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  • La matanza de Cañada de Gómez: el día que el ejército porteño masacró a cientos de soldados federales dormidos

    » La Capital

    Fecha: 23/11/2025 11:24

    Ocurrió el 22 de noviembre de 1861 a 75 kilómetros de Rosario. Entre los pocos sobrevivientes se encontró José Hernández, futuro autor del Martín Fierro Ante de la matanza de Cañada de Gómez, las tropas porteñas partían desde Buenos Aires hacia Pavón.. Un hecho histórico feroz que sin embargo quedó prácticamente oculto en el imaginario de la región ocurrió en Cañada de Gómez el 22 de noviembre de 1861, cuando tropas porteñas que respondían a Bartolomé Mitre y eran dirigidas por el uruguayo Venancio Flores atacaron por sorpresa a un grupo del ejército de la ya inexistente Confederación Argentina . El hecho fue brutal y más de 300 federales fueron masacrados, muchos de ellos pasados a degüello cuando apenas despertaban. La matanza de Cañada de Gómez sucedió dos meses después de la batalla de Pavón , librada el 17 de septiembre de ese año, cuando Justo José de Urquiza tomó la sorpresiva decisión de retirarse y Mitre resultó triunfador de la contienda que había enfrentado dos modelos de país: la Confederación Argentina con sede en Paraná y puerto en Rosario , y el Estado de Buenos Aires . Tras la renuncia del caudillo entrerriano, las tropas de la vencida Confederación se dispersaron por el territorio esperando, quizás, una nueva orden. Una de aquellas tropas desmovilizadas pero expectantes, dirigidas por Benjamín Virasoro, armó a mediados de noviembre un campamento a 75 kilómetros de Rosario , en Cañada de Gómez . En la madrugada del 22, los porteños tomaron por sorpresa a los federales mientras dormían. Pasaron a degüello a 300 hombres, otros pocos fueron incorporados a las milicias de Buenos Aires para poco después desertar y los menos lograron escapar a tiempo. A pesar del triunfo, las fuerzas vencedoras no dudaron en prolongar la contienda y continuaron avanzando por las provincias. Es que la violencia fue la marca característica de esta época. En un país en construcción, quienes buscaban imponerse dejaban un mensaje claro sobre qué les sucedía a los opositores. Décadas de guerras y enfrentamientos habían creado una sociedad acostumbrada a las armas y la crueldad. >> Leer más: La batalla de Pavón Croquis de La Matanza de Cañada de Gómez Tras Pavón Después del enfrentamiento en los campos de Pavón, las tropas porteñas se retiraron hacia San Nicolás acosadas por las fuerzas federales. Por eso resultó tan incomprensible la decisión de Urquiza de retirarse: la Confederación se había desenvuelto bien en el campo de batalla, no había motivo para hacerse a un lado. El líder de la Confederación abandonó el enfrentamiento junto a su caballería y su reserva. Desde allí emprendió su marcha hacia San Lorenzo, y cruzó el río Paraná hacia su provincia. Cuando Mitre se aseguró que el ejército entrerriano había acatado las órdenes de su caudillo, comenzó la avanzada por el resto del territorio federal. Fue así que el 4 de octubre Mitre entró a Rosario, la ciudad puerto de la Confederación urquicista, y se hizo con los fondos de su aduana, con lo que financiaría las luchas futuras. La matanza en al cañada En la noche cerrada pero primaveral del 22 de noviembre de 1861, cientos de hombres dormían cerca de la cañada. No sabían si Urquiza volvería, si daría nuevas ordenes o si estaba rearmando su ejército. Eran comandados por el correntino Benjamín Virasoro, exgobernador de aquella provincia, federal y leal al caudillo entrerriano, que con varias batallas sobre sus hombros, ignoraba que esa madrugada sus tropas serían masacradas. >> Leer más: La historia de cómo Rosario fue declarada capital de Argentina tres veces pero dos presidentes vetaron la ley Es que las fuerzas porteñas estaban al acecho. A pesar del triunfo en Pavón, el ejército de Mitre había continuado su marcha lapidaria por la provincia de Santa Fe y esa madrugada, a 75 kilómetros de Rosario, esperaba el momento oportuno para atacar. Los unitarios escondidos en la oscuridad eran dirigidos por el general uruguayo Venancio Flores, exponente del Partido Colorado, quien siete años después y en plena Guerra del Paraguay sería asesinado a puñaladas en las calles de Montevideo. Asesinato_del_general_Venancio_Flores El asesinato de Venancio Flores años después. Pero esa madrugada en territorio santafesino Flores comandaba un reducto que, sin piedad, atacó a las fuerzas federales. El uruguayo había atravesado el río Carcarañá una noche antes y había dividido a su ejército para hacer un movimiento de tenazas que sorprendiera a las desmoralizadas y desprotegidas tropas de la ya inexistente Confederación Argentina. Mitre estaba al tanto, Flores se lo había comunicado: era necesaria una muestra de fuerza. Todavía dormían cuando los atacaron Todavía dormían cuando fueron asaltados sorpresivamente por los unitarios. Al amanecer de ese 22 de noviembre, 300 federales fueron brutalmente asesinados con lanzas y bayonetas. Sólo algunos pudieron huir con las primeras luces del día en aquella vastísima geografía pampeana. Entre quienes alcanzaron sobrevivir había dos hermanos, los Hernández. El menor, Rafael, viviría para fundar en 1897 la Universidad Nacional de la Plata. El otro, José, sería político y periodista en diarios como La Capital de Rosario, pero será reconocido por su gran obra El gaucho Martín Fierro. "No puedo olvidar que en donde hoy se eleva floreciente la Colonia 'Cañada de Gómez' el año 1861 boleábamos yeguas para alimentarnos en la división que mandaba el general Virasoro, y de cuya derrota por sorpresa conservo como barómetro infalible una herida que en esta expedición me ocasiona con frecuencia dolores desesperantes", diría años después Rafael Hernández en sus Cartas Misioneras. >>Leer más: Batalla de Punta Quebracho, la victoria olvidada que definió la soberanía argentina Un mundo violento El ministro de Guerra de Bartolomé Mitre, Juan Andrés Gelly y Obes, escribiría tras aquel fatídico acontecimiento "El suceso de la cañada de Gómez es uno de esos hechos de armas muy comunes, por desgracia, en nuestras guerras, que después de conocer sus resultados aterrorizan al vencedor, cuando éste no es de la escuela del terrorismo. Esto es lo que le pasa al general Flores, y es por ello, que no quiere decir detalladamente lo que ha pasado. Hay más de trescientos muertos y como 150 prisioneros, mientras que por nuestra parte, sólo hemos tenido dos muertos y cinco heridos". La brutalidad del acontecimiento es innegable. Sin embargo, la crueldad no lo vuelve un hecho excepcional. Es que la Argentina del siglo XIX ha sido esencialmente violenta. La sociedad atravesó décadas de militarización, desde las luchas independentistas hasta los conflictos internos que en esa época todavía no cesaban. >> Leer más: La Matanza de Cañada de Gómez La violencia tampoco terminaría ahí: dos años después se exhibiría la cabeza de Chacho Peñaloza en una lanza y en 1870 Justo José de Urquiza sería asesinado en el Palacio San José. También faltaban otros episodios como la cruenta Guerra de la Triple Alianza que comenzó en 1864, o las incursiones al sur que significaron sangrientas matanzas a pueblos originarios. La guerra, el conflicto y la violencia atravesaron al sociedad durante esos años.

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