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Federal » El Federaense
Fecha: 04/05/2025 04:07
En un contexto de creciente tensión, el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir O. Pedersen, ha expresado su firme condena ante la reciente ola de ataques aéreos israelíes. La situación se ha intensificado tras días de enfrentamientos entre las fuerzas progubernamentales y los combatientes de la minoría drusa, una comunidad que ha estado en el centro de este conflicto territorial y sectario. Acontecimientos recientes En la noche del viernes, se llevaron a cabo diversos bombardeos en Damasco y sus alrededores, así como en varias localidades del sur y el centro de Siria. Los informes detallan que estas acciones se perpetraron poco después de que la fuerza aérea israelí atacara las cercanías del palacio presidencial, enviando un claro mensaje a las autoridades sirias sobre la necesidad de no avanzar hacia áreas pobladas por drusos. La justificación de Israel Desde Israel, su portavoz militar, Avichay Adraee, ha justificado estas operaciones. Según el comunicado, el objetivo principal era neutralizar un puesto militar y varias unidades de defensa aérea. Adraee afirmó que las tropas israelíes están allí para proteger a la minoría drusa de cualquier amenaza y confirmó que cinco heridos fueron trasladados a Israel para recibir atención médica. La respuesta de la ONU La ONU no ha tardado en reaccionar. Pedersen, en su cuenta de X, manifestó su preocupación por las múltiples violaciones a la soberanía siria. “Condeno enérgicamente las continuas y crecientes violaciones de Siria por parte de Israel”, expresó, añadiendo que es necesario un cese inmediato de estas operaciones, que ponen en peligro a la población civil. Violencia sectaria y sus repercusiones Los recientes enfrentamientos entre los combatientes drusos y las fuerzas progubernamentales han dejado un saldo trágico de cerca de 100 muertos. Esta escalada de violencia ha generado temores sobre un conflicto sectario más profundo y permanente en la región, especialmente entre las facciones leales al régimen de Bashar Assad y la comunidad drusa, que se ha visto atrapada en medio del fuego cruzado. La comunidad drusa en Siria La secta religiosa drusa, que se originó en el siglo X como una vertiente del ismailismo chií, representa una minoría significativa en Siria. Con más de un millón de drusos en el mundo, la mayoría reside en Siria, Líbano e Israel. En Siria, se concentran principalmente en la provincia de Sweida y en suburbios de Damasco como Jaramana y Ashrafiyat Sahnaya. Este conflicto ha resaltado la vulnerabilidad de la comunidad drusa y la complejidad del panorama político sirio post-Assad, donde las lógicas de poder y religión coexisten en una frágil y precaria paz.
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