío: — Una de mis mejores amigas estaba en la misma y me dice: “Mi prima está viviendo en Playa del Carmen y me dijo que allá hay una buena comunidad argentina, que para primer viaje de irte varios meses está bueno”. Así que fuimos y recorrimos toda la costa mexicana. Pollo: — ¿Y acá aparece el señor? Rocío: — Aparece el señor que estaba justamente viviendo en ese hostel y él tocaba a la noche con distintos grupos de música que habían armado ahí en una terraza. Y ahí medio que lo encaré yo. Él estaba medio timidón y hacía más tiempo que estaba viviendo allá. A mí me pasó algo muy loco cuando lo vi que fue como que ya lo conocía de algún lado. No lo había visto nunca en mi vida, pero yo sentía que lo conocía… Pollo: — Son esas cosas que pasan, pero por algo están juntos hace diez años. Rocío: — Sí. Aparte al mes de conocernos, empezamos a convivir y no nos separamos más. Convivimos en México, después yo volví a estrenar una película en enero del 2015, vendí todas mis cosas y me volví a México, mientras él seguía allá. Pollo: — ¿Y quedaste embarazada inmediatamente? Porque si se conocen hace diez… Rocío: — Yo lo conocí en septiembre del 2014 y quedé embarazada casi un año después. Yo nunca tuve esto de Susanita, de que ya quiero casarme y quiero tener hijos. Pero cuando lo conocí a él, dije: “Tengo ganas de proyectar con vos una vida, una familia”. Tenía 24 años, estábamos viajando y vino Lupita. Llegó rápido, pero yo la miro y digo: “Era Lupita, tenía que venir”. El video de Volare rinde homenaje a la infancia y a la familia de Rocío. Un fragmento fue grabado en la casa de sus abuelos. (Diego Barbatto) Experiencia en Casi Ángeles y vínculos con sus compañeros Pollo: — Cuando los escucho hablar en distintas entrevistas tienen como una unión entre ustedes, más allá que obviamente hay momentos en donde tienen más o menos contacto. Pero son como una gran familia... Rocío: — La verdad es que hemos compartido tantos momentos y para mí las personas que conviven con vos en la adolescencia te atraviesan de por vida, conocen lugares tuyos muy personales y nosotros convivíamos. Pasábamos horas y horas. Todo lo que te pasaba lo hablabas con esas personas. Pollo: — Son compañeros que, en muchos casos, se transformaron en amigos. Rocío: — Claro. Hoy en día sí hay muchísimo cariño y hay algo muy loco que es que cuando nos vemos, que no es tan seguido porque cada uno tiene sus proyectos, hay algo que está intacto, hay confianza y esa cosa más íntima de que sabemos todo lo que vivimos. Pollo: — Yo vi un clip de Cande Vetrano que dijo que era un “todos con todos” en tema romance. ¿Esto sigue siendo cierto? ¿Vos entraste en esa rueda? Rocío: — Imaginate... Era un viaje de egresados constante. Obvio. Yo estuve de novia con Pablo Martínez. Y aparte pasaba que era un dominó. Una se peleaba con alguno y todas nos peleábamos con todos. De repente era todas las mujeres por un lado y los varones por otro. Se desataba como una guerra y de repente todas las parejitas volvían. Era como un viaje de egresados literal y constante. Pollo: — Pero con mucha responsabilidad porque después llenaban teatros por todos lados y tenían que trabajar. Pollo: — Es que sí. Siempre lo decimos: es la escuela de Cris. Tenés esta cosa del oficio, de la disciplina, que uno la tiene que sostener. También tenés una edad en donde el cuerpo te da. Hoy, no sé (risas). Pollo: — Ahora tenés una familia. Es muy difícil irte, viajar y grabar todo el tiempo. Rocío: — Es muy difícil. Y hay algo que yo le doy mucho valor y es a tener tiempo para estar en mi casa, con mi familia, a poder ir a buscar a mi hija al colegio, estar cuando me necesita. Esas cosas son parte de mis prioridades fundamentales. Le doy el espacio y por suerte con Milton, mi pareja, somos los dos muy compañeros en ese aspecto. Es hermoso armar un poco el laburo en base a estar presente en casa. Encuentros con fans y anécdotas significativas Pollo: — Fue una locura lo que se vivió con Casi Ángeles en Argentina y en varias partes del mundo. ¿Qué cosas raras te pasaron con fanáticos? ¿Te quedó alguna anécdota loca de esa época? Rocío: — Tengo varias. Una fue que el día cumplía 21 años y me había quedado a dormir en lo de mis viejos. Yo ya vivía sola, pero había llegado de viaje y me quería levantar en mi cumpleaños con mi familia. Pollo: — Hasta ahí, hermoso. Rocío: — El tema es que me levanto, bajo al living de la casa de mis viejos y había una chica sentada con 21 regalos en el living de mis papás. Era una de las fans que siempre iba a la puerta de canal y resulta que la chica vivía muy lejos, se había tomado no sé cuántos colectivos y trenes para llegar a mi casa. Y había hablado con mi mamá por teléfono... Pollo: — ¿Mamá era amiga de la fanática? Rocío: — Yo después tuve una charla con mamá y le expliqué un poco la situación, le dije: “Vos no podés hacer esto sin consultarme porque estás dando la dirección de tu casa”. ¡Por suerte no era en mi casa! Mamá me dijo: “Bueno, es que me habló, me dijo y no pude”. La verdad es que mi vieja es muy sensible y empática, entonces le abrió las puertas. Pollo: — ¿Y ella pasó el cumpleaños con vos? Rocío: — ¡Claro! Y yo sentada en pijama, recién despierta, sacándome fotos con la nena, con los 21 regalos. Abriendo cada uno de los regalos (risas). Pollo: — Muy bueno, pero muy zarpado también. Rocío: — Otra que me pasó es que un día me llegó una guitarra de Israel. Una chica que había ahorrado durante todo el año para comprarme una guitarra electroacústica y me la mandó de Israel a Buenos Aires. Pollo: — ¡Una reina! Rocío: — Total. Adentro del estuche, que era un estuche rígido, que viajó de allá para acá tenía la carta que explicaba todo. Pollo: — Que miedo a abrir eso, ¿no? Rocío: — Bueno, sí. Pero había atravesado todos los controles correspondientes y llegó a la puerta de mi casa. Adentro tenía la carta de la chica que me decía que ella había trabajado durante todo el año para poder comprarme esa guitarra. Quería que yo siga tocando, que escriba canciones. Esas cosas que decís: “¡Qué locura total!”. Rochi se animó al Juego del Millón y contó en qué invertiría el dinero. (Diego Barbatto) Millón Con una valija llena de dólares, el Pollo invitó a Rocío a comprar todo lo que desee. El único requisito es que el dinero no se puede donar ni guardar como ahorro. ¿Qué eligió? Pollo: — ¿Qué comprarías primero? Rocío: — Lo primero que pensé sería una casa en la playa. Una casa en México. Pollo: — ¿Te gustó vivir en la playa? Rocío: — Sí, me gustó México en sí y siento que tiene un valor para mí... Argentina lo tiene también porque es mi país natal. Pero México tiene como una magia para mí muy especial y me encantaría tener una casa ahí. Pollo: — Es como que volviste a nacer ahí, conociste a tu esposo… Rocío: — Sería en la Laguna de Bacalar, la Laguna de los Siete Colores, pasando Tulum. Pollo: — ¿Y que vale más o menos Una casa frente a la playa? Rocío: — No sé. Pero, ponele que unos 500 mil dólares. Pollo: — Bueno, te quedan 500. Rocío: — Usaría 300 para una casa acá, una linda casa con todo lo que queremos: con una sala de ensayo, un estudio. Con todo… Pollo: — ¿En qué barrio te gustaría? Rocío: — Me gusta Tigre, donde vivo. Y esa casa también le quedaría a Lupe. Pollo: — Te quedan 200 mil. Rocío: — Me pondría un lindo cafecito. ¿Alcanza? Pollo: — Sí, uno tranquilo para ir de menor a mayor. Rocío: — Sí, en realidad me gustaría... que tenga vermutería, focaccia, etc. Que tenga un espacio para armar cosas culturales... Pollo: — Vamos a poner 200 y después vos le sumás un poquito más. Rocío: — ¿Vos me prestás un poco? Pollo: — Vamos y vamos, porque me gustó el plan. Rocío: — Listo. La pregunta Pollo: — La producción seleccionó tres canciones tuyas. Vos tenés que elegir una y decir cuál te representa más y por qué. A: Antes de partir, B: Abre tus ojos o C: El día que me quieras. Rocío: — Yo diría claramente: Antes de partir. Pollo: — ¿Por qué? Rocío: — Porque fue el primer bolero que escribimos con Nico Cotton, Mateo Rodó y Milton. Y fue como un inicio, una apuesta de ir por ese estilo de música. La letra tiene esta cosa nostálgica de esos momentos que atesoramos y se van, sobre qué va a ser de uno después de esos momentos que disfrutamos tanto. Creo que tiene algo muy personal mío, también.

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