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Concordia » Realnoticias
Fecha: 28/11/2025 18:55
Alejandro Montecchia ve un aro, una pelota y no se resiste… Y mete. Pero falla uno y no se va, mete de nuevo… “El último tiro siempre hay que meterlo, siempre”, deja la enseñanza, así sea en un estudio de TV. El Puma sigue ligado al básquet, pero hoy desde el otro lado, con el micrófono, comentando partidos de la NBA para HBO Max y TNT Sports. Luego de una carrera que lo llevó por Sport Club, Olimpia, Boca, Reggio Calabria, el Valencia campeón de Europa, Milano, Regatas y la Selección, el ex base vuelve a vivir la adrenalina del juego desde un lugar inesperado. Vaya paradoja… la NBA, liga con la que todos los jugadores sueñan, y él le dijo que no. ¿Se arrepintió? Ya lo contará en esta entrevista con Olé. Montecchia con la pelota y el aro donde la embocó. -¿Qué es más difícil, jugar una final olímpica o estar enfrente de una cámara contándole cosas a la gente de un partido de básquet? -Creo que lo segundo. Porque cuando jugué la final olímpica venía con 20 años de bagaje, practicando y jugando. Y esto es todo bastante nuevo para mí y es algo que voy a ir aprendiendo con el recorrido. -Si bien estás con un coach y un periodista, ¿cómo te ves del otro lado? Porque generalmente un jugador está acostumbrado a que lo critiquen y no a criticar… -Bien, porque nosotros los argentinos somos así, somos todos técnicos mirando los partidos, ¿o no? Entonces, esto de mirar mucho NBA hace varios años, uno ve los partidos e interiormente va pensando qué cosas ve. No criticar, sino qué situaciones se podrían haber hecho de otra manera. La idea es expresar lo que veo dentro del campo, situaciones del juego para que la gente que no está tan empapada pueda entender lo que mira. Ser claro y no hablar con tanto término técnico. Montecchia, campeón con Regatas de la Sudamericana 2008. -¿Te tomó por sorpresa este rol? -Yo había tenido una situación hace años, las finales de Miami Heat con San Antonio Spurs (2014). Estuve en esas dos finales con Álvaro Martín y el Coach Morales. Me pareció espectacular, más el mundo de la NBA, que es impresionante. Pero después no surgió la oportunidad. Siempre seguí vinculado al básquet: fui asistente técnico en Bahía cuando jugaba en la Liga Nacional. Y esto me cayó de sorpresa. Lo venía pensando, “me encantaría poder estar en transmisiones NBA”. Y me cayó como un regalo del cielo. -Hablaste con Chapu Nocioni, Fabrizio Oberto… ellos ya vienen en esto. ¿Te dieron consejos? -Con Fabri hablé. Chapu estaba pescando, así que no me dio ni cinco… Le pedí a Fabri todos los consejos. Le dije: “Soy una esponja, tirame todos los tips posibles”. También otra gente vinculada en Bahía Blanca. Estoy abierto a toda crítica y consejo para ir creciendo. Montecchia en el Mundial de Grecia 98. -¿Algo puntual que te haya quedado para aplicar? -No, nada en especial. Voy mirando y tomando. Con el correr de los juegos iré armando mi rutina. El primer partido lo disfruté muchísimo, al principio estaba un poquito nervioso. Arranqué con el de Oklahoma–Houston, partidazo: doble suplementario, adrenalina total. Lo voy a tomar como un disfrute partido tras partido. -¿La adrenalina aparece aunque lo estés viendo por pantalla? -Sí, tal cual. Porque uno jugó y sabe lo que puede llegar a pasar. Te agarra un poquito de esos nervios que cuando uno era jugador, pasaba. Montecchia, rubio, en el Valencia campeón de la Euroliga 2003. Con él jugaban Fabricio Oberto, Federico Kammerichs, Leonardo Mainoldi y Fabricio Vay. -Vos jugaste Liga Nacional, España, Italia, saliste campeón en Europa… pero nunca NBA. ¿Te quedó como algo pendiente? -Mirá… nunca fue un objetivo. Yo tengo 53 años. De chico veía la NBA como inalcanzable. (Adrián) Paenza traía los VHS y uno agarraba a cuentagotas lo que llegaba. Miraba asombrado, pero también mucho Europa. El objetivo estaba ahí: Liga Nacional y después pegar el salto a Europa. La NBA nunca me la planteé. Por eso no se dio ni lo busqué. Montecchia pudo haber sido compañero de Manu Ginóbili y dirigido por Greg Popovich en San Antonio. -Pero tuviste una chance concreta con San Antonio Spurs en 2003. ¿Qué pasó? -Sí. Me agarra el llamado con 31 años, de sorpresa. Terminamos el Preolímpico de Puerto Rico, volví a Bahía para acomodar todo antes de irme a Valencia. En esos días me llama mi agente y me dice: “Te quiere San Antonio. Popovich especialmente te quiere a vos”. Yo no lo podía creer. Popovich era parte del cuerpo técnico de Estados Unidos en el Preolímpico. En el hotel un par de veces me frenó a charlar sobre Luifa Scola, que había sido drafteado por los Spurs. No sé si me estaba midiendo, pero le caí bien… y le dije que no. -¿Te lo recordó alguna vez Pop? -Sí, tal cual. Dos años después, Manu gana el segundo anillo con San Antonio. Viajo para la ceremonia. El primer día voy al entrenamiento. Termina la práctica, Pop aparece caminando, me acerco para saludarlo y sin saludarme me dice: “¿Qué hiciste hace dos años? ¡Tendrías que estar acá con nosotros!”. Ahí me quería matar. -¿Te pesó con el tiempo? -Pesar, no. Me arrepiento con el diario del lunes, pero eso es fácil. Sé que esa temporada la hubiese hecho con San Antonio. Después, quizá no. Pero por cómo se manejaban ellos, la valoración que Pop tiene por el jugador argentino y de equipo… Nosotros veníamos con ese gen de la Generación Dorada. -Desde el último partido de Leandro Bolmaro, el 8 de febrero del 2023, ya no hay argentinos en la NBA. ¿Por qué creés que pasa? -La NBA se abrió al mundo y surgen jugadores internacionales de gran nivel. Argentina tuvo esa camada gracias a la Liga Nacional, que nos dio una base y nos permitió desarrollarnos en Europa. Creo que hay que fortalecer la Liga para que surjan jugadores para la Selección y que puedan desembarcar otra vez rumbo a la NBA. Montecchia y la Generación Dorada -En la GD siguen muy unidos. ¿Cómo es la relación hoy? -Tenemos el grupo de WhatsApp: “GD”. Está activo. A veces pasan diez días sin mensajes, después explota. Nos mantenemos informados de todo lo que nos pasa. Es una relación de hermanos de camiseta. El 28 de agosto del 2004, día del oro olímpico. Montecchia es el cuarto desde la izquierda, abajo. -Cada aniversario vuelven las sensaciones… -Agosto es el mes fuerte. Empieza con la palomita a Serbia, el 15. Vuelven recuerdos y sensaciones. Algunos son más sentimentales, otros no tienen corazón (risas). Walter (Herrmann), por ejemplo, yo no sabía dónde estaba, qué hace… Pero sí, de vez en cuando se tira algo y saltan los sensibles. -¿Quién es el más activo del chat? -Yo soy uno de los que más tira. Generalmente soy el que se acuerda de los cumpleaños. Y el que picantea un poquito cuando está todo muy calmado. Al Colo (Wolkowyski) lo prendo fuego y ahí arrancan todos a matarlo. Es la misma relación de siempre. El Puma abraza a Ginóbili tras ganarle a EE.UU. la semi de Atenas 2004. -¿Alguno te felicitó o te gastó por tus transmisiones? -No sé si me escuchó alguno (risas). Ninguno me dijo nada, así que no me habrán visto. Hay un par que son competencia. Ya me escucharán y me tirarán lo que me tienen que tirar. El vuelto va a venir… Video: la entrevista completa a Alejandro Montecchia Alejandro Montecchia – Entrevista completa con Alejandro Montecchia El Puma, que ahora comenta partidos de la NBA, habló con Olé (Sergio Stuart – Lucas Bendayan). 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