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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 18/11/2025 16:32
Lamothe explicó cómo el CFI transformó su sistema de créditos: “Pasamos de procesos de siete meses a 20 días” (@CFI_Argentina) Desde el lunes y hasta hoy se está desarrollando en Chile la Jornada de Ministros de Desarrollo Productivo de la Argentina, un evento organizado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y la Cepal. Se trata de un taller que se inscribe en un proceso más amplio de construcción de una hoja de ruta federal para el desarrollo productivo. En ese marco, Infobae dialogó con Ignacio Lamothe, secretario general del CFI, quien compartió su mirada respecto al mercado financiero argentino, la necesidad de implementación de políticas público-privadas y el desarrollo económico de la región, entre otros temas de relevancia. - En esta jornada se presentó un programa del CFI que trabaja sobre tres misiones. ¿Cuál es el concepto general detrás de ese enfoque? - Conforme formamos los cuadros, empezamos una discusión de largo plazo con las provincias para delinear un horizonte común respecto a los grandes temas del país: energía, logística, educación y trabajo, industria cultural y el sector productivo a nivel más de detalle. Es un trabajo de hipercomplejidad que además requiere coordinación multidimensional y multipartidaria; cada cosa tiene un diseño, una planificación, una aprobación en junta o asamblea de provincias y una ejecución posterior. Lo más rico es el ejercicio de crearlos horizontalmente y consensualmente con las provincias. - ¿Cómo se articula esa tarea con el trabajo directo que realizan con los gobiernos provinciales? - Ahí entra la segunda misión: acompañar a las provincias en la elaboración de planes estratégicos. Trabajamos con cada gobierno en el diagnóstico y en la definición de cinco o diez prioridades que ordenen la gestión. Ese plan es una hoja de ruta real, no un documento para guardar en un cajón, y ayuda a que los equipos técnicos y los decisores políticos trabajen alineados. - La tercera misión es convertir al CFI en un banco de desarrollo. ¿Qué implica ese salto? - Implica modernizar todos los sistemas de financiamiento. Digitalizamos los procesos administrativos, simplificamos circuitos y redujimos los tiempos: antes un préstamo tardaba siete meses en aprobarse, ahora se resuelve en veinte días. Teníamos 22 líneas dispersas y las ordenamos en cinco líneas principales. Todo entra por una sola mesa de entrada, con un sistema más transparente, más rápido y más previsible. “Nuestra cartera pasó de estar 0% a casi 100% securitizada”, dijo Lamothe sobre el impacto de las garantías y las SGR (Fuente) - Concretamente, ¿qué instrumentos y cambios implementaron para acelerar y ampliar el financiamiento? - Entendimos que monetizar crédito por nosotros solos no alcanzaba; había que crear un sistema nacional de garantías. Expandimos el sistema de garantías a nivel provincias: armamos la arquitectura jurídico-financiera de esos fondos, los fondeamos y preparamos a quienes los manejan. Nuestra cartera pasó de estar 0% securitizada por garantías y SGR a estar casi 100% securitizada, lo cual permite prestar y ejecutar mucho más rápido. Con este sistema, las garantías se cubren con instrumentos financieros creados por nosotros. Eso baja el riesgo para las entidades financieras y abre la puerta a miles de pymes que estaban fuera del mercado formal de crédito. Sin duda el Fondo de Garantía es hoy la herramienta más efectiva para destrabar crédito en las provincias. - ¿Qué diferencia este sistema respecto de los esquemas tradicionales? - La diferencia es que ya no se exige la garantía clásica. La pyme se presenta, se evalúa su actividad y el CFI aporta la garantía a través de un instrumento financiero propio. Eso libera al empresario de un obstáculo enorme. Y lo más importante: lo hace sin distorsionar la evaluación crediticia ni reemplazar al banco. Es un puente entre la pyme y el sistema financiero. - ¿Ese esquema les permitió conectarse también con el mercado de capitales? - Hay varias formas de acercar al mercado de capitales a la producción. Hoy tenemos dos operativas en funcionamiento. Una permite que en aquellas provincias donde tenemos fondos de garantías se garanticen cheques y pagarés hasta un año —financiamiento de corto plazo para capital de trabajo— y el CFI los compra a tasa más baja del mercado. Eso formaliza a productores que estaban en el sistema informal y les da velocidad de financiamiento. El otro vehículo es acompañar a medianas empresas a colocar deuda en el mercado de capitales vía obligaciones negociables, donde la colocación está avalada por nuestro fondo de garantía. El CFI avanza en la capacitación de equipos técnicos provinciales en innovación financiera y uso de instrumentos de mercado de capitales (Fuente) - ¿Qué le falta a la Argentina para tener un sistema financiero con mayor profundidad, similar al de otros países? - Queremos una lógica de adicionalidad del sistema financiero: no repetir lo que ya existe, sino crear instrumentos nuevos que introduzcan empresas que antes no se financiaban ni en bancos ni en mercado de capitales. Las garantías juegan un rol fundamental porque permiten mirar el riesgo de otra manera. La banca en Argentina es principalmente comercial; las normas obligan a ser adversos al riesgo. Los fondos garantizados públicos mitigan esa adversidad y permiten asumir segmentos de riesgo que el sector privado no asume. - ¿Cómo está la morosidad en la cartera del CFI y qué rol cumplen los fondos de garantía en ese contexto? - La morosidad está siendo mitigada por el fondo de garantía. Cuando hay mora o demora en una cuota, si el crédito está garantizado quien sale a responder por la garantía es el fondo de garantía y no el privado. Por eso, en materia crediticia nosotros no tenemos una morosidad que nos preocupe; el sistema de garantía la está amortiguando. Sí hay una morosidad incipiente y el fondo está saliendo a responder, pero por ahora el instrumento de financiamiento no se cae ni se resiente: el sistema de amortiguadores está funcionando. - ¿A qué tipo de proyectos deberían orientarse los recursos? - Necesitamos volcar dinero a proyectos de impacto grande, capaces de aprovechar las ventanas de oportunidad que tiene el país. Pero para eso hacen falta proyectos ejecutivos. Si no tenemos “producto”, no pasa nada. Los organismos multilaterales necesitan carpetas bien hechas, técnicas y financiables. Lamothe remarcó la importancia de contar con proyectos ejecutivos para acceder a financiamiento multilateral: “La idea sola no alcanza; te piden el proyecto” (Fuente) - ¿Hay proyectos grandes en tratativas que puedas mencionar en este contexto? - Si mirás la estrategia logística integral y la ponés en discusión con el Banco Mundial o la CAF en un fondeo plurianual, estás hablando de 15.000 a 20.000 millones. Eso es lo que necesita Argentina en materia de infraestructura. Segmentado cada obra puede ser 50, 20 o 10 millones, pero el plan agregado facilita la discusión con multilaterales para financiamiento a largo plazo. - También habló de la necesidad de una estrategia logística nacional. ¿Qué rol cumple en esta agenda? - Es fundamental. Hoy no existe una estrategia logística de desarrollo. Eso impacta en las cadenas productivas, en los costos y en la competitividad. Se pueden hacer estrategias por cadena y luego una estrategia global. Esas son las inversiones que pueden ir a los bancos de desarrollo, que hoy están presentes en esta jornada. Pero sin proyectos ejecutivos y sin una agenda clara, ese financiamiento no llega.
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