16/07/2025 14:53
16/07/2025 14:53
16/07/2025 14:52
16/07/2025 14:52
16/07/2025 14:52
16/07/2025 14:52
16/07/2025 14:50
16/07/2025 14:50
16/07/2025 14:50
16/07/2025 14:49
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 16/07/2025 10:46
El aquaplaning ocurre cuando los neumáticos pierden contacto con el asfalto por acumulación de agua (Imagen ilustrativa Infobae) La llegada de la lluvia suele transformar la rutina de manejo en una experiencia llena de desafíos inesperados. Más allá de la simple precaución por el asfalto mojado, existe un fenómeno que puede tomar por sorpresa incluso a los conductores más experimentados: el aquaplaning. Esta situación, tan común en temporadas de tormentas, pone en riesgo la seguridad de quienes circulan tanto por la ciudad como por rutas y autopistas. Qué es el aquaplaning Cuando la lluvia gana terreno sobre el asfalto, el riesgo del llamado aquaplaning, o también acuaplaneo e hidroplaneo, se presenta como uno de los mayores desafíos de la conducción segura. El fenómeno ocurre cuando el agua acumulada en la calzada forma una lámina, que los neumáticos no logran evacuar, interceptando el contacto directo entre la banda de rodamiento y la superficie vial, de acuerdo con la descripción del Manual del Conductor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La visibilidad limitada y el mal estado del pavimento pueden potenciar el riesgo de aquaplaning en días de lluvia (Imagen ilustrativa Infobae) El principio físico detrás del aquaplaning es claro: si el volumen de agua bajo las ruedas supera la capacidad de evacuación de los surcos del neumático, el automóvil literalmente se desliza sobre el líquido. El conductor primero percibe una sensación de “flotabilidad” en el eje delantero, muy parecida al comportamiento sobre placas de hielo, con una facilidad inédita para girar el volante y una inminente pérdida de dirección, detalla la Fundación MAPFRE. En ese instante, el control del vehículo queda sensiblemente reducido y cualquier intento de maniobra puede resultar ineficaz hasta recuperar la adherencia al asfalto. Cómo evitar el aquaplaning con lluvia El sistema de frenos debe estar en óptimas condiciones para responder mejor bajo lluvia, indica el Manual del Conductor de CABA (Imagen ilustrativa Infobae) Frente al aquaplaning, la prevención y la prudencia al volante son las mejores aliadas. Un primer aspecto crucial, coincidente con las indicaciones del Manual del Conductor de CABA, es moderar de inmediato la velocidad en días de lluvia. Reducir la marcha incluso por debajo de los límites legales otorga a los neumáticos el tiempo necesario para drenar el agua y conservar la tracción. La suavidad en las maniobras también cobra protagonismo: es clave evitar frenadas y giros bruscos. Cualquier movimiento repentino puede hacer perder el control del vehículo de forma irreversible. En la misma línea, aumentan la distancia de seguridad y mantener siempre la atención máxima al tránsito y el estado de la vía resulta obligatorio para poder reaccionar a tiempo ante cualquier imprevisto. Un último factor a considerar es la estructura de la propia calzada: zonas con drenajes deficientes, pendientes mal orientadas, o pavimento en mal estado aumentan las probabilidades de acumulación de agua y, por ende, de aquaplaning. Qué partes del auto hay que revisar para evitar el aquaplaning La sensación inicial de "flotación" al volante es uno de los primeros síntomas del aquaplaning (Imagen ilustrativa Infobae) La prevención del aquaplaning no descansa únicamente sobre el modo de conducir, sino que requiere una atención minuciosa a piezas clave del vehículo. Una de las recomendaciones más sólidas surge del seguimiento del estado de los neumáticos. Según el Manual de Conductor de CABA, es necesario controlar mensualmente la presión de inflado y la profundidad de la banda de rodadura, ajustándose siempre a las indicaciones del fabricante para cada modelo específico. Los especialistas advierten que los neumáticos desgastados, con ranuras poco profundas o de baja calidad, pierden eficiencia para desalojar el agua y se convierten en un factor central de riesgo. El sistema de frenos también requiere especial atención, siendo fundamental garantizar su funcionamiento óptimo, como indica el Manual del Conductor de CABA, para mejorar la capacidad de respuesta ante un imprevisto, siempre evitando frenadas bruscas y persistentes bajo lluvia. Revisar mensualmente la presión y el estado de los neumáticos ayuda a anticipar situaciones de riesgo (Imagen ilustrativa Infobae) Por último, los expertos recomiendan inspeccionar periódicamente el parabrisas, los limpiaparabrisas y los sistemas de iluminación y señalización. Estos componentes, aunque no influyen directamente en el contacto de los neumáticos con el pavimento, sí aseguran la visibilidad y la percepción de los peligros, permitiendo anticipar zonas de riesgo y mejorando la toma de decisiones a la hora de enfrentar condiciones meteorológicas adversas.
Ver noticia original