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» AgenciaFe
Fecha: 22/06/2025 11:03
Por demasiado tiempo Argentina intentó resolver sus crisis con parches improvisados, sin animarse a revisar a fondo el modo en que se toman las decisiones claves de la economía. No es solo un problema técnico. Es político. En el corazón de las crisis recurrentes se encuentra una verdad incómoda: las instituciones económicas más importantes —el Banco Central, el sistema tributario, y la ley de coparticipación— fueron diseñadas con una lógica profundamente centralista. Y ese centralismo, además de ser injusto, resulta ser también profundamente ineficiente. Esta convicción fue el eje de una jornada que organizamos en la Cámara de Diputadas y Diputados bajo el título "Repensando las instituciones económicas de Argentina en clave federal", en la que participaron la diputada nacional Mónica Fein, el investigador del Conicet Ignacio Trucco y el economista de Fundar, Guido Zack. Tres enfoques distintos, pero una misma conclusión: si queremos construir un proyecto económico común, necesitamos instituciones que representen a todos los sectores y a todos los territorios de la Argentina. La macroeconomía debe ser materia federal Ignacio Trucco abrió el debate con una perspectiva muy potente: los problemas macroeconómicos argentinos no solo se explican por decisiones equivocadas o por restricciones externas. También son consecuencia directa de instituciones agotadas. Con datos contundentes el investigador mostró que la economía argentina se caracteriza por la volatilidad, con ciclos de atraso cambiario seguidos de bruscas depreciaciones, característica que desde hace un tiempo otras economías latinoamericanas resolvieron, no así la nuestra. Esa inestabilidad beneficia sistemáticamente al sector financiero, que cuenta con liquidez, información y capacidad de arbitraje que le permiteresguardarse de estos vaivenes, en tanto que castiga al resto de la economía. “¿Quién pone los dólares para sostener esa dinámica? Las regiones exportadoras. Es decir, el interior productivo y lo paga la Argentina en su conjunto con grandes recesiones cada vez que estos ciclos se cortan”, indicó. Trucco llamó a discutir la gobernanza de las instituciones económicas, tanto desde el punto de vista monetario-cambiario, como tributario. “Son deudas pendientes del capitalismo argentino y de su organización institucional, de instituciones que llamamos soberanas, pero que no necesariamente deben ser centralistas”, concluyó. El mandato constitucional que nunca se cumplió La diputada nacional Mónica Fein recordó que la reforma de la Constitución en 1994 incorporó un mandato en el artículo 75: crear un Banco Federal con facultad de emitir moneda, con participación de las provincias en las decisiones. Treinta años después, esa cláusula sigue sin aplicarse, más allá de reiterados proyectos ingresados en el congreso de la nación. “Hoy tenemos un Banco Central desconectado de la realidad del país, que reproduce desigualdades regionales y limita el acceso al crédito”, advirtió. En respuesta, presentó el proyecto de ley que está en debate y propone federalizar el Banco Central, no solo incorporando representación provincial en su directorio, sino construyendo una nueva institucionalidad, con presencia territorial efectiva y políticas adaptadas a la diversidad económica del país. La propuesta apunta a federalizar su estructura y descentralizar las operaciones. Para Fein, no se trata de una discusión técnica, sino de una definición estratégica: “si no reformamos nuestras instituciones económicas, las provincias seguirán siendo espectadoras de las decisiones que definen su destino”. Una reforma tributaria para equilibrar el país El economista Guido Zack, director del área económica de Fundar, fue el encargado de cerrar la jornada con una presentación centrada en el sistema tributario y la necesidad de reformar la ley convenio de coparticipación federal. La norma vigente data de 1988 y se basa en coeficientes fijos que ya no reflejan ni la distribución poblacional ni la dinámica económica actual. “Es una ley obsoleta que opera sobre un sistema tributario regresivo y distorsivo. Las provincias tienen un rol clave y deben ser parte activa del rediseño del esquema fiscal”, sostuvo. Zack subrayó que Argentina presenta una de las desigualdades territoriales más marcadas del mundo. El Producto Bruto Geográfico (PBG) de la ciudad de Buenos Aires es seis veces superior al de las provincias con menor riqueza del país. “Si queremos que un niño que nace en cualquier rincón del país tenga las mismas oportunidades, necesitamos un sistema de transferencias intergubernamentales que equilibre la cancha”, afirmó. En esa línea, planteó que el esquema tributario y la nueva ley de coparticipación deben reformularse bajo criterios de coordinación y armonización entre Nación y provincias, y no de competencia. La colaboración entre niveles de gobierno —remarcó— no es solo una cuestión de justicia distributiva, sino también una condición de eficiencia estatal. “La experiencia nacional muestra que cuando competimos tuvimos un sistema tributario más distorsivo que atenta contra la competitividad y la formalidad”, advirtió. El federalismo como proyecto de país Argentina necesita instituciones económicas que representen su diversidad territorial y productiva. Solo así podremos construir un proyecto común. Por eso insistimos en el federalismo. Reformar el Banco Central, modificar el sistema impositivo argentino, actualizar la coparticipación federal y coordinar el sistema tributario, no son tecnicismos: son decisiones políticas impostergables si queremos caminar hacia un modelo de desarrollo con inclusión. Por Mariano Cuvertino
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