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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 20/11/2025 14:42
La baja cobertura de vacunación contra el Covid-19 afecta especialmente a los mayores de 50 años y personas con comorbilidades (Imagen Ilustrativa Infobae) El COVID-19 se hizo un lugar nuevamente en la agenda de salud de Argentina, tras conocerse un reciente brote en la provincia de Formosa, donde las autoridades informaron del aumento de casos y de la reimplementación de medidas preventivas. La vacunación contra el SARS-CoV-2 no es obligatoria en el país, sino de acceso voluntario, según indica el Ministerio de Salud, aunque aclara que el Estado promueve la inmunización como responsabilidad social. La aplicación es gratuita en todos los distritos. Las vacunas en uso en Argentina incluyen Spikevax monovariante XBB.1.5 de Moderna y Comirnaty bivariante Original/Ómicron BA.4/BA.5 de Pfizer-BioNTech. En el caso de las bivariantes, contienen dos componentes de ARNm: uno dirigido a la cepa original y otro a los linajes de Ómicron BA.4 y BA.5. Ambas alternativas se consideran seguras y eficaces por las autoridades. Las secuelas que el Covid-19 puede provocar a largo plazo en quienes se infectan representan la principal preocupación actual para personas sin comorbilidades, ya que la fase aguda del COVID suele parecerse a un cuadro gripal en personas sin enfermedades de base. Formosa activó medidas preventivas al aumentar los diagnósticos. No se reportaron internaciones graves ni fallecidos en el último brote (REUTERS/Agustin Marcarian) El infectólogo pediatra Eduardo López, del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, explicó a Infobae que Argentina dispone de vacunas dirigidas a variantes recientes, como la cepa JN1, que ofrecen “algún grado importante de protección frente a la cepa Frankenstein, lo que en medicina llamamos presión cruzada. No es absoluta, pero probablemente evita la enfermedad grave”. Destacó que esta variante, conocida como XFG o Frankenstein, “suele presentar dolor de garganta, poca fiebre y rápidamente laringitis, que se expresa con disfonía o voz tomada”. López subrayó que la vacunación se mantiene como una herramienta fundamental para prevenir la enfermedad, en especial en mayores de 50 años y quienes integran grupos de riesgo, e indicó que el esquema está subutilizado en el país. Por su parte, la infectóloga Elena Obieta, miembro de la comisión de Gestión de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y directora de epidemiología de San Isidro, resaltó en diálogo con Infobae que “el COVID nunca se fue y, dependiendo del momento, alterna con influenza o virus sincicial respiratorio como el principal causante de enfermedades respiratorias”. Obieta advirtió que el aumento de casos en Formosa “no implica necesariamente un riesgo inmediato para el resto del país”. Sin embargo, enfatizó que “todo el país sigue en riesgo de nuevos incrementos mientras la cobertura vacunal no sea adecuada y robusta”. Señaló que estar suficientemente inmunizado —con una dosis aplicada hace menos de un año— reduce la posibilidad de transitar cuadros graves. La percepción de bajo riesgo y la difusión de noticias falsas influyen negativamente en las tasas de vacunación (REUTERS/Agustin Marcarian) Quiénes y cada cuánto deben vacunarse De acuerdo con la información oficial de la cartera sanitaria nacional, el esquema para COVID es el siguiente: Personas con alto riesgo de COVID-19 grave : Mayores de 50 años Personas inmunocomprometidas desde los 6 meses Embarazadas en cualquier trimestre Deben aplicarse una dosis de refuerzo cada 6 meses Personas con riesgo intermedio o exposición laboral alta : Menores de 50 con comorbilidades no inmunosupresoras (enfermedades crónicas, obesidad, etc.) Personal de salud Personal estratégico Deben recibir una dosis de refuerzo a los 6 meses de la última y luego continuar con refuerzo anual Personas con bajo riesgo de COVID-19 grave : Entre 6 meses y 49 años sin comorbilidades Deben vacunarse con un refuerzo anual Las últimas variantes del coronavirus exigen reforzar la protección mediante nuevas dosis de vacunas (Imagen Ilustrativa Infobae) Para definir a los grupos de riesgo, el Ministerio de Salud señala comorbilidades y condiciones específicas que incluyen: Diabetes tipo 1 o 2 (insulinodependiente y no insulinodependiente) Obesidad Desnutrición grave Enfermedad cardiovascular crónica (insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, valvulopatías, miocardiopatías, hipertensión pulmonar) Enfermedad renal crónica (incluye diálisis crónica y síndrome nefrótico) Enfermedad respiratoria crónica (enfermedad pulmonar obstructiva crónica, fibrosis quística, enfermedad intersticial pulmonar, asma grave) Cirrosis VIH Situación de trasplante de órganos o en lista de espera Discapacidad intelectual y del desarrollo Enfermedad oncológica o oncohematológica activa Tuberculosis activa Síndrome de Down Enfermedades reumáticas inflamatorias crónicas autoinmunes y uso de inmunosupresores Inmunodeficiencias primarias Los contagios y las coberturas de vacunación El refuerzo frecuente de la vacuna ayuda a evitar cuadros graves y hospitalizaciones en personas vulnerables (Imagen Ilustrativa Infobae) La cobertura vacunal ha descendido de manera muy importante en los últimos años. Según datos oficiales, en 2023 se aplicaron casi 3,8 millones de dosis; en 2024 la cifra cayó a 1,7 millones y hasta noviembre de 2025 se reportaron poco más de 343.000 aplicaciones. Según el último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), los motivos de estos descensos en la aplicación de dosis son la baja percepción de riesgo en la población, difusión de noticias falsas, dificultades logísticas y rotación del personal sanitario. El BEN 782 —el último elaborado por las autoridades sanitarias— reportó dos picos de casos de COVID-19 en 2024 (uno al principio y otro al final) y un incremento desde la semana 34 de 2025. Durante la semana 45 se notificaron 57 hospitalizaciones sin fallecimientos. El porcentaje de positividad en muestras ambulatorias alcanzó 6,69%, con tendencia en aumento. Estos datos dejan en claro que las cifras del incremento registrado en Formosa no han sido registrados, al menos hasta el cierre de la última actualización del boletín nacional. Las medidas preventivas tradicionales son el lavado de manos frecuente o el uso de barbijo en lugares cerrados En Formosa, el aumento de diagnósticos activó medidas preventivas reforzadas. El sistema de salud provincial mantiene seguimiento telefónico diario de los casos activos, recomienda fortalecer el lavado de manos, el uso de barbijo en ambientes cerrados y la ventilación cruzada. En la provincia no hubo internaciones graves ni fallecidos por este brote. Desde el inicio de la pandemia hasta el 16 de noviembre de 2025, Formosa acumuló 151.429 casos confirmados, 149.593 recuperados y 1.351 fallecimientos.
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