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Concordia » Hora Digital
Fecha: 22/10/2025 11:04
La leyenda de los Chicago Bulls habló sobre su vínculo con el deporte y confesó cuánto extraña la competencia, en una entrevista íntima desde su casa. Michael Jordan rompió un largo silencio al hablar sobre el vacío que le dejó el baloncesto tras su retiro hace más de veinte años. En una entrevista realizada en su hogar y emitida durante la apertura de la temporada de la NBA, el exjugador de los Chicago Bulls confesó: “Amo el baloncesto como no te lo creerías. Para ser sincero, ojalá pudiera tomar una pastilla mágica, ponerme pantalones cortos, salir y jugar al básquet hoy, porque es lo que soy. Ese tipo de competencia, esa competitividad, es lo que me hace vivir. Y lo echo de menos, echo de menos ese aspecto de jugar al juego del básquet, poder desafiarme a mí mismo contra lo que la gente ve como gran básquet. Pero para mí es mejor estar aquí sentado hablando contigo en lugar de romperme el tendón de Aquiles y estar en una silla de ruedas durante tiempo”, expresó visiblemente emocionado durante la charla con el periodista Mike Tirico, de NBC. Por primera vez en años, Jordan permitió el ingreso de cámaras a su casa para hablar en profundidad sobre el impacto del baloncesto en su vida. Explicó que su vínculo con el deporte no es económico, sino una obligación moral. “Estoy bien. Desde mi perspectiva como jugador de básquet, es poder transmitir mensajes de éxito y dedicación al básquet”, afirmó. Además, destacó que su aparición pública responde a la necesidad de devolver lo que recibió: “Creo que una de las razones por las que hice esto es que, como atletas profesionales, tenemos la obligación de devolver lo que hemos recibido. Eso es parte de todo esto, de pasar el testigo, de devolver lo que hemos recibido”. La entrevista se emitió durante el descanso del primer partido de la temporada entre los actuales campeones Oklahoma City Thunder y los Houston Rockets de Kevin Durant, en el que el equipo de Gilgeous-Alexander celebró la obtención del anillo. En esta temporada, Jordan debutará como comentarista televisivo para NBC en una serie de episodios titulados “MJ: perspectivas hacia la excelencia”. Jordan también reflexionó sobre cómo cambió su relación con el tiempo y la familia tras su retiro. En un momento sincero, dijo: “Cuando estás en la cima de tu carrera, nunca sabes realmente cuánto tiempo no tienes para dedicarle a tu familia. Ahora tengo tiempo para hacerlo. El activo más valioso que tengo es el tiempo. Probablemente por eso no me ves lo suficiente, porque ese tiempo lo intento pasar con mi familia y haciendo cosas que me he estado perdiendo durante mucho tiempo”. Durante la entrevista, Jordan contó una anécdota que ilustra la presión y las expectativas que aún lo acompañan, incluso fuera del ámbito profesional. Consultado sobre la última vez que lanzó una pelota de básquet, respondió: “No, hace años que no cojo una pelota”. Ante la insistencia del entrevistador, agregó entre risas: “No ves ninguna canasta por aquí, ¿verdad? Hay una razón para ello”. Finalmente, relató el único tiro reciente que realizó: “Estaba en la Ryder Cup y alquilé una casa al propietario. Vino a hacer fotos y a ver a sus nietos, y yo lo recibí y le di las gracias por permitirme quedarme en la casa, y él tenía una cancha de básquet. Me dijo: ‘Quiero que lances un tiro libre’. Le dije: ‘¿En serio?’. Y yo ya había pagado por la casa, ya había pagado… a este tipo le gustaba verme. Así que cuando me acerqué para lanzar el tiro libre, fue el momento en el que más nervioso he estado en años”. Jordan explicó que la razón de esos nervios se debe a las expectativas que mantienen las nuevas generaciones basadas en sus logros de hace tres décadas: “La razón es que esos chicos escucharon las historias de sus padres sobre lo que hice hace 30 años. Así que la expectativa es de hace 30 años y no he vuelto a tocar un balón de básquet”. Contó que el tiro entró limpio y destacó: “Por supuesto. Lo más gratificante de todo eso, lo que me alegró toda la semana, fue poder complacer a ese niño sin saber si podría”. Este testimonio confirma que la pasión por la competencia y el deseo de volver a jugar siguen vivos en uno de los deportistas más emblemáticos de la historia.
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