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» Misionesopina
Fecha: 16/07/2025 14:52
Después de cinco meses de investigación sobre aquel brutal ataque que sufrió la joyera Ana María Oleynicak (54) en su casa sobre la calle Pedro Méndez, de Posadas, en una tarde calurosa de febrero, el sindicado agresor en la causa Nicolás Yamaguchi (26) fue trasladado a la Unidad Penal VIII de Cerro Azul bajo la orden de prisión preventiva. Fuentes consultadas confirmaron a El Territorio que la medida la firmó este lunes 14 de julio el juez Fernando Verón. Permanecía alojado en una comisaría jurisdiccional, y con la reciente orden su traslado fue inmediato. Señalaron los mismos voceros que fue escoltado este lunes hasta la cárcel VIII, a poco más de 78 kilómetros de la ciudad capital. La carga de elementos probatorios en su contra era contundente. Desde cotejos de material genético que confirmaron su presencia en el lugar del ataque aquel 11 de febrero, hasta la versión de la propia víctima. Oleynicak, malherida y todavía en el hospital, logró declarar ante el juez que “el Japo” era un cliente habitual y que esa tarde fue a su domicilio, sin esperarse que ocurriera el asalto que la dejó luchando por su vida durante varios días. Este matutino pudo saber de primera mano que la víctima describió que Japo -como lo identificó en su declaración ante Verón- era su cliente habitual y que debía dinero por joyas que había comprado tiempo atrás. En esa instancia negó un vínculo de pareja con el acusado y ratificó que se conocían únicamente por el mercado de las alhajas. Con estas y otras pruebas que lo ubican prácticamente de forma directa como responsable del ataque, Yamaguchi fue imputado por intento de homicidio criminis causa -es decir, por intentar matar a la mujer para encubrir otro delito, en este caso, robo de dinero y joyas-. Rastros de ADN en la ropa Uno de los pasos previos para determinar la implicancia de el Japo en la tentativa de asesinato fue el cotejo de su ADN con muestras de prendas de vestir ensangrentadas que fueron halladas dentro de la vivienda en el barrio El Palomar. Las pericias, hechas el 26 de marzo, dieron resultado positivo. Y si bien esto complicó aún más la situación del detenido, hasta esta semana no había novedades de la prisión preventiva. Los informes médicos confirmaron que la joyera sufrió 22 puñaladas en los brazos, cuello y en el tórax. Fue tal el ensañamiento que una de las estocadas dañó uno de sus pulmones, lo que agravó su cuadro y motivó a que la mujer permaneciera por diez días en terapia intensiva en el hospital Madariaga. El cuidado del equipo médico y la respuesta favorable de su organismo a las intervenciones quirúrgicas a las que fue sometida permitieron que Ana María pudiera contar en primera persona lo vivido. Pero el ataque no fue menor y, se presume que por el shock y el temor, la mujer se mudó de Posadas. El inmueble todavía evidencia los graves daños materiales que dejó el incendio que se desató allí, mientras la vecina yacía malherida. Es que, según la reconstrucción hecha hasta la fecha por la Justicia, Yamaguchi antes de huir intentó borrar cualquier evidencia prendiendo fuego el lugar. La joyera pudo ser rescatada por la Policía y por la División de Bomberos, gracias a que vecinos advirtieron de las llamas que salían de la casa ubicada en la esquina de Pedro Méndez y la calle Comandante Rebollo de Posadas. “Fue el Japonés” Cuando fue rescatada, Oleynicak expulsó entre gemidos: “Fue el Japonés”. En principio, y con escasas pruebas, no se sabía que se trataba del exagente Yamaguchi. Hasta que el análisis de las bases de datos de la fuerza provincial corroboraron que el detenido había efectuado una denuncia por intento de robo en su domicilio en el barrio Ingar, unas dos horas después de haber atacado a la joyera. Con esta denuncia, el joven comentó tener lesiones en las manos y brazos, por lo que solicitó certificado médico para ausentarse de su puesto en la fuerza el 12 de febrero, y tras eso pidió licencia médica. Sin embargo, según el sistema del organismo provincial, esa licencia nunca le fue aceptada. La coincidencia en las fechas, la aparición del apodo del Japo y la sospechas de un certificado médico que nunca ingresó al sistema motivaron a que la Justicia pusiera la lupa sobre el ahora exefectivo policial. Un día después del intento de homicidio en El Palomar, el implicado se encontraba en calidad de prófugo. Una semana después del ataque, el 17 de febrero, el suboficial se entregó a las autoridades en una comisaría de Bernardo de Irigoyen. Su defensa la lleva adelante Federico Tilli. En cifras 22 Informes médicos confirmaron que la joyera sufrió 22 puñaladas en los brazos, el cuello y el pecho. Una de las estocadas casi le costó la vida y terminó dañándole uno de los pulmones. Fuente: El Territorio
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