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Basavilbaso » Riel FM
Fecha: 09/11/2025 03:25
El fenómeno fue de una magnitud sin precedentes y destruyó cerca del 90% del área urbana de Rio Bonito do Iguaçu, la ciudad más afectada, donde se registraron cinco de las víctimas. La sexta muerte ocurrió en una zona rural de Guarapuava, mientras que una persona continúa desaparecida. Más de cincuenta Bomberos siguen trabajando en los operativos de búsqueda y asistencia. De acuerdo con la Defensa Civil de Paraná, el tornado fue clasificado preliminarmente como F2 en la escala Fujita, con vientos estimados entre 180 y 250 km/h, aunque en algunos sectores se habrían superado esos valores. Las ráfagas estuvieron acompañadas por lluvias torrenciales y granizo, provocando el colapso de techos y estructuras, la caída de más de 250 postes eléctricos y tres torres de alta tensión, además de graves daños en caminos y viviendas. El impacto también afectó los servicios esenciales: el 75% de los usuarios de la empresa eléctrica Copel permanece sin energía, mientras que Sanepar, la compañía estatal de agua y saneamiento, implementó un plan de emergencia para garantizar el suministro de agua potable tras la ruptura del sistema principal. El Gobernador Carlos Massa Ratinho Júnior visitó la zona el sábado y decretó estado de calamidad pública, además de tres días de duelo oficial. Anunció la formación de un comité de reconstrucción y la suspensión del Examen Nacional de Educación Media (ENEM) que debía realizarse este domingo en el Municipio. En tanto, el gobierno federal dispuso el envío de equipos de emergencia coordinados por la Ministra Gleisi Hoffmann, con personal de los ministerios de Salud, Integración y Desarrollo Regional, y especialistas del Sistema Único de Salud (SUS) y la Defensa Civil Nacional. La tragedia ocurre en vísperas de la COP30, la cumbre mundial del clima que Brasil presidirá desde el lunes 10 de noviembre en Belém. Para el ambientalista Carlos Rittl, de la Wildlife Conservation Society, el desastre en Paraná “refuerza la urgencia de respuestas reales frente a la crisis climática”. “Vivimos en la era de los extremos. Cada décima de grado de calentamiento que logremos evitar significa salvar vidas y ecosistemas”, señaló Rittl, quien llamó a los países a triplicar los fondos para la adaptación climática y a acordar metas más ambiciosas de reducción de emisiones. El especialista también instó a desarrollar planes locales de prevención: “Las ciudades deben conocer sus vulnerabilidades y actuar antes de que ocurran los desastres”. Mientras continúa la emergencia y las tareas de asistencia, Brasil enfrenta no solo una catástrofe humanitaria, sino también un llamado global a transformar su liderazgo climático en acciones concretas.
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