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» Misionesopina
Fecha: 03/07/2025 21:36
Tras el furor por la inteligencia artificial (IA), una nueva tendencia tecnológica empieza a ganar terreno en los mercados financieros globales: la computación cuántica. Aunque su desarrollo práctico sigue rodeado de incertidumbre, los inversores comienzan a mirar con atención este sector emergente, que promete revolucionar industrias enteras con su capacidad de procesamiento exponencialmente superior a la de los ordenadores clásicos. El paso más concreto hacia la canalización de capitales en este campo lo dio VanEck, que lanzó el primer ETF (fondo cotizado en bolsa) vinculado a la computación cuántica en Europa. El producto, llamado VanEck Quantum Computing ETF, permite realizar inversiones diversificadas en empresas que investigan, desarrollan o poseen patentes clave en tecnologías cuánticas. Según su CEO en Europa, Martijn Rozemuller, “vivimos el inicio de la era de los ordenadores cuánticos”. Aunque la teoría detrás de estas computadoras existe desde fines del siglo XX, recién en los últimos años se transformó en una verdadera “ola de innovación global”. La dimensión del fenómeno empieza a reflejarse en los números: en los últimos cinco años se han concedido más de 10.000 patentes relevantes en el área de computación cuántica, y según una proyección de McKinsey, el mercado podría alcanzar un valor de 130.000 millones de dólares para 2040. A diferencia de los ordenadores clásicos, las computadoras cuánticas exploran múltiples caminos computacionales en paralelo, lo que les permite resolver problemas complejos en tiempos radicalmente menores. Un caso paradigmático es el experimento realizado por Google, que logró resolver con un procesador cuántico una operación que habría tomado 10 septillones de años a una supercomputadora tradicional. El tiempo que tardó: apenas cinco minutos. El ETF de VanEck replica el índice MarketVector Global Quantum Leaders, que selecciona 30 compañías con fuerte participación en el desarrollo cuántico. En lo que va del año, muestra un crecimiento de 18,07%, y en los últimos cinco años tuvo un crecimiento acumulado de 140,89%. Algunas son pure players, es decir, empresas que ya obtienen la mayor parte de sus ingresos del sector. Las más destacadas son Ionq y D-Wave, que juntas concentran cerca del 30% del índice. A ellas se suman gigantes tecnológicos como IBM, Alphabet (Google) y Honeywell, que sin ser exclusivamente cuánticas, lideran iniciativas clave en este ámbito. El interés creciente por el sector se da en un contexto en el que el mercado estadounidense acumula fuertes ganancias: el Nasdaq registró su mejor trimestre desde 2020, y el S&P 500 cerró el primer semestre de 2025 con un alza del 5,5%. La computación cuántica aparece así como una nueva narrativa para capturar el entusiasmo de los inversores, tras el boom de la inteligencia artificial. Sin embargo, no todo es euforia. Como en toda tecnología disruptiva en fase inicial, existen riesgos relevantes: la utilidad comercial concreta de los ordenadores cuánticos aún es limitada, y su éxito económico de largo plazo no está asegurado. Aunque el sector exhibe avances significativos, muchos especialistas coinciden en que la transición hacia aplicaciones comerciales ampliamente adoptadas llevará tiempo y enfrentará desafíos técnicos considerables. Pese a ello, el capital comienza a posicionarse temprano en una carrera que promete redefinir los límites de la informática y, quizás, del propio mercado financiero. Fuente: U24
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