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» Data Chaco
Fecha: 16/05/2025 00:41
Desde una caída sin paracaídas hasta una ovación en el monte chaqueño. La historia de Silvio Villalba no se construye en escenarios convencionales, sino en veredas, escuelas y parajes. Titiritero del Grupo Bermejo, visitó los estudios de "El Garage de Data" para presentar su versión de una obra basada en el relato de Tomás Carrasquilla, un autor que supo trasladar la oralidad popular al papel y, desde allí, al teatro y al cine. Silvio tomó ese texto y lo transformó en una alquimia escénica: una fusión de actuación, títeres, máscaras y objetos. La propuesta no busca imitar, sino traducir y reinterpretar. La obra se titula "En la diestra de Dios Padre" y se presentará el 20 de mayo en la Casa de las Culturas. El público podrá asistir a las funciones escolares por la mañana y a una función abierta, prevista para las 20:00. El espectáculo conmueve, en parte, por su sensibilidad estética y, en parte, por las historias que lo rodean. Villalba recordó una función en un paraje cercano a Nueva Pompeya, en la vereda de la casa de un maestro. Luego de la obra, un niño se acercó en silencio. No habló, no pidió nada. Le tendió la mano con una tortuga pequeña, se la ofreció sin explicaciones y se marchó. "No vino a pagar, vino a compartir", reflexionó el artista. Esa experiencia, y muchas otras, lo convencieron del poder simbólico del títere. "No es solo un muñeco, es una extensión del alma. Puede ser un objeto, un animal, una sombra, y sin dejar de ser objeto representa algo más", explicó. Según Villalba, este arte no desaparecerá, porque nació con la humanidad . "Los primeros títeres fueron las sombras que hacíamos en la caverna. Contábamos historias desde entonces", afirmó. Sus inicios en el títere Sus comienzos en el teatro se remontan a 1986, tras un accidente durante una práctica de paracaidismo. Durante la recuperación, descubrió el mundo escénico junto a Gladis Gómez y se incorporó al elenco provincial de títeres. Desde entonces, no abandonó más el camino. "Soy actor, trabajé en películas, pero con los títeres uno puede explorar sin límites", compartió Villalba. En su propuesta, el titiritero no se esconde: participa con el rostro descubierto, se mueve entre los personajes como uno más. A veces con máscara, a veces con su propia voz. Las técnicas se entrelazan con la emoción. Quien quiera ver el espectáculo puede acercarse el martes 20 a la Casa de las Culturas o gestionar funciones escribiéndole directamente al 3624 619124. También se ofrece para escuelas e instituciones.
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