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  • Cooperativa premiada en bioeconomía circular desafía al modelo tradicional de saneamiento y pide más oportunidades

    Concepcion del Uruguay » Miercoles Digital

    Fecha: 19/12/2025 00:58

    Entrebichitos, nacida a partir de un descubrimiento realizado por un grupo de alumnos de una escuela pública en Casavalle, encontró una tecnología que logra sanear el agua sin obras ni caños y hoy es el primer consorcio microbiano de América Latina. La cooperativa uruguaya Entrebichitos, surgida en la escuela pública N° 319 de Casavalle y que ganó hace unos días el primer premio de bioeconomía circular, pretende desafiar al modelo tradicional de saneamiento y reclama que el Estado brinde mayores oportunidades a determinados sectores “estratégicos” que hacen ciencia y promueven el conocimiento. El coordinador general de la cooperativa, Federico Mesa, sostuvo, en diálogo con la diaria que el trabajo que lleva adelante Entrebichitos ha demostrado que a partir del uso de microorganismos eficientes nativos (MEN) se puede realizar un saneamiento “rápido, eficiente y amigable” con el medioambiente sin obras ni caños. “Lo que tenemos para ofrecer es un saneamiento rápido, eficiente y muy amigable con el medioambiente. No hay que romper nada, no hay que levantar, poner caños, ni nada. Es muy simple y rápido. Estamos hablando de una solución al saneamiento”, recalcó. La cooperativa ha logrado publicar trabajos en revistas científicas arbitradas y ha logrado demostrar cómo estos microorganismos funcionan, por ejemplo, en el tratamiento de pozos sépticos. “Se puede aplicar una vez al mes una pastilla de MEN y un litro del producto líquido por semana, y el agua puede quedar apta para riego a partir del octavo día”, explicó. De esta manera, la cantidad de coliformes fecales del pozo séptico desciende entre un 92% y un 96%. “Esto quedó demostrado en una investigación que llevó más de cinco años, donde se midió en laboratorio y en pozos sépticos reales de familias uruguayas que viven en asentamientos”, agregó. También se trabajó en la cárcel de Colonia, midiendo el impacto de la aplicación de la tecnología en el pozo séptico de dicho lugar. “Lo que estamos proponiendo va en contra de la lógica de nuestra sociedad, que tira la materia fecal al agua, no importa si es una cañada, un arroyo o el mar. Puede ir por caños, pero termina siempre en un curso de agua. La lógica que proponemos es que cada casa con pozo séptico tenga una planta de tratamiento de agua residual doméstica, en vez de llamar al camión barométrico”, remarcó. Con ello, se cierra un circuito de economía circular con una propuesta “sencilla, económica, rápida y fácil y es la única en Uruguay registrada por Salud Pública como alternativa de saneamiento”, añadió. La semana pasada, Entrebichitos recibió el primer premio en la categoría Bioeconomía Circular del Premio Uruguay Circular que organizó el Ministerio de Industria, Energía y Minería. El reconocimiento fue entregado por el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño. Origen La cooperativa nació como un emprendimiento de base comunitaria a partir de los descubrimientos que alcanzaron un grupo de niños de la escuela 319 de Casavalle. Mesa, que por aquel entonces era maestro, tenía como objetivo desplegar la maya curricular como docente, pero, conforme los alumnos fueron avanzando en la investigación, se produjeron ciertas “rupturas a nivel pedagógico”. “Cuando los chiquilines descubrieron la tecnología de microorganismos eficientes, nosotros no sabíamos nada de biología ni de microbiología. Y empezamos a generar conocimiento con ellos también. Se abrió un camino de investigación, que la escuela participó en proyectos con la Facultad de Agronomía, con el Instituto de Investigación Clemente Estable [...] Incluso tuvimos una financiación de la ANII [Agencia Nacional de Investigación e Innovación] para desarrollar conocimientos sobre esta tecnología, donde los chiquilines de la escuela impulsaban justamente el dispositivo de investigación en los barrios para comprobar que la tecnología funcionaba”, afirmó. En ese camino, se descubrieron formas de captura y selección de microorganismos que fueron analizadas para ser patentadas, pero los niños de ese grupo escolar decidieron no hacerlo. “Los alumnos decidieron publicar el procedimiento de captura de microorganismos para que quedara abierto y público y que nadie lo pudiera patentar. Así empezó todo. Luego, ese camino de investigación se siguió profundizando, y hoy en día somos una cooperativa de trabajo que está instalada en el Polo de Economía Circular de Pando. [...] Tenemos el orgullo de que aquella hipótesis de trabajo que nació en una escuela pública se legitimó científicamente primero y ahora está legitimada normativamente, siendo que es el primer consorcio microbiano registrado en América Latina para uso domisanitario”, afirmó.

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