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» El Ciudadano
Fecha: 20/04/2025 11:25
Ya no es una maraña de ómnibus ocupando todo el noroeste de Rosario, ni cientos de miles de fieles peregrinando entre vendedores ambulantes, perdiéndose, reencontrándose. En tiempos tecnológicos que dejó la pandemia, el padre Ignacio volvió a llevar adelante su emblemático Vía Crucis sin la peregrinación de fieles. Por segundo año consecutivo no hubo marea humana en los alrededores del inicio de la autopista a Santa Fe. Pero sí hubo millares de espectadores de la transmisión desde el templo principal de la iglesia Natividad del Señor. Y la expectativa por el mensaje desde barrio Rucci, que arrancó con una advertencia grave: «El desorden, la falta de respeto y amor está destruyendo la fe entre nosotros», dijo Ignacio Peries. Todavía se añoran las históricas procesiones de 300 mil personas, o incluso más, que llegaban de todo el país y hasta de otros países al castigado barrio Rucci. Si volverán o no aquellas demostraciones de fe es una incógnita: ahora el sacerdote de la iglesia Natividad del Señor volvió a apelar al streaming, y los canales de televisión por cable y abierta tomaron la transmisión para replcarla. Si bien la iglesia que el padre Ignacio conduce hace más de 45 años abrió las puertas a sus fieles, todo se volvió digital, y este Viernes Santo el Via Crucis volvió a transcurrir de forma virtual, conmemorando el camino de Jesús luego de ser condenado a muerte, hacia su crucifixión. Con un despliegue de producción muy cuidado y trabajado, el sacerdote estuvo acompañado de colaboradores, grabaciones de solistas, dúos y grupos musicales en cada estación mientras varias cámaras iban tomando las 14 estaciones que representan los últimos momentos en vida de Jesús de Nazareth, antes de transformarse, para sus fieles, en Cristo Resucitado. Como es habitual, relató parte del camino de la cruz en inglés y rezó por los «viejos», los niños y las personas más necesitadas, entre otros. En la transmisión, Ignacio pidió la unidad de la familia, recordando que “cada hogar es un mundo diferente», y pidió orar para seguir el camino de los padres. Además, recordó la figura de Pedro, quién negó tres veces a Jesús, e instó a «entregar el corazón para reconciliar a Dios y los hombres». Continuando el camino de Jesús, Ignacio recordó que el hijo de Dios fue injustamente condenado, pero lo utilizó como ejemplo de entrega y sacrificio. «El mundo nos condena y Jesús, humildemente, comparte con nosotros su sacrificio para que sepamos que todos nos equivocamos como seres humanos y lo divino es aprender. Rezamos con papá, mamá, las personas que privadas de la libertad o condenadas por un vicio, todos juntos», agregó el eclesiástico. Ante cada comentario del referente del barrio Rucci, se fueron repitiendo en las dos horas y media de encuentro religioso las oraciones “Padre nuestro”, “Ave María” y “Credo”. En la estación Nº 11, por ejemplo, se refirió a cómo sufrió Jesús, “pero inocentemente” y habló de que “nunca es tarde para perdonar”. Ya en la estación 12 cuando “Jesús muere en la cruz”, Ignacio hizo alusión a que Cristo “enseñó cómo sembrar el amor”. En ese contexto, contó un acontecimiento de la vida de Mahatma Gandhi: “Robó una cadena de oro de su papá, pero se arrepintió y le escribió una carta. El padre la rompió y le dijo que su corazón sincero valía más que nada”. En el final del Vía Crucis, el sacerdote dejó un mensaje de esperanza, rogó por recordar la figura de Jesús y pidió «que nunca nos abandone porque necesitamos amor y misericordia». De este modo, llegó el final de la transmisión y una pequeña reflexión final del padre Ignacio. Parado en un sector del frente del templo, señaló: “El Vía Crucis termina, pero Jesús sigue en nuestra vida cotidiana; vamos a pedir que nunca nos abandone”. Cerró la transmisión poniendo en oración a la Argentina, a Santa Fe, a Rosario y «a todos los hogares» para que «con la bendición de Dios podamos encontrar esperanza». La música, que acompañó las más de dos horas y media de Vía Crucis, fue la encargada de darle fin a la ceremonia en la parroquia Natividad del Señor. Sin la crisis de seguridad del primer semestre de 2024 que motivó que la celebración del año pasado se diera de manera virtual por el momento de consternación que se vivía en las calles de Rosario, Ignacio Peries volvió a apostar por un Vía Crucis a través de las pantallas y por transitar las 14 estaciones sin el multitudinario acompañamiento que año tras año abrazaba al sacerdote. “Este año lo compartimos a través de la pantalla”, dijo en la misa del Domingo de Ramos. La transmisión de este viernes muestra, sin embargo, imágenes de la peregrinación por las calles, de otros años. El año pasado, el Vía Crucis del padre Ignacio se había realizado de manera virtual. El marzo trágico puso ante el párroco una decisión difícil. Por motivos de seguridad y por «el gasto que implica venir”, la celebración fue virtual. “El que cambió soy yo”, se justificó el año pasado y lo ratificó este 2025.
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