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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/11/2025 04:55
                            Avanzar en la actualización de las leyes laborales sigue siendo un paso importante para generar condiciones propicias que permitan enfrentar la falta de empleo (Foto: EFE) Uno de los temas que el Gobierno busca promover rápidamente es la reforma laboral, fundamental para evitar la industria del juicio y, en tiempos de cambios tecnológicos acelerados, facilitar la reasignación de los trabajadores, lo que contribuye a reducir la desocupación. La legislación laboral no es el único factor que impide la creación de puestos de trabajo netos. También influyen elementos como: la carga impositiva, la falta de previsibilidad, los controles de precios, y el atraso cambiario. Sin embargo, avanzar en la actualización de las leyes laborales sigue siendo un paso importante para generar condiciones propicias que permitan enfrentar la falta de empleo. Entre enero de 2012 y julio de 2025, según datos del Ministerio de Trabajo, el sector privado formal sumó 110.571 empleos registrados, lo que representa un promedio de 7.900 puestos por año en casi catorce años. Al mismo tiempo, los indicadores disponibles sugieren que ingresan al mercado cerca de 200.000 jóvenes por año en busca de empleo, muchos de los cuales enfrentan dificultades para conseguirlo o sólo acceden a trabajos precarios. Ingresan al mercado cerca de 200.000 jóvenes por año en busca de empleo, muchos de los cuales enfrentan dificultades para conseguirlo o sólo acceden a trabajos precarios El crecimiento de la economía a partir de la inversión debe incluir tanto a la nueva generación que cada año aspira a insertarse como a quienes ya están desocupados. La incorporación de jóvenes al trabajo asalariado registrado debe ser una prioridad para cualquier política de desarrollo sostenible. Con la expansión de la inteligencia artificial, se ha instalado la idea de que muchos empleos desaparecerán, aunque no es correcto afirmar que la tecnología produce desocupación en forma directa. Lo que realmente ocurre es un cambio en la asignación de la mano de obra, posible cuando existe un marco legal flexible. El debate sobre tecnología y empleo Antes de la revolución industrial, la mayoría vivía del campo, dependiendo de la agricultura y la ganadería, con un ingreso per cápita estancado durante siglos, según los estudios de Angus Maddison. A partir de la industrialización, se produjo un notable movimiento migratorio del campo a la ciudad, donde las fábricas concentraban la demanda de trabajadores. Un siglo y medio después, las comunicaciones y la informática generaron otro salto. Los cambios en los modos de comunicación transformaron la ubicación de las empresas y, hoy, gracias a internet y los teléfonos móviles, ya no es imprescindible residir cerca del lugar de trabajo. Es posible realizar tareas desde el hogar, un bar o cualquier espacio del país o del planeta. Hoy, gracias a internet y los teléfonos móviles, ya no es imprescindible residir cerca del lugar de trabajo (Foto: Reuters) En 1985, cuando empecé a enviar columnas semanales a La Prensa, primero las escribía a mano, luego las pasaba a máquina de escribir, hacía copias y las llevaba personalmente. Este proceso incluía encuentros y charlas con el entonces director del diario. La llegada del fax eliminó la necesidad del traslado, aunque también esas charlas presenciales. Más tarde, la computadora permitió mecanografiar el texto y enviar el fax desde allí, simplificando el envío. Hoy, con el correo electrónico y WhatsApp, la nota llega en segundos a la redacción correspondiente, sin importar la ubicación. Los bancos emplean menos cajeros humanos gracias a los cajeros automáticos y el homebanking Actualmente, los bancos emplean menos cajeros humanos gracias a los cajeros automáticos y el homebanking. Las fábricas de autos utilizan robots que cumplen tareas de pintura, ensamblado y otras funciones de la producción. Esto redujo ciertas posiciones tradicionales, pero a la vez surgieron múltiples nuevas ocupaciones que antes no existían: programadores, personal para call centers, equipos de canales de cable y colaboradores en empresas de las nuevas tecnologías, que no formaban parte del escenario laboral tres décadas atrás. La evidencia muestra que la tecnología no conduce a un desempleo estructural masivo. Más bien, exige adaptar habilidades y asumir tareas diferentes. La televisión por cable desplazó a la abierta, y las actuales plataformas de películas compiten con el cable. Incluso los programas periodísticos se ven desafiados por el streaming, que permite producir contenidos con bajos costos operativos. La industria automotriz permitió el acceso masivo a los autos, gracias a la economía de escala que reduce los costos y los precios, liberando recursos para otros consumos (Foto: Reuters) Así, la tecnología impone cambios en el destino de los recursos, sobre todo en el empleo, pero también incrementa la productividad. Un trabajador con una pala hace menos que una retroexcavadora, y la industria automotriz permitió el acceso masivo a los autos, gracias a la economía de escala que reduce los costos y los precios, liberando recursos para otros consumos. Quienes consideran a la tecnología un peligro para la ocupación no observan los empleos originados en las nuevas actividades, ni los que surgen al reasignarse recursos liberados por la mayor eficiencia. La actualización de la legislación laboral será insuficiente si no se acompaña de una reforma impositiva, estabilidad en los precios, previsibilidad y un sistema educativo orientado a la formación para el trabajo innovador De todos modos, la actualización de la legislación laboral será insuficiente si no se acompaña de una reforma impositiva, estabilidad en los precios, previsibilidad y un sistema educativo orientado a la formación para el trabajo intelectual e innovador. La reforma de las normas laborales es un paso relevante para abordar el desempleo y la informalidad, pero debe enmarcarse en un conjunto de políticas que incluyan estabilidad institucional y reglas claras, indispensables para atraer inversiones y fomentar la generación sostenible de empleo registrado.
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