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Federal » El Federaense
Fecha: 02/05/2025 09:58
En un impacto notorio en el paisaje político de Cataluña, el alcalde de Castelldefels, Manuel Reyes, ha tomado la iniciativa para abordar la problemática de la ocupación ilegal en su localidad, siguiendo el ejemplo de su homólogo de Badalona, Xavier García Albiol. Estos líderes del Partido Popular han empezado a hacerse un nombre por su firme postura contra este fenómeno social que afecta a numerosas comunidades en España. El último episodio tuvo lugar en el barrio de Canyars, donde Reyes se enfrentó a dos okupas que se encontraban en un balcón de una vivienda en desuso. En una grabación compartida a través de sus redes sociales, se observa al alcalde dirigiéndose directamente a los ocupantes, dándoles una clara advertencia sobre su situación: “Usted ha entrado hoy a esa vivienda. No es propietario de esa vivienda, ni está de inquilino. Usted está okupando ilegalmente una vivienda”. Los okupas respondieron con una expresión de desafío, reafirmando su ocupación. Gracias a una respuesta rápida de los Mossos d’Esquadra y la policía local, el desalojo se llevó a cabo en pocas horas. Reyes expresó su reconocimiento hacia las fuerzas de seguridad y a los vecinos que se unieron para informar sobre la situación, destacando que “hemos conseguido evitar que se consuma esta ocupación ilegal”. Además, el alcalde subrayó la importancia de mantener la comunidad unida para frenar la evolución de problemáticas que degradan el entorno local. Esta acción refleja una tendencia creciente entre los líderes locales a tomar medidas decisivas contra la ocupación, emulando a Albiol, quien anteriormente enfrentó una situación similar en Badalona. En esa ocasión, tuvo que lidiar con una okupa que exigía una suma exorbitante de 3.000 euros para abandonar una propiedad ocupada de manera ilegal. Tras varias horas de diálogo con los residentes, finalmente se logró que la mujer desistiera de su intención de permanecer en el lugar. Con estas acciones, ambos alcaldes no solo buscan desincentivar la ocupación ilegal, sino también enviar un mensaje claro sobre la importancia del respeto a la propiedad privada. La lucha contra esta problemática parece ser una bandera política que probablemente marcará la agenda en futuras elecciones.
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