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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 28/07/2025 06:48
La mezcla de agua, vinagre y orégano actúa como barrera natural contra insectos en el hogar (Imagen Ilustrativa Infobae) En los últimos años, numerosas familias renovaron el interés en incorporar soluciones naturales en el entorno doméstico, motivadas por la búsqueda de ambientes libres de tóxicos y por la eficacia de ciertos ingredientes tradicionales. Entre las prácticas más populares, destaca el vaso de agua mezclada con orégano y vinagre blanco en diferentes partes del hogar. Esta alternativa ecológica y económica, respaldada tanto por costumbres ancestrales como por estudios recientes, demuestra su utilidad como técnica de limpieza y en aspectos vinculados a la salud y el bienestar dentro de la casa. Por qué se pone un vaso de agua con orégano y vinagre en algunas partes de la casa Colocar un vaso que contiene una mezcla de agua, orégano y vinagre en espacios específicos responde a la necesidad de afrontar desafíos cotidianos como alejar insectos y mantener la higiene. Ubicar este preparado en zonas como rincones, debajo de muebles o cerca de entradas surge de la combinación de beneficios que estos ingredientes aportan juntos. El objetivo principal es frenar la proliferación de plagas comunes. Cuando ciertas áreas del hogar, como grietas o zonas poco accesibles, se convierten en focos de insectos, el vaso con esta mezcla actúa como barrera natural. El ambiente generado por su aroma, junto con los compuestos activos del orégano y la acidez del vinagre, dificulta la presencia de mosquitos, hormigas y cucarachas. El vinagre blanco y el orégano ofrecen una alternativa ecológica y económica para limpiar y desinfectar la casa (Imagen Ilustrativa Infobae) Según Martha Stewart Living, el vinagre blanco resulta eficaz para repeler hormigas y neutralizar olores por su acidez, lo que lo convierte en un recurso básico para quienes optan por limpiar y desinfectar sin productos agresivos. Más allá del control de plagas, también existe un componente simbólico o ritual para quienes priorizan soluciones naturales. Este preparado transmite la intención de mantener un entorno limpio, saludable y protegido con elementos presentes en la mayoría de los hogares. Esta práctica se reafirmó a lo largo de generaciones como una opción sencilla y efectiva frente a problemas recurrentes. Para qué sirve un vaso de agua con orégano y vinagre en casa Entre las aplicaciones concretas de esta preparación sobresale su función como repelente natural de insectos. El vinagre blanco, conocido por su olor y acidez, altera el entorno y desmotiva la presencia de cucarachas, mosquitos y hormigas. Por su parte, el orégano aporta compuestos como el carvacrol, de reconocido poder antimicrobiano y capaz de incomodar a plagas. Así, el preparado representa una alternativa libre de químicos para quienes buscan soluciones poco agresivas, especialmente en hogares con niños o mascotas. El orégano aporta compuestos antimicrobianos y antioxidantes que refuerzan la higiene y protección del hogar (Imagen Ilustrativa Infobae) Respecto a la salud, algunos atribuyen a esta mezcla cualidades digestivas. Consumido en forma diluida y bajo recomendación experta, puede estimular la producción de jugos gástricos y favorecer la digestión, gracias a los posibles efectos carminativos del orégano, que ayudan a reducir molestias estomacales leves. Sin embargo, en el contexto de higiene ambiental, el uso principal es siempre externo. Por otra parte, el vaso de agua con orégano y vinagre funciona como desinfectante ambiental y agente para mantener superficies libres de bacterias. A medida que se evapora lentamente, ciertos componentes ayudan a neutralizar olores y a limitar el desarrollo de microorganismos en puntos críticos de la vivienda. Un estudio de la Journal of Applied Microbiology mostró que el aceite esencial de orégano (especialmente el carvacrol) tiene actividad antimicrobiana efectiva contra Escherichia coli, Staphylococcus aureus y otros patógenos habituales en ambientes domésticos. El poder desinfectante del orégano y el vinagre La eficacia de la mezcla de vinagre blanco y orégano se debe a las propiedades de cada ingrediente. El primero, obtenido por fermentación de caña de azúcar o malta, destaca por su alto contenido de ácido acético, un compuesto con capacidad comprobada para destruir bacterias, hongos y ciertos virus. Este ácido logra modificar el pH ambiental, dificultando la subsistencia de microorganismos. El uso continuado de la mezcla representa una solución duradera y libre de químicos agresivos para la limpieza doméstica (Freepik) El orégano, por su parte, suma compuestos fenólicos como el carvacrol, potente antimicrobiano natural. Adicionalmente, sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes refuerzan el efecto higiénico de la mezcla, al permitir una doble protección: la desinfección física y la neutralización de posibles agentes irritantes. Estudios recientes publicados en Antibiotics confirmaron que el aceite esencial de orégano puede descomponer biofilms bacterianos en superficies de acero inoxidable y vidrio, asegurando su eficacia como desinfectante ecológico. El vinagre blanco destaca por su ácido acético, eficaz para destruir bacterias, hongos y virus en superficies (Freepik) Al combinar ambos ingredientes en agua, se amplía el espectro de acción, sumando efectos antisépticos, bactericidas y antifúngicos. Esta alternativa contribuye a la higiene general sin recurrir a productos industriales que pueden afectar el ambiente o la salud. Además, el uso continuado del vaso con la mezcla representa una opción duradera y económica frente a los limpiadores convencionales, consolidándose como una herramienta versátil para quienes buscan cuidar su hogar con soluciones simples y naturales.
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