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» El Ciudadano
Fecha: 30/04/2025 22:37
Por Negui Delbianco Marilin y su familia viven una pesadilla desde el domingo luego de que una vecina los atacara a machetazos porque le molestó el volumen de la música e irrumpió en su vivienda de Puente Gallego. Producto del brutal ataque, Ariel, su esposo, terminó con 20 puntos en la cabeza y por hacer la denuncia, ahora reciben amenazas e insultos a diario, ya que la atacante quedó en libertad ese mismo día. “Solamente queremos vivir tranquilos y que esto no quede en la nada porque lo podría haber matado”, imploró la mujer, quien está embarazada de cuatro meses y medio. Música, el origen “Trabajamos de lunes a sábado, yo en una pollería y mi marido es vendedor ambulante. Está una semana sí y otra no porque viaja a Córdoba. No estamos nunca en casa y por eso los domingos tratamos de hacer un asado. En este último estábamos celebrando que terminamos de cambiar el techo”, empezó Marilin. La mujer agregó que eran alrededor de las 19 y estaban escuchando música con un parlante chiquito cuando comenzaron a escuchar cascotazos que golpeaban contra el techo de su casa, ubicada en el extremo sur de Rosario. Algunas de las piedras quedaron en el patio donde siempre juega su hija de 8 años. “El domingo anterior había pasado lo mismo pero no le hicimos caso. Esta vez, le dije a Ariel que se subiera a la escalera para ver de dónde venían. Estaba preparando el mate cuando escuché gritos y patadas en el portón del frente”, siguió Marilin. Ariel y su hija fueron a abrir. En ese momento fue cuando se les metió la vecina, acompañada de su marido. El ataque “Revoleaba el machete y le pegó a Ariel en la cabeza. Casi le arranca la oreja y le cortó el cuero cabelludo. Estaba sacada. Ariel le sostenía los brazos para que no le siguiera pegando, mientras intentaba zafarse del esposo, que lo agarraba”, describió con la voz entrecortada la mujer, quien cursa un embarazo que va por el segundo trimestre. «Mi hija entró corriendo y llorando: «¡Mamá, a papá le pegaron un fierrazo!». Cuando salí, vi a mi marido ensangrentado y a ella con el machete en la mano», contó, para agregar que le gritaba que la tenía podrida con la música todos los fines de semana. Además, la acusaba de tirarle piedras en el techo, cosa que Marilin niega. Al rato, el esposo y allegados de la mujer se la llevaron. La familia llamó al 911. Primero llegaron los policías de calle, que fueron a la casa de la agresora mientras los paramédicos asistían a Ariel por el corte. Luego lo derivaron al Hospital Provincial, donde le dieron 20 puntos de sutura en oreja y cráneo. También constataron un traumatismo. Los uniformados salieron de la vivienda con la atacante, pero dijeron que no habían encontrado el machete. Luego, el personal de la Policía de Investigaciones (PDI) hizo las medidas de rigor en el patio de la casa, donde habían quedado las manchas de sangre. Protección para la agresora Para las víctimas, como la agresora está relacionada con «la política», y es referente de la Vecinal, la protegieron. Ese mismo domingo fueron a la comisaría 21, por razones de jurisdicción, para hacer la denuncia pero le dijeron que ya estaba hecha en el Provincial con la constatación de las lesiones de Ariel. “Volvimos a las 3 del hospital y esta mujer estaba en la puerta. No dijo que nos íbamos a tener que ir del barrio. Acá ya hizo cosas similares y nadie dice nada porque le tienen miedo, porque está con la política. Nosotros somos gente de trabajo y no queremos que esto quede en la nada, porque podría haber matado a alguien”, afirmó Marilin. Toda la situación les pareció irregular por lo que el lunes fueron a Fiscalía para denunciar. Los mandaron al Centro Territorial de Denuncias, donde, al fin, pudieron hacerla. Se llevaron una copia, en la que quedó escrito que las víctimas querían una orden de restricción y una ronda policial por las amenazas recibidas. Amenazas «Ella vive a dos casas de la mía y cada vez que la vemos nos dice algo. También la gente que está con ella. Ahora nos insultan, hacen gestos y nos dicen que nos van a sacar a tiros del barrio. Algunas personas nos advirtieron que la Policía no va a hacer nada porque está todo arreglado», explicó Marilin. La mujer también contó que la angustia y la desesperación no sólo es por el susto sino por la consecuencias psicológicas: “Tuve que hacerme un control porque no sentía al bebé, Ariel es diabético y ahora se tiene que cuidar mucho, no puede trabajar por tres semanas. Para colmo, mi hija no quiere volver a mi casa porque está «la señora del machete» y la tengo que llevar a un psicólogo”. Sin prevención «Si hubiera sido al revés, yo estaría presa», reclamó Marilin sobre el accionar no sólo policial sino también de la Justicia, debido a que, a pesar del ataque, la sospechosa no estuvo presa ni las seis horas que muchas veces quedan demoradas las personas que no llevan DNI consigo. La familia espera justicia mientras sobrevive con lo justo. Su mayor temor sigue siendo que esta impunidad derive en un nuevo ataque o que “todo quede en la nada».
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