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  • Despejando dudas sobre cómo el equilibrio en el peso es clave para envejecer con buena salud, con la médica clínica Ileana Ipharraguerre

    Concordia » Despertar Entrerriano

    Fecha: 07/11/2025 11:50

    Mantener un peso adecuado desde edades tempranas no solo influye en la apariencia, sino que define cómo envejecemos, cómo responde nuestro cuerpo ante las enfermedades y cómo sostenemos la energía con el paso del tiempo. Desde Despertar Entrerriano conversamos con la médica clínica Ileana Ipharraguerre, quien cuenta con 24 años de experiencia y formación en obesidad, medicina laboral y nutrición, para entender cómo los hábitos sostenidos pueden impactar en la salud metabólica, muscular y cardiovascular a lo largo de la vida. ¿De qué manera la obesidad impacta en el proceso de envejecimiento del cuerpo? La obesidad es una enfermedad que genera un aumento del tejido adiposo, y cuando ese tejido es muy abundante se produce un proceso inflamatorio generalizado que altera el metabolismo, afecta los niveles hormonales y acelera el envejecimiento. Este estado inflamatorio constante aumenta la posibilidad de un envejecimiento precoz. Además, la obesidad se asocia a enfermedades como la hipertensión, la diabetes y la resistencia a la insulina, que deterioran la salud metabólica. También puede provocar artrosis por la sobrecarga en las articulaciones, generando dolencias y limitaciones que, en personas jóvenes, no deberían aparecer. ¿Cómo influye mantener un peso saludable desde temprana edad? Mantener un peso saludable nos da múltiples beneficios. Conservamos la salud, evitamos lesiones propias del cuerpo y prevenimos enfermedades crónicas. También mejora nuestra calidad de vida y nos mantiene más activos. Es decir, llegar a la vejez con un peso estable y hábitos saludables nos permite hacerlo con otra calidad de salud, con más energía y movilidad. ¿Qué hábitos sostenidos en el tiempo son los adecuados para envejecer con buena salud? Con la edad, el metabolismo cambia. En las mujeres, especialmente después de la menopausia, la disminución de hormonas hace que el metabolismo sea más lento y se vuelva más difícil mantener el peso. En los hombres también ocurre, aunque en menor medida, muchas veces por una reducción en la actividad física. Por eso, los hábitos que ayudan a envejecer mejor son los que se pueden sostener: una alimentación equilibrada, buena hidratación, actividad física frecuente, descanso adecuado y manejo del estrés. Todo eso, en conjunto, mantiene al cuerpo más fuerte y resistente. ¿La actividad física puede revertir parte de los daños del sedentarismo o el sobrepeso acumulado? Siempre es buen momento para empezar. No importa si una persona nunca hizo ejercicio, la actividad física sigue siendo una gran aliada. Lo ideal es comenzar con algo que guste, porque eso facilita sostenerlo. Hoy se sabe que la actividad más efectiva para mejorar el metabolismo y controlar el peso es la fuerza: la musculación. Generar masa muscular mejora el metabolismo, ayuda a eliminar grasa y fortalece los huesos. En la vejez, la masa muscular tiende a disminuir, por eso es importante prepararse antes, fortaleciendo los músculos mientras se pueda. Se dice que después de cierta edad el metabolismo cambia y cuesta más mantener el peso, ¿por qué ocurre eso? Sí, el metabolismo se enlentece con los años y eso se debe a varios factores: los cambios hormonales, la menor actividad física y el desgaste natural del cuerpo. Por eso, los hábitos saludables se vuelven aún más importantes. Una nutrición completa y equilibrada, acompañada por un profesional, es fundamental. También lo es un sueño reparador, manejar el estrés —porque el cortisol altera el metabolismo y genera ansiedad— y sostener un buen nivel de actividad física. Todos estos factores en conjunto ayudan a mantener el peso y prevenir enfermedades. ¿Qué recomienda para preservar la fuerza muscular y evitar la sarcopenia en personas mayores? La sarcopenia es la pérdida de masa muscular y aparece con el envejecimiento o en personas que, por enfermedades o inmovilidad, dejan de usar sus músculos. La mejor estrategia para prevenirla es realizar actividad física que implique cierto esfuerzo: levantar peso, trabajar con resistencia, hacer tareas cotidianas que exijan movimiento. Hoy existen ejercicios adaptados para todas las edades, incluso para quienes tienen movilidad reducida, como trabajar con una silla o levantar objetos livianos. La clave es mantener la constancia. Cada vez que el músculo trabaja, se fortalece, genera nuevas fibras y mejora la función metabólica. En esta época del año, muchas personas se proponen “llegar bien al verano”, ¿qué tiene para decir al respecto? Esa mentalidad de hacer cambios rápidos para “llegar al verano” no es sostenible. El hábito saludable se tiene que mantener todo el año. Lo importante no es bajar 30 kilos en dos meses, porque esas metas no son reales y solo generan frustración. El cuerpo necesita tiempo y constancia. Lo ideal es plantear objetivos concretos, posibles, que se puedan mantener en el tiempo. Es preferible avanzar despacio pero de forma sostenida. ¿Cuál es el ejercicio más efectivo para prevenir el envejecimiento? Durante mucho tiempo se recomendaban los ejercicios aeróbicos, pero hoy la evidencia científica muestra que el entrenamiento de fuerza es el más efectivo. La musculación no solo ayuda a controlar el peso, sino que mejora el metabolismo, fortalece los huesos y retrasa el deterioro físico. Además, contribuye a tener más energía, más equilibrio y una mejor postura. Envejecer con masa muscular es envejecer con independencia. ¿Qué sucede cuando se hacen dietas muy restrictivas o de resultados rápidos? El problema es que esas dietas generan un efecto rebote. La persona baja rápido, pero también recupera rápido el peso perdido. Esas fluctuaciones son dañinas para el metabolismo y terminan afectando más. Por eso, no existen las soluciones mágicas. Lo que realmente funciona es la paciencia, el acompañamiento profesional y la constancia. La salud no se construye en dos meses; se construye todos los días. El rol que cumple la alimentación dentro de este proceso es fundamental… La alimentación es determinante. Si el objetivo es bajar de peso, hay que generar un déficit calórico, es decir, gastar más de lo que se consume. Pero no se trata solo de contar calorías: hoy la nutrición se centra en la calidad de los alimentos. Se priorizan las proteínas y las verduras, reduciendo los hidratos simples y eligiendo los hidratos complejos, que se absorben más lentamente y estabilizan los niveles de insulina. Eso evita los picos de azúcar, la ansiedad y el “picoteo” constante. La clave está en elegir bien y comer con conciencia. Ileana Ipharraguerre Medica clínica – Mat. 9401 Con una diplomatura en obesidad y finalizando un posgrado en nutrición. Ig: @dra.ipharraguerre

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