Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Paraná volvió a marchar: rechazo federal a la reforma laboral de Milei

    La Paz » Politica con vos

    Fecha: 19/12/2025 00:53

    En el marco de la movilización nacional convocada por la CGT, las dos CTA y organizaciones sociales y políticas, Paraná fue escenario de una contundente expresión de rechazo al proyecto de reforma laboral impulsado por el presidente Javier Milei. La protesta local volvió a poner en tensión el debate entre ajuste, derechos y modelo de país. De la Redacción Pcv Una ciudad que se sumó a la protesta nacional La capital entrerriana fue este jueves una de las tantas ciudades del país que se plegó a la jornada nacional de protesta contra la reforma laboral que el Gobierno nacional busca instalar como parte de su programa de «modernización» del mercado de trabajo. Desde horas de la tarde, columnas sindicales, sociales, estudiantiles y políticas comenzaron a concentrarse en la Plaza 1º de Mayo para luego marchar hacia Plaza Mansilla donde se realizó la concentración frente a Casa de Gobierno para dar lectura al documento común acordado por la multisectorial. La convocatoria, impulsada por la CGT Regional Paraná junto a las dos centrales de trabajadores (CTA de los Trabajadores y CTA Autónoma), contó además con la participación de organizaciones de la economía popular, movimientos sociales, gremios docentes y no docentes, y centros de estudiantes. La escena fue clara: el rechazo no provino de un solo sector, sino de una trama diversa que atraviesa al mundo del trabajo en todas sus expresiones. La reforma laboral como eje del conflicto El proyecto de reforma laboral promovido por el presidente Javier Milei se convirtió en el eje central de los reclamos. Desde los micrófonos y en los carteles se repitió una consigna común: la iniciativa oficial no representa una mejora para los trabajadores, sino un retroceso en derechos conquistados durante décadas. En ese marco, Mariela Ponce, secretaria general de ATSA, fue una de las voces que sintetizó el clima de la jornada: “Es un ataque brutal a toda la sociedad, a los derechos, a los jubilados. Es un paquete de ataque; quieren flexibilizar en contra de la sociedad, en contra del trabajador, por eso estamos en la calle”, expresó durante la movilización en Paraná. La dirigente también puso el foco en la distancia entre el respaldo electoral y el contenido de las políticas impulsadas: “La sociedad votó al gobierno de Milei, pero no votó estas reformas que quitan derechos. Vamos a defender lo que con tanta lucha nos costó conseguir”, sostuvo. Entre los puntos más cuestionados se mencionaron la flexibilización de las condiciones de contratación, el debilitamiento de la negociación colectiva, la afectación del rol de los sindicatos y la pérdida de garantías frente a despidos. Para los sectores movilizados, la reforma se inscribe en una lógica de ajuste que traslada el costo de la crisis a quienes viven de su trabajo. Paraná, espejo de un malestar que excede lo local La movilización en Paraná no fue un hecho aislado ni meramente testimonial. Se dio en simultáneo con protestas en Buenos Aires y en las principales ciudades del país, donde la CGT encabezó una marcha multitudinaria hacia Plaza de Mayo. Esa coordinación federal dejó en evidencia que el conflicto trasciende las fronteras provinciales y expresa un malestar social más amplio. En ese sentido, la capital entrerriana funcionó como un espejo del clima social que comienza a consolidarse frente al rumbo económico del Gobierno nacional. A un año de gestión, el ajuste, la caída del poder adquisitivo y la incertidumbre laboral empiezan a traducirse en organización y presencia en la calle. Un debate de fondo: derechos o mercado Más allá de la coyuntura, la protesta en Paraná volvió a poner sobre la mesa un debate de fondo: qué lugar ocupan los derechos laborales en el modelo de país que propone el oficialismo. Mientras el discurso gubernamental insiste en la necesidad de «liberar» el mercado de trabajo para atraer inversiones, los sectores movilizados advierten que esa lógica ya fue aplicada en otros momentos de la historia argentina, con consecuencias conocidas. La experiencia de los años noventa y el estallido social de 2001 aparecen como antecedentes inevitables en la memoria colectiva. Para muchos de los presentes, la reforma laboral no es una novedad, sino la reedición de recetas que profundizaron la desigualdad y la precarización. La marcha en Paraná dejó una señal política concreta: hay sectores dispuestos a disputar en la calle el rumbo de las reformas impulsadas por el Gobierno nacional. En un contexto de creciente tensión social, la movilización contra la reforma laboral se presenta como el inicio —o la reactivación— de un ciclo de conflictividad que interpela al oficialismo y reabre un debate central para la democracia argentina: si el ajuste y la flexibilización son el único camino posible, o si aún hay lugar para un proyecto que ponga en el centro al trabajo y a los derechos.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por