Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Financiamiento de las campañas

    Colon » El Entre Rios

    Fecha: 04/05/2025 09:30

    Los años electorales suelen ser un motivo de excitación para la política y un motivo de fastidio para los ciudadanos, para quienes lo mejor que pueden hacer los políticos es no jorobarlos. Un deseo casi siempre insatisfecho. Las disputas internas y dentro de cada extremo del espectro político casi siempre terminan en decisiones que complican a la gente. Entre ellas, la separación de las fechas de las elecciones locales de la nacional. Hasta las que en apariencia son disputas por cargos locales menores son motivo de ásperas confrontaciones políticas. La política, a derecha e izquierda, mantiene las viejas mañas. Una de las más intrigantes, desde siempre, es la de del financiamiento de las campañas. Tantos candidatos para puestos que parecen menores, y tan pocos aportantes privados legales no pueden dejar de levantar sospechas en cada elección. En eso de financiar campañas, los oficialismos siempre llevan las de ganar. Manejar “la caja” es una forma no solo de enriquecimiento personal, sino, sobre todo, de manejar los mecanismos que permiten financiar campañas millonarias. Cuando en la prensa salen a la luz las disputas por el control de PAMI, la Aduana, la AFIP, y vemos funcionarios desplazados en áreas que manejan subsidios o contrataciones, es inevitable sospechar que algo huele mal detrás de las noticias. A veces, la sospecha se extiende hacia frentes inesperados, como ocurre con el caso de la criptomoneda $LIBRA. La reforma política es una asignatura pendiente en Argentina. Es bienvenida la boleta única de papel, pero es un detalle. Falta mucho más para que nuestra democracia sea transparente. El financiamiento de las campañas es un tema que se menciona al comienzo de cada administración, pero que nunca llega a buen puerto. Quienes deberían ocuparse del tema están en el barro, y no tienen interés en salir de allí. Por más paladines de la democracia, desinteresados por el poder o anticasta que se manifiesten, necesitan mantener sus puestos, y necesitan financiar como sea sus campañas. El modelo estadounidense permite aportes millonarios a los partidos, y estos aportes es inevitable que estén sospechados de tener como finalidad obtener, en caso de tener éxito la apuesta privada, legislación favorable para la empresa o sector que la efectuó. Parece vil, en tanto favorece a quienes ya están favorecidos y por ello pueden aportar más. Pero, en Argentina, el Fondo Partidario Permanente parece un subsidio innecesario para una actividad que de por sí ha sido muy rentable: la política. Urge encontrar una solución superadora. Quien quiera candidatearse debería iniciar su empresa como cualquier mortal inicia la propia: apostando sus propios recursos. Quizás, entonces, habría menos puestos electivos redundantes, y menos ganas de los dirigentes por jorobar con un calendario electoral que multiplica la obligación de los ciudadanos de ir a las urnas. Quizás, y solo quizás, un cambio así reduciría la necesidad de esa parte de la corrupción que la política no parece ver como tal: la de recaudar, desde el cargo, para la campaña. Aunque la política no lo sienta así, tal fin no es bueno. Fuente: El Entre Ríos

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por