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Parana » AnalisisDigital
Fecha: 18/12/2025 20:30
La reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei introduce cambios de fondo en la ley de Contrato de Trabajo, con la intención, afirman, de generar una "baja en el costo laboral". Más allá de la puesta en marcha de los nuevos Fondos de Asistencia Laboral (FAL) -que prevén una transferencia millonaria de recursos del sistema previsional para cubrir futuras indemnizaciones de empleados despedidos sin causa-, el proyecto también contempla la baja de un punto porcentual en el aporte patronal a las obras sociales, que implicaría un recorte superior a los $100.000 millones por mes para el sector. Según advierten especialistas, esta medida podría tener efectos negativos sobre el sistema de salud, que en la Argentina funciona bajo un esquema tripartito: el sector público, las obras sociales administradas por los sindicatos que cubren a los trabajadores en relación de dependencia y el sistema privado. En concreto, la iniciativa parlamentaria incluye una reducción de las contribuciones patronales a las obras sociales del 6% al 5%, mientras que el aporte de los trabajadores se mantiene en 3%. Este recorte implicaría una fuerte caída en la recaudación y profundizaría la crisis financiera del sistema de salud sindical. "Se espera una caída del 11% en la recaudación de las obras sociales", precisó Carlos Regazzoni, médico y exdirector ejecutivo del PAMI, en diálogo con Ámbito. Según estimaciones realizadas por fuentes sindicales, la baja de un punto en la alícuota patronal significaría una pérdida mensual cercana a los $16.500 millones para el Fondo Solidario de Redistribución (FSR), el mecanismo que compensa ingresos entre las distintas obras sociales. En tanto, el sector de las obras sociales podría perder hasta unos $90.000 millones mensuales debido a esta reforma. En total, el recorte alcanzaría los $106.000 millones. "La intención del Gobierno es abaratar el costo laboral y que haya más empleo formal, lo que generaría a su vez mayor recaudación", afirma Regazzoni. Sin embargo, advirtió que se trata de una equivocación "técnica", ya que la recaudación per cápita de cada uno de los afiliados a las obras sociales será menor y eso genera una mayor crisis en el sistema. Si actualmente hay una determinada cantidad de casos -por ejemplo, infartos- con un mayor número de afiliados esos episodios también crecerán, pero no podrán afrontarse con un menor nivel de aportes.
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