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Parana » Ahora
Fecha: 21/05/2025 03:26
El juez de Garantías de Paraná, Mariano Budasoff, dispuso enviar a la cárcel a Facundo Arrúa, el joven de 22 años que está acusado de matar de un disparo de escopeta a Patricio Arredondo, de 23 años. El hecho ocurrió el sábado a la madrugada en la localidad de Hernandarias. Según se informó a AHORA, Arrúa, que se mantuvo prófugo hasta el domingo al mediodía, se abstuvo de declarar ante el fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull. Por consejo de su abogado, eligió el silencio en esta etapa de la Instrucción Penal Preparatoria (IPP). El imputado, que es representado por el defensor oficial, Rodrigo Juárez, ya se encuentra alojado en la Unidad Penal N.°1, donde estará en un principio por 20 días. Montrull acusó a Arrúa por el delito de homicidio simple, que contempla una pena de ocho a 25 años de cárcel. La Fiscalía argumentó su pedido de la medida de coerción más gravosa en el peligro de fuga y entorpecimiento de la causa que existía si Arrúa no iba a la cárcel. La defensa no objetó el planteo y el juez Budasoff dispuso que la medida de prisión preventiva se ejecute por 20 días. Los informes preliminares del trabajo de campo que realizó la División Homicidios, a cargo de Miguel Delavalle, determinan en un principio que Arrúa es el responsable de la muerte de Arredondo. Sin embargo, el fiscal solicitó una serie de medidas para tener más pruebas para acusar. La pelea, el disparo y la muerte Todo comenzó pasada la medianoche del sábado 17 en una zona entre las calles Eva Perón y Córdoba. Allí, un grupo de jóvenes compartía bebidas y charlas cuando Arrúa se sumó a la reunión. Un cruce de miradas con Arredondo hizo que se reavivaran viejas tensiones, hasta que el enfrentamiento se tornó físico: Arredondo le propinó un golpe de puño. Ambos se retiraron, pero la calma duró poco. Arrúa regresó con un machete colgado de la cintura y una escopeta en sus manos, buscando a “Chocho”, como le decían a Arredondo. Los amigos trataron de calmarlo para que la situación no pase a mayores, pero Arrúa no entró en razón. Patricio Arredondo tenía 23 años y murió de un disparo que le ejecutó un amigo. Un minuto después, el estruendo de un disparo rompió la noche. Algunos pensaron que había sido un tiro al aire, pero igual decidieron alertar a la Policía. Cuando el patrullero llegó, sus luces iluminaron una escena devastadora: el cuerpo sin vida de Arredondo, tendido sobre la tierra. Arrúa eligió primero el monte y luego el cementerio para esconderse. No obstante, el domingo 18 cerca de las 12 fue observado por personal policial que lo estaba buscando. No habló. Se mantuvo en silencio, el mismo que siguió guardando ante el fiscal.
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