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» Diario Cordoba
Fecha: 22/10/2025 07:24
La unión de Escribano M&E e Indra “no será una venta ni una absorción, sino una fusión”, ha asegurado el presidente de la firma armamentista madrileña, Javier Escribano, durante un encuentro con los medios; y a este diario le ha precisado que esa fusión estará hecha “antes de que acabe el año”. El presidente de la compañía armamentista madrileña, hermano de Ángel Escribano, presidente de la principal tecnológica española de la defensa, lo ha afirmado este martes durante una demostración de las capacidades militares de su empresa. Javier Escribano ha puesto voz a lo que hasta ahora venía diciéndose por fuentes más o menos anónimas del sector, pero lo ha hecho recalcando que la operación no es una venta, “sino un intercambio de acciones”. Para ello, ha explicado, trabajan cuatro bancos internacionales -”los mejores del mundo”, ha dicho- en el cálculo de valores de cada una de las partes, para llegar a un acuerdo sobre los términos de ese intercambio de acciones: Goldman Sachs y Morgan Stanley, para Indra; JP Morgan y Santander, para EM&E. “En cuanto los bancos hablen entre ellos y lleguen a un acuerdo, nosotros ya aquí afinaremos el pacto”, ha dicho Escribano, quien calcula que la integración industrial posterior a la fusión “no llevará más de un año”. Sin coste en empleos El presidente de EM&E, el hermano menor de la pareja más decisiva de la industria de la defensa, ha asegurado que “la fusión es un objetivo que se va a cumplir”. Escribano, además, “no tiene plan B”. Se trata de “una operación para sumar capacidades industriales” que no costará empleos en su firma, pues apenas hay duplicidades entre la fabricación de torretas autónomas para blindados y barcos y robots para el campo de batalla que lleva a cabo Escribano, y los radares y sistemas de comunicación y gestión de datos que integra Indra. De hecho, se ha reunido con el comité de empresa para trasladar un mensaje de tranquilidad: “Les hemos asegurado que no habrá ajustes de personal, sino todo lo contrario”. Escribano ha salido al paso de las críticas sobre colusión de intereses familiares en esta operación, al ser dos hermanos los que la encabezan, recordando que “Escribano ha venido siendo una compañía que siempre interesó a Indra”, e Indra “siempre ha sido una compañía cercana a nosotros”. Para Javier Escribano, la fusión tiene sentido como creación de un elemento tractor español de la pequeña y mediana empresa y de cohesión territorial: “Ángel y yo venimos de la industria pequeña -ha comenzado explicando-. No se trata de crear empresas elefantiásicas, sino de crear empleo de calidad también fuera de Madrid, y de generar progreso en la cadena de suministro”. Rondar los 500 millones Los cálculos que hace Javier Escribano sobre el camino de su empresa en 2025 le permiten apostar por que acabará el ejercicio con una cifra de negocio que rondará los 500 millones de euros. “De hecho, queremos pasar esa barrera psicológica”, ha abundado. Con ello, su ebitda se aproximaría a los 190 millones, según su apuesta. Escribano prevé además un 2026 de gran crecimiento, después de que la firma se haya visto favorecida por el riego de encargos millonarios de los programas de modernización del ministerio de Defensa. Robots militares desarrollados por Escribano M&E / José Luis Roca Actualmente, EM&E se sienta con Indra en tres programas estratégicos para Defensa: el problemático proyecto del blindado 8X8 Dragón, el sistema de combate contra drones Aracne y el programa DIAL de desarrollo de un arma láser. Puntos de expansión Hay seis nichos de negocio de la defensa claves para Escribano: la fabricación de torres autónomas de disparo para barcos y vehículos de combate, como las Guardian y las Sentinel; la fabricación de robots especializados en desminado u otras misiones para el frente; el sistema de lanzacohetes de artillería de campaña SILAM (actualmente tocado por la ruptura tecnológica de Deefensa con Israel, que obliga a perscindir del sistema PULS de lanzamiento, con patente en Tel Aviv); la participación en el programa de blindados 8X8 Dragón; la instalación de sistemas ópticos de vigilancia para la Guardia Civil; y la fabricación de espoletas de munición dirigida que permita convertir en inteligentes las viejas bombas y proyectiles. En todos estos desarrollos hay cuatro puntos geográficos españoles señalados por la compañía para expandir su actividad en los próximos años. Córdoba, con 20 millones de euros de inversión, es ahora el más destacado. En el mismo emplazamiento en el que irá la Base Logística del Ejército (EGLET), Escribano está aumentando una planta industrial desde los 14.000 metros cuadrados actuales hasta 23.000, y espera aumentar su plantilla de 180 personas hasta superar las 200 "en año y medio" según los cálculos de su presidente. En Barcelona está centrando Escribano sus trabajos de desarrollo de software e inteligencia artificial para robótica. Y en ese campo se integra la entrada de Escribano en el capital de la catalana IDEADET, con sede en Viladecans, el pasado verano comprando un 5% de la firma. En Binéfar (Huesca), está centrando la firma la fabricación de robots UGV (vehículos terrestres no tripulados) y desactivadores de explosivos, que están encontrando mercado no solo en Ucrania, también en el sur de Asia, y de forma creciente, hasta el punto de llevar a EM&E a abrir sede en Malasia. La planta de Binéfar, con 27.000 metros cuadrados, aspira a multiplicar por dos su actividad en año y medio En Linares y Bédmar (Jaén), en la misma provincia donde Defensa construye su Centro de Experimentación CETEDEX, Escribano se dispone intensificar la fabricación de blindados 6X6 Ferox -de diseño originario qatarí- y la instalación de una planta de fabricación de cableados que surta a toda la compañía con una previsión de plantilla de 100 personas. Escribano M&E tiene también actividad en Asturias, con un centro de innovación; Madrid, con la fábrica originaria y plantas tecnológicas en Alcalá de Henares y campo de pruebas en El Viso; Cádiz, con la oficina técnica del sistema de vigilancia de fronteras SIVE, y Valencia, donde reside otra de las adquisiciones de la compañía, Das Photonics, su fábrica de productos de guerra electrónica. En Ucrania está una de las salidas internacionales de la firma, que tiene oficina comercial en Kiev: una de las naves de la planta alcalaína es metáfora de la presencia de Escribano al pie del frente de la guerra con Rusia. Se apilan con las siglas UKR y números ordinales, las torretas de disparo autónomo que adquiere el ejército ucraniano para montar en sus vehículos de combate.
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