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» iefer
Fecha: 27/11/2025 15:06
Economia Billetera mata discurso: Caputo quiere una lluvia de créditos, pero volvió a barrer con todos los pesos Vencían $14,5 billones y el Tesoro renovó el 97%. Algunos piden mayor expansión para favorecer al crédito. Pero a Caputo le faltan pesos para pagar deudas e impuso el pragmatismo: Luis "Toto" Caputo decidió absorber prácticamente todos los pesos que le ofrecieron los bancos en la última licitación del Tesoro, a pesar de que, para el discurso oficial, los argentinos están demandando dinero una vez que la elección legislativa disipó el "riesgo kuka". De esta forma, dejó en claro que, por más que se esté pronosticando un boom crediticio, el ministro de Economía no considera totalmente seguro inyectar pesos al mercado. Y, además, que la situación del Tesoro -cuya cuenta en el BCRA se encuentra en su punto más bajo del año- no está como para tomar riesgos financieros. El vencimiento de deuda era voluminoso: $14,5 billones, de los cuales el Tesoro terminó renovando el 96,5%. En otras palabras, apenas dejó "sueltos" en el mercado $500.000 millones, una cifra pequeña si se considera que en la anterior licitación, de hace un mes, había expandido la liquidez en $4,5 billones. En realidad, lo del mes pasado no había sido una sorpresa, porque el sistema financiero reclamaba una reversión de la política monetaria súper contractiva que se había aplicado en el cierre de la campaña electoral. Y en cuanto al vencimiento de este miércoles, tampoco resultó extraño para los analistas, dado que en los últimos días se habían enviado señales a los bancos, en el sentido de que deberían canalizar su liquidez hacia los nuevos instrumentos de deuda. La semana pasada el Banco Central había hecho otro recorte en las llamadas "tasas simultáneas" -el interés que le paga a los bancos por la liquidez sobrante-, y de esa forma generó un efecto contagio que llevó a una caída en la "caución" -la que se usa para obtener liquidez de cortísimo plazo-. Esa tasa, que ahora está en 18%, había alcanzado el insólito nivel de 190% en la previa a la elección legislativa. Y, además, había dado marcha atrás con una medida que causaba irritación en los bancos: el incremento de los encajes mínimos, con la obligación de que el conteo se realizara a diario y no como promedio mensual. Ahora, se flexibilizó esa normativa, lo cual libera 3,5 puntos de liquidez, y además solo exige un 75% de los encajes en forma diaria. El resultado de todo esto es un mayor margen de maniobra para que los bancos pueda usar su liquidez, lo cual, en principio, podría favorecer la expansión del crédito. Al mismo tiempo que otorgaba ese margen a los bancos, ofrecía un "menú" amplio, que incluía bonos de renta fija con vencimientos relativamente largos -desde febrero hasta octubre-, bonos ajustables por CER, un nuevo bono vinculado al promedio de tasas TAMAR y también opciones "dólar linked". Bajan tasas y estiran plazo Como es habitual, el Gobierno presentó el resultado de la licitación como un síntoma de confianza por parte del mercado. Para empezar, el hecho de que haya quedado desierta la licitación de bonos ajustables por tipo de cambio, y que la mayor parte se haya concentrado en bonos de renta fija se interpreta como una expectativa positiva sobre la estabilidad del dólar y la continuidad en la baja de la inflación. Pero, además, también fue motivo de celebración la caída en las tasas de interés, que para los bonos de renta fija rondaron el 2,5% efectivo mensual, a tono con el recorte que se vivió en el mercado en los últimos días. No es poco, si se considera que antes de las elecciones se había llegado a un nivel de 6% para las posiciones más cortas, lo que implicaba una fuerte expectativa devaluatoria para el momento post electoral. El otro dato que el gobierno festeja es el alargamiento de los plazos de pago de los nuevos bonos -la "duration", en la jerga financiera-, dado que el 64% del dinero invertido por los bancos tiene vencimientos posteriores a febrero del año próximo. En contraste, las últimas licitaciones mostraban una concentración en títulos de apenas un mes de vencimiento. Rolleo versus crédito ¿Hizo bien Caputo en absorber casi la totalidad del vencimiento? ¿Debería haber dejado una expansión mayor para favorecer el crédito al sector privado, que apenas representa un 12% del PBI? ¿O, por el contrario, debería haber tratado de llevarse más pesos, aun al costo de convalidar una tasa alta? Esto es lo que se debate en el mercado financiero, donde se ve un efecto de "frazada corta" entre las necesidades del Tesoro y las del sistema financiero. Quienes apoyan a Caputo afirman que los pesos que quedan "libres" en cada licitación representan exactamente la demanda de liquidez del mercado. Sin embargo, es un punto sobre el que hay discusión: después de todo, se viene diciembre, que es estacionalmente el momento de mayor necesidad de pesos, dado el "efecto aguinaldo" y los vencimientos de obligaciones por parte de las empresas. De acuerdo con esa situación, el "rolleo" podría haber sido inferior para ayudar a lubricar la cadena de pagos y estimular una baja de tasas más rápida. El propio Federico Furiase, ideólogo del plan monetario y director del BCRA, explicó en el programa de streaming oficialista "Las Tres Anclas" que las medidas de flexibilización regulatoria que se tomaron la semana pasada implicaban que los bancos pudieran disponer de liquidez adicional por más de $3 billones. "Una vez disipado el riesgo político, y con el desplome de la tasa de interés y el riesgo país, empezó un proceso de normalización desde el Banco Central. Y empezaron a bajar niveles de encajes. Eso libera fondos para los bancos para ponerlos en la economía real y que se reactive el crédito", dijo Furiase. En otras palabras, la interpretación oficial es que ahora hay un margen para que aumente la demanda de pesos sin que eso implique un riesgo cambiario ni mayor presión inflacionaria. ¿Por qué, entonces, Caputo absorbió todos los pesos? Una explicación posible es que, en realidad, todavía no haya una certidumbre absoluta sobre la estabilidad cambiaria. Otro argumento puede ser que el objetivo del ministro sea, en un momento de suba estacional de demanda de liquidez, forzar la venta de dólares por parte del sector privado, luego de la elevada demanda de divisas que se registró en los meses previos a la elección. ¿El Tesoro se queda sin pesos? Pero hay, además, otro tema. La cuenta del Tesoro en el BCRA, donde deposita pesos, tiene apenas $4,5 billones, cuando hace tres meses contaba con el triple de esa cifra. Esto contrasta con su calendario de obligaciones, que implican vencimientos por $100 billones en los próximos meses. Y, además, necesita seguir comprando dólares para saldar los vencimientos externos. De hecho,la semana pasada se adquirió u$s200 millones para pagarles a organismos multilaterales de crédito. Y en diciembre necesitará otros u$s250 millones. Caputo tiene otras opciones si quisiera dejar más liquidez liberada al mercado, porque en el sistema financiero -más específicamente, en la banca pública, hay unos $14 billones producto del superávit fiscal-. En caso de necesidad, podría echar mano a esos recursos para comprar divisas. Sin embargo, los analistas creen que no sería la solución óptima, porque limitaría el margen de acción de la banca pública, que quiere estimular la actividad en el rubro hipotecario. Quienes le reprochan a Caputo no haber buscado más pesos en la licitación afirman que puede llegar a la instancia de que la única alternativa que quede para acumular reservas sea que el BCRA vuelva a comprar. Y la contracara de esa compra es la emisión de pesos, justamente lo que el gobierno dijo que no iba a hacer. FUENTE: IPROFESIONAL
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