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» RosarioNet
Fecha: 28/11/2025 18:31
Por unanimidad en general, pero abstenciones y votos divididos artículo por artículo, el Concejo aprobó la ordenanza que declara la autonomía, habilita el ejercicio inmediato de competencias y convoca a una Convención Estatuyente que después de los comicios de 2027 redactará una miniconstitución local. Un cambio esperado desde hace décadas que reconfigura el estatus de la ciudad frente a la Provincia y la Nación La ordenanza de autonomía se sancionó después de un tenso e intenso debate. Por unanimidad en general, pero con cuestionamientos que llevaron a parte de la oposición a abstenerse o pronunciarse en contra en algunos artículos en particular, el Concejo Municipal dio un paso histórico al declarar este jueves a la noche a Rosario como ciudad autónoma. Así, a partir de que la reforma de la Constitución santafesina abrió esa posibilidad este mismo año, la ciudad se convierte en la primera de la provincia que asume la autonomía municipal, algo que Rosario reclama desde que en 1994 el instituto se incorporó a la Carta Magna nacional. En los hechos, la ordenanza implica dos movimientos simultáneos. Por un lado, desde ahora la Municipalidad podrá ejercer por sí misma un conjunto amplio de competencias en materia económica, administrativa, financiera, ambiental y urbana —como endeudamiento sin aval provincial, regulaciones de arbolado y antenas, régimen propio de compras, expropiaciones, autos del corralón y procedimiento administrativo— sin depender de autorizaciones de otras jurisdicciones. Y por otro, se activa el proceso estatuyente: en 2027 se elegirán 28 convencionales que redactarán la primera Carta Orgánica de Rosario, el texto que definirá la arquitectura institucional de la ciudad autónoma. La pretensión del intendente Pablo Javkin era que la ordenanza se sancionara antes del recambio del 10 de diciembre, cuando Unidos perderá la mayoría propia que tiene en el Palacio Vasallo, y que tuviera respaldo absoluto de los sectores políticos con representación en el cuerpo. El proyecto se discutió durante un mes y medio en la comisión de Gobierno, con la participación permanente del Ejecutivo y de otros actores involucrados en lo que la ordenanza resuelve, como el Sindicato de Trabajadores Municipales. El texto fue y vino del Palacio de los Leones al Concejo una incontable cantidad de veces. Así y todo, se llegó a este jueves, día de la sesión, todavía con desavenencias importantes. Tanto que la reunión, prevista para las 13, recién arrancó a las 19.30, diez minutos después de que el Ejecutivo introdujera las últimas modificaciones planteadas por sectores opositores. Que no fueron suficientes para conformar a todos, pero sí alcanzó para que en la votación en general todos levantaran la mano. Fue después de casi cuatro horas de un debate que por momentos fue tenso e intenso, pero que terminó en un cerrado aplauso de los 28 concejales. La ordenanza se sancionó como una sola norma, pero con tres partes diferenciadas: declaración de autonomía, ejercicio inmediato de la misma en materia económica, administrativa y financiera, y convocatoria a una Convención Estatuyente que redactará la primera Carta Orgánica, una especie de miniconstitución local. Un debate fuerte Los cuestionamientos opositores se concentraron en la segunda parte, la resolutiva, y en algunos aspectos de la tercera. De esta última sección, hubo críticas a que el Ejecutivo incluyera un temario sugerido y reclamos de mecanismos que garantizaran una participación amplia de la ciudadanía en el proceso de elaboración de la Carta Orgánica, que se desarrollará a partir de que en 2027 se elija a los 28 convencionales, junto con el nuevo intendente y la mitad del Concejo Municipal. CIUDAD Histórico: los cambios que ya podrá aplicar Rosario con la declaración de la autonomía municipal El oficialismo le dio un sentido político a esas críticas. Quedó claro en el primer discurso, el de Fabrizio Fiatti, que defendió que la ciudad “decida ser y ejercer su autonomía” y luego apuntó a los bloques que se estaban por abstenerse o votar en contra de, fundamentalmente, la parte resolutiva. “No puede haber dilaciones ni mezquindad política. No puede haber excusa que haga que porque la iniciativa es del intendente pueda ser descalificado este momento histórico que avanza en decisiones absolutamente trascendentes para el presente y el futuro de la ciudad”, enfatizó. Caren Tepp fue la voz cantante de Ciudad Futura en su última sesión antes de irse a la Cámara de Diputados. Los concejales de Ciudad Futura, bancada enfrentada fuertemente con Javkin, fueron los que con mayor fuerza marcaron diferencias con el Ejecutivo durante el tratamiento en comisión y también en la sesión de este jueves. Aprobaron la ordenanza en general y los capítulos uno (declaración de autonomía) y tres (convocatoria a la Estatuyente), pero votaron en contra del título dos, el resolutivo, completo. “Nos es imposible acompañarlo. En términos políticos, porque le expropia al pueblo de la ciudad la decisión que le corresponde por Constitución, y jurídicamente porque pretende legislar sobre materias, competencias y facultades que aún no fueron acordadas ni delegadas por el gobierno provincial y el Ejecutivo nacional”, justificó al respecto Caren Tepp. Así y todo, como “municipalista”, celebró que su última sesión antes de asumir como diputada nacional fuera para aprobar la declaración de autonomía, algo que “acercará la toma de las decisiones al lugar donde se van a vivir las consecuencias de las mismas”. Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular), Norma López y Mariano Romero (ambos de Justicia Social), concentraron sus críticas también en el capítulo dos y en algunos aspectos del tres. Pero no se pronunciaron en contra de toda la la sección resolutiva: algunos artículos los votaron a favor, otros negativamente y en otros se abstuvieron. Los tres remarcaron su oposición a artículos que desde su punto de vista avanzan sobre los derechos de los trabajadores y acusaron a Javkin de aprovechar esta ordenanza “ómnibus” para meter “por la ventana” resoluciones sobre temas que, a su criterio, no corresponden a esta iniciativa. “Se avanza en la autonomía, pero con una visión tecnocrática: eficiencia y control presupuestario más que empoderamiento ciudadano”, afirmó López. Quien refutó, fundamentalmente a Tepp, fue la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, que bajó a una banca para expresar, con mucha pasión, su postura. María Eugenia Schmuck bajó de la Presidencia del Concejo e hizo un fuerte discurso a favor de la ordenanza. “Seamos serios. La ciudad espera hace 103 años la autonomía. Este Concejo Municipal es el que ha hecho toda la normativa que ahora se modifica. Somos autónomos desde el día que la Constitución lo dice. ¿Ahora hay que esperar? No entiendo. ¿Cuál es la delegación de facultades que tiene que dar la Provincia? Políticamente, jurídicamente y técnicamente eso es estar en contra de la autonomía. Si estamos esperando que nos delegue la Provincia una facultad estamos en contra de la autonomía. La ciudad es autónoma desde que la Constitución se sancionó”, señaló. “La autonomía municipal no es un tema de abogados, es un debate político”, remarcó la dirigente oficialista a la hora de defender el capítulo dos, cuestionado también por algunos dictámenes jurídicos. En ese sentido, calificó de “barbaridad” un pronunciamiento de integrantes del Colegio de Abogados que puso en duda la constitucionalidad de la parte resolutiva. La titular del Concejo defendió además el derecho de un intendente “elegido dos veces por el pueblo” a sugerir una serie de temas que cree que deben ser debatidos para la elaboración de la Carta Orgánica, e instó a la oposición a “protagonizar con generosidad este momento histórico”. Autonomía sí, emancipación no La vehemencia de Schmuck no apagó las críticas opositoras. Julia Irigoitia, integrante del bloque Justicialista y presidenta de la comisión de Gobierno donde se debatió el proyecto, dijo que el proyecto es “una ensalada” por la cantidad de temas que toca y advirtió sobre el avance de competencias: “Estamos hablando de autonomía, no de emancipación”. En ese sentido, alertó que “la mala técnica legislativa le puede costar dinero al municipio. Legislar mal hoy puede costar juicios mañana”. Su bancada, que integran también Lisandro Cavatorta y María Fernanda Rey, votó a favor en general y en contra de algunos artículos en particular, fundamentalmente los que avanzan sobre cuestiones incluidas en leyes provinciales. “La autonomía es un derecho que todos los vecinos deberían conquistar y es responsabilidad de la política acompañar esa participación e involucramiento”, dijo Leo Caruana, del Frente Amplio Solidario (FAS), el único que por fuera del Ejecutivo llevó un proyecto propio a la comisión de Gobierno. Esa iniciativa, explicó, buscaba dar voz a la ciudadanía en temas incluidos en el capítulo dos. Ese es uno de los motivos que lo llevó a decidir abstenerse o votar en contra de once artículos del título resolutivo. Fiatti fue vocero del oficialismo, Anita Martínez voto todo a favor y Caruana planteó algunas críticas. Más allá de las diferencias, abstenciones y votos artículo por artículo, el Concejo terminó dando un paso institucional que Rosario reclamó durante décadas: asumir la autonomía que la Constitución provincial habilitó este año. Lo que viene promete ser aún más intenso: en 2027, con la elección de los 28 estatuyentes, comenzará la disputa por el contenido de la Carta Orgánica. Ese debate —que definirá la arquitectura político-institucional de la Rosario autónoma— será otro punto de inflexión para la nueva etapa que se abre en la ciudad.
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