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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 31/10/2025 02:37
 
                            Ricardo Arriazu aseguró que si el riesgo país cae por debajo de los 500 puntos, Argentina volverá al mercado de deuda. Ricardo Arriazu, uno de los economistas más respetados por el presidente Javier Milei y el círculo rojo, proyectó que una baja del riesgo país por debajo de los 500 puntos básicos implicaría el retorno de la Argentina a los mercados voluntarios de deuda. Además, volvió a mostrarse en contra del sistema de bandas cambiarias y cuestionó a quienes piden devaluar. El analista económico disertó en el lanzamiento de Lantia Capital, una firma de asesoramiento financiero para patrimonios familiares. El evento tuvo lugar en el Campo de Polo de la Ciudad de Buenos Aires. Arriazu comenzó su disertación indicando que “la Argentina tiene los mejores números macroeconómicos de América Latina” pero, ”sin embargo, la gente no cree porque siempre fuimos estafadores seriales y tienen miedo que volvamos a estafarlos". “Tenemos el triple del promedio de América Latina y 10 veces el riesgo país de Paraguay y Uruguay, con los mejores números macroeconómicos de la región. ¿Por qué? Si defaulteamos nueve veces, una vez cantando el himno nacional, ya hay gente diciendo que hay que defaultear de vuelta. Mientras no dejemos de ser estafadores, siempre vamos a tener la duda", remarcó. Ricardo Arriazu aseguró que si el riesgo país cae por debajo de los 500 puntos, Argentina volverá al mercado de deuda. A propósito del resultado de las elecciones, remarcó que en la previa el oficialismo tenía que impedir a toda costa que se mueva el tipo de cambio ya que, si escalaba, “perdía por paliza”. “Ahora consiguió el tercio en ambas cámaras. Ahora está obligado a negociar y tiene oportunidad de hacer las reformas estructurales. Eso impactó antes y después en los mercados. El riesgo país bajó a 600 puntos y subieron las acciones. Pero el dólar, todavía no”, sumó. “Las dudas del mercado eran si el Gobierno podía aguantar una corrida y si podía pagar los vencimientos de deuda. Desde el ’80 para acá, Argentina tuvo 20 años de crecimientos negativo. Todo asociado a una crisis de balanza de pago donde la gente con miedo saca capitales, digamos, vende los pesos y compra dólares. Solamente eliminando los años negativos, Argentina duplica su tasa de crecimiento. Y siempre ganaron la pulseada. ¿Podía el Gobierno ganar? Sí, con el agua hasta el cuello y con el alto costo. ¿Valía la pena? Definitivamente sí. Si no gana el Gobierno, vamos a tener una corrida el otro año y van a estar permanentemente presionando. En el medio, llegó la caballería", acotó. Por otra parte, el economista volvió a declararse “enemigo” de las bandas cambiarias: “Argentina es un país bimonetario. El peso lo usamos para pequeñas transacciones, impuestos y salarios. Todo el resto lo hacemos en dólares. Cuando el dólar se mueve, todo tiembla. Cuando sube, la gente compra hasta que cree que el overshooting es enorme. Estoy en contra de todos mis colegas en este tema". “En la etapa de noviembre de 2024 a febrero de 2025, el riesgo país cayó a 600, la economia creció al 11%, compramos USD 25.000 millones de reservas y la inflación se cayó como un piano. Desde que pusieron las bandas, no compraron un dólar, se paralizó la actividad económica, subió el riesgo país y la inflación, en el mejor de los casos, la calculo en 28%. Que alguien me explique dónde está la ventaja, yo no la puedo entender”, lanzó. Arriazu centró su diagnóstico en las inconsistencias de la política cambiaria. Señaló que la flotación libre no puede convivir con la compra sistemática de reservas por parte del Banco Central. De acuerdo con sus palabras, “flotación libre es inconsistente con la compra de reservas”. El economista interpretó que en el actual debate se esconde una búsqueda de devaluar. “En el fondo, lo que quieren es devaluar”, explicó, y cuestionó esa preferencia como salida de fondo para la economía. Al repasar el historial nacional en materia de devaluaciones, Arriazu subrayó que la estrategia resultó ineficaz para resolver los problemas macroeconómicos. “La devaluación no cambia nada”, sostuvo, y puntualizó: “Argentina es el segundo país con mayores devaluaciones acumuladas. No solucionó ningún problema”. Su planteo remarcó la importancia de atacar los factores estructurales que inciden en la competitividad: “Bajar el costo argentino, todas las cosas que me hacen no competitivo”. Respecto al contexto financiero internacional y las fuentes de respaldo utilizadas por el Gobierno, Arriazu describió los instrumentos en uso: “Llegó la caballería. Tiene varios componentes: el swap. Es un intercambio de monedas. Ya tenemos uno con China y con Basilea. El primero es un asiento contable. Ellos se llevan pesos y nos dan yuanes. Solamente se puede usar si ellos lo permiten y para pagar importaciones. El resto es contable”. Bajo su perspectiva, la situación cambia con los acuerdos alcanzados con Estados Unidos. “Con el swap con EEUU, Argentina lo usa cuando quiera y cómo quiera. Si lo quiere usar para pagar deuda, lo usa. Si lo quiere usar para intervenir el mercado, lo usa. Adicionalmente, Estados Unidos intervino en los mercados cambiarios”. Ricardo Arriazu aseguró que si el riesgo país cae por debajo de los 500 puntos, Argentina volverá al mercado de deuda. El consultor económico planteó un escenario adverso si el dólar escalara de forma abrupta. “¿Qué pasaría si se va a $3.000? La idea de que no hay traspaso a precios es mentira. La inflación subiría a lo loco y Milei perdería”, reflexionó. Según su repaso histórico, “cada vez que subió el tipo de cambio, hubo una crisis política. Salen los capitales y se va todo al demonio”. Para el disertante, el Gobierno solo maneja el tipo de cambio nominal. “Cada vez que subió, la actividad económica cayó. Una devaluación es un impuesto que baja el valor de los pesos: produce recesión y baja las importaciones. No produce lo que la gente dice”, sostuvo, y matizó: “Eso no quiere decir que no haya un cambio de competitividad, pero acá estamos hablando de la macroeconomía”. En su evaluación de la deuda y la percepción internacional de la solvencia local, Ricardo Arriazu remarcó: “Mi cálculo es que el riesgo país va a caer por debajo de 500 y que va a volver al mercado de capitales”. Indicó que los peores elementos para el sector externo ya pasaron, salvo la falta de confianza, y explicó la importancia de “ganar la pulseada”: “Por eso es tan importante ganar la pulseada”. El análisis sobre el mercado cambiario giró en torno a la conducta de los tenedores de pesos y dólares. “Hay una compra de dólares de los argentinos porque ‘se me antoja’. La gente necesita pesos para eso. Si no emiten, la cantidad de pesos cae y la tasa de interés vuela por las nubes. Ahí tienen la explicación de lo que pasó en los últimos meses. Si todo se mantiene calmo, esto se tiene que dar vuelta”, sostuvo, al exponer el vínculo entre base monetaria disponible, tasa de interés y presión sobre la divisa norteamericana. Al cierre, Arriazu puso el énfasis en el rol de la confianza y su reflejo instantáneo en la economía local. “No hay manera de reactivar la economía a menos que se dé vuelta la confianza. El clima va a ser mejor el año que viene y si se da vuelta el mercado cambiario, claramente la economía se expande. ¿Cuándo? En cuanto se dé vuelta, es instantáneo”, cerró.
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