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  • Estanislao Bachrach: “El mayor poder que tenemos es decidir quiénes queremos ser cada día”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 17/10/2025 06:59

    Estanislao Bachrach explica cómo integrar mente, cuerpo y emociones para lograr transformaciones reales (EB) “Mi objetivo mayor es que algunos de los que tienen la posibilidad de participar de un workshop, show teatral, escuchar alguno de los temas musicales basados en la ciencia del cerebro o lean mis libros salgan pensando y sintiendo: ‘puedo cambiar, no estoy atrapado en mi historia, elijo avanzar’”, manifiesta Estanislao Bachrach, biólogo molecular argentino y uno de los divulgadores científicos más reconocidos de la región. Para él, la verdadera revolución empieza con gestos simples y la decisión, cada día, de avanzar. En una entrevista con Infobae, revela que su visión une ciencia, experiencia personal y creatividad como motores del cambio posible. “Es importante la coherencia entre el pensar y el sentir”, afirma el famoso biólogo. Desde su perspectiva, el cambio es mucho más que una consigna de autoayuda: “El cambio real ocurre cuando empezamos a entender cómo funciona nuestro cerebro y, sobre todo, nuestra mente y nuestras emociones. Sin eso, solo nos quedamos estancados en la voluntad”. En sus próximas actividades –desde el workshop “La Fórmula del Cambio” hasta la charla LÍMBICO en el Teatro Astral–, Bachrach apuesta a compartir herramientas concretas para transformar rutinas mentales y emocionales. Lo que más disfruta es ver cómo una idea científica, que tal vez parezca abstracta, se convierta en algo útil para la vida diaria de la gente. “Solo se trata de animarse a ejercitar la mente y el cuerpo”, afirma. La relación con la ciencia, insiste, nunca es fría ni lejana. “Cuando explico en un taller cómo el miedo u otras emociones se procesan en el sistema límbico y, sobre todo, cómo se relacionan íntimamente con tus pensamientos y tu cuerpo, la gente se reconoce en esa explicación. Y ahí surge la empatía, la energía de cambio. Es lo que me dicen que se genera en esos encuentros”. Mente, cuerpo y emoción: los tres pilares del cambio para Bachrach (EB) La ciencia del cambio y las emociones El cambio ocupa un lugar central en el trabajo y pensamiento de Bachrach. Durante la entrevista, el biólogo molecular explica cómo la neurociencia y la comprensión de la biología del cerebro modificó la comprensión de los procesos de transformación personal y colectiva. Y por qué es fundamental abordar las emociones para lograr cambios reales y duraderos. —¿Por qué es tan difícil cambiar, incluso cuando la motivación es fuerte? —Porque la mayoría de nosotros intenta cambiar solo con la razón, los datos, la lógica. Y la razón no es suficiente: el cerebro necesita emoción, necesita saber cómo se va a sentir luego de ese cambio. Si no hay una expectativa clara de que con ese cambio te vas a sentir mejor, no hay acción. El verdadero cambio es una experiencia integral: La emoción lleva a la acción, el movimiento, la toma de riesgos, y la razón a la justificación, a la conclusión de lo que estás haciendo. —¿Qué papel juegan las emociones en los procesos de aprendizaje y cambio? —Todo. El aprendizaje que dura, el que transforma, siempre está conectado a una emoción fuerte. Y no siempre es una emoción “linda” o placentera. A veces la frustración es la puerta de entrada para algo nuevo. Esto depende de cada persona. Las emociones son subjetivas y nos afectan de forma diferente a cada uno. El desafío es saber cómo nos afectan y poder autorregularlas para que nos ayuden a cambiar sin quedar inflexibles, pero tampoco llevándonos al caos. El pánico sería un ejemplo de inflexibilidad y la euforia podría ser uno de caos. —¿Cómo ayuda la ciencia a diseñar estrategias de cambio más efectivas? —La ciencia hoy nos da datos, y también nos ayuda a hackear nuestras propias rutinas. Entender qué hábitos activar, cuándo descansar, cómo registrar lo que sentimos… Es mucho más práctico de lo que parece. Aprendimos a que reconocerse o reconocernos durante el proceso de cambio cuando te esforzás o vas progresando con algo es la clave para mantenerte motivado cuando los resultados aún no llegan. En general, venimos de una sociedad que solo nos reconoce cuando ganamos, alcanzamos los objetivos o llegamos al resultado establecido. —¿Cuál es la principal barrera para que la gente logre transformaciones sostenidas? —Hay muchas barreras. Desde la razón podrían ser las creencias autolimitantes “yo no voy a poder”, “no sirvo para esto”. Desde lo emocional, cualquier emoción que sea muy intensa -pánico, depresión, ira, euforia- no te dejará pensar con claridad y enfrentar los obstáculos que tendrás en tu proceso de cambio. El miedo es la emoción más subestimada cuando hablamos de cambio. La gente dice “no tengas miedo” Yo creo que no se trata de eliminarlo, sino de aprender a regular su intesidad, a leerlo como una señal más del cuerpo y del cerebro. Si tenés miedo muy probablemente sea importante para vos. Por eso, la inteligencia emocional es un pilar a mejorar cuando te proponés un cambio. Bachrach destaca la importancia de aplicar la ciencia en su propia vida y relaciones (EB) Del laboratorio al escenario: El rol de la divulgación Su carrera va más allá de la investigación científica y la docencia universitaria. En los últimos años, su trabajo se expandió hacia la divulgación masiva, talleres y grandes charlas abiertas al público. Es el caso de la charla LÍMBICO, muy pronto en el Teatro Astral de la Ciudad de Buenos Aires, luego de agotar entradas de diez teatros en Buenos Aires y el interior del país en los últimos meses. Bachrach revela los desafíos y motivaciones detrás de traducir la neurociencia compleja a un lenguaje accesible y cotidiano. —¿Cómo fue el tránsito desde el laboratorio a los escenarios y las charlas públicas? —Fue un aprendizaje en sí mismo. Yo venía acostumbrado a hablar con colegas, con gente del mundo académico… y de repente tenés que encontrar las palabras para conectar con cualquier persona, no importa su formación. Es mi pasión. Esa suerte de traductor. —¿Por qué es importante acercar la ciencia a la vida cotidiana? —La ciencia, sobre todo en temas como el cerebro y las emociones, tiene un impacto directo en cómo vivimos. Es democrática, no “eso es solo para los expertos”. El desafío es cómo comunicarla y con qué elementos o formatos para que la gente pueda aprender divirtiéndose, riéndose de sí misma y moviendo su cuerpo. En la charla LÍMBICO el público recibe herramientas concretas para experimentar el cambio en su vida diaria (EB) —¿Qué busca generar en el público cuando da una charla como LÍMBICO? —Que se vayan con una idea concreta, una herramienta para probar. Que pasen de la teoría a la práctica, siempre siendo muy honesto de que no se trata de terapia, aunque a veces se parezca demasiado. Si la neurociencia no sirve para aliviar una preocupación, para destrabar una emoción, me parece que se queda a mitad de camino. Trabajo y le hablo a impacientes, no a pacientes. Esto último es para psicólogos, psiquiatras, neurólogos, etc. —¿Encuentra resistencias al comunicar ciencia fuera del ámbito académico? —Sí, claro. Pero también es un lindo desafío. Hay que bajar la teoría al cuerpo, a lo que sentimos todos los días. Cuando la gente se da cuenta de que la ciencia puede ser cercana, se entusiasman. No es mi misión convencer a nadie y ni bajar líneas del tipo ”hay que” o “tenés que”. Yo cuento lo que estudié, probé en otros y conmigo mismo. Y, cuando cuento algo que desde mi saber todavía no tiene evidencia científica, pero si empírica, lo aclaro. Ser honesto es LA actitud cuando estás en un escenario o tenés un micrófono en la mano Nuevos proyectos: Música y creatividad como herramientas de cambio Además de su labor divulgativa, Estanislao Bachrach explora nuevas formas de comunicar y conectar con el público, abriéndose tanto a la creatividad como a nuevas disciplinas. El próximo lanzamiento de su disco marca un cruce inédito entre neurociencia, música y bienestar. —¿Cómo nació la idea de grabar un disco siendo científico de formación? —Siempre fui muy curioso. Me interesaba saber si se podían mezclar los lenguajes, unir la emoción de la música con lo que sabemos sobre el cerebro y sus diferentes ondas eléctricas. Y encontré que sí, que había un puente posible. —¿Qué busca transmitir con las canciones que forman parte de este proyecto? —No es solo un disco para escuchar. Es una invitación a sentir, a probar algo distinto en el cuerpo y la mente. Obvio que yo no compuse los tracks, sino que fue el reconocido compositor, productor musical y creador de contenidos audiovisuales Sebastián Mellino, junto a Pablo Correa, de su equipo; yo solo dirigí la parte científica. Los tracks están diseñados para estimular distintos estados mentales a través de frecuencias cerebrales. El contenido audiovisual explicará, desde la música y la neurociencia, cómo funciona esta experiencia sonora. Cada pieza fue compuesta y producida para Inducir un estado mental medible (alfa, beta, theta, delta y gamma), integrando instrumentos acústicos y electrónicos afinados a frecuencias específicas, distribuidos estratégicamente en los espacios sonoros, con armonías específicas que generan el contexto ideal para expandir emociones concretas. La gente que disfrute el disco vivirá una experiencia inmersiva, no solo para escuchar, sino para sentir y transformar su estado interno. Music FUNcional, asi se llama, es una herramienta de bienestar emocional con el respaldo del conocimiento y el poder del arte. —¿La creatividad tiene un lugar central en tu concepción de la ciencia? —Totalmente. Siempre repito: la creatividad no es solo para el arte. Es una capacidad cerebral que podemos entrenar y aplicar a cualquier dimensión de la vida, incluido el trabajo o las relaciones. —¿Cómo reacciona el público cuando se cruza ciencia con arte? —Al principio hay sorpresa. Pero después se genera una conexión rápida, porque la música mueve emociones que a veces la palabra no logra. Eso habilita conversaciones profundas sobre el cambio y el bienestar. Estanislao Bachrach explora cómo la música puede movilizar emociones y potenciar el aprendizaje (EB) El deporte como laboratorio emocional En su trabajo con deportistas y entrenadores de alto rendimiento, EstanislaoBachrach pone el foco en la gestión emocional del estrés, el autodiálogo, las visualizaciones, la mejora del foco y la concentración, y la aplicación práctica de la neurociencia y la biología en contextos de exigencia máxima. Durante la entrevista, expresó cómo estas experiencias le permiten observar, en tiempo real, los mecanismos internos del cambio, la presión y el estrés. —¿Qué le atrae de trabajar con deportistas de alto rendimiento? —Son contextos extremos, donde los márgenes de error son mínimos y la emoción siempre está a flor de piel. Para mí, es el mejor laboratorio para ver cómo se activa el cerebro en situaciones límite y de cómo podemos autorregularlo. —¿Cuál es el principal desafío emocional que observa en los deportistas? —La tolerancia a la frustración, sin dudas. En el deporte se pierde mucho más de lo que se gana, y la cabeza debe aprender a convivir con la incertidumbre bloqueándonos lo menos posible. Lo llamamos reducir las interferencias mentales que impactan en tu potencial técnico, táctico y físico. —¿Qué herramientas concretas de la neurociencia aplica con ellos? —Muchas veces trabajamos rutinas de visualización, regulación de la respiración para el manejo de la energía, identificación de pensamientos inoportunos y, si es necesario cambiarlos, meditación para fortalecer resiliencia, emociones placenteras y concentración… Son recursos basados en la ciencia que ayudan a recalibrar tu respuesta emocional, por ende, tus comportamientos a la hora de competir y, de esta manera, tu performance —¿Cómo impacta el trabajo mental en el rendimiento deportivo? —El cerebro es el gran director de orquesta, a tu cuerpo lo mueve bien, mal o regular el cerebro. Vi atletas transformar su carrera cuando aprendieron a regular el diálogo interno y usar la emoción como combustible, no como obstáculo. —¿Cuál es la importancia de lo colectivo en el deporte? —Lo colectivo influye muchísimo, sin ninguna duda. La construcción colectiva de un equipo, el manejo de la energía dentro del equipo, el manejo del liderazgo positivo, el sostenerse unos a otros cuando están caídos, la empatía. Cuando laburo con equipos, hay mucho de ese trabajo de “¿qué nos pasa? ¿Qué sentimos? ¿Cómo estamos pensando? ¿Deberíamos cambiar algún proceso?”. La comunicación interna efectiva, en un ámbito de confianza, donde las emociones son validadas entre staff, deportistas y, si se puede, dirigentes, acelera el progreso y la mejora del equipo. La experiencia del nuevo libro Su última obra, denominada ZENSORIALMENTE, marca una nueva etapa en su trayectoria. Profundiza la conexión entre ciencia, sentidos y experiencia cotidiana. Aquí se abordan algunos de los puntos clave del proceso de escritura y los ejes temáticos de la obra. —¿Cómo surgieron las ideas principales del libro? —Toda mi vida me intrigó cómo los sentidos definen nuestra experiencia del mundo y nos condicionan más de lo que pensamos. Sentía que era el momento de abordar eso desde la ciencia, pero también desde la vida diaria. Pero me di cuenta de que era mucho más interesante explorar los sentidos internos -interosentidos-, esos donde las vísceras, órganos y tejidos informan al cerbero “qué está pasando”. Lo que se conoce comúnmente como sensaciones. La idea surgió durante la cuarentena cuando me dije: “mi cuerpo no sólo se dedica a transportar mi cabeza”. Hay mucha inteligencia en el cuerpo que puede ser desarrollada para tomar mejores decisiones y sentirse mejor. La meditación, sin duda, es la herramienta para este desarrollo. —¿Qué diferencia a este libro de sus obras anteriores? —Todos mis libros son una búsqueda personal... Me siento muy racional siendo científico de formación, ¿se puede ser más creativo?: Escribo Ágilmente. No quiero más este trabajo, quiero ser un mejor padre, quiero llevar el arte a las ciencias. ¿Se puede cambiar?: Escribo EnCambio. Me estoy divorciando, mi mamá está enferma, yo me enfermo, mis emociones me superan... escribo: En el limbo. En la pandemia dije: “Mirá, tengo un cuerpo, debe tener un montón de información importante para mi bienestar, no está todo en la cabeza”. Y ahí escribí Zensorialmente, sobre la inteligencia del cuerpo, cómo fortalecerla, para qué sirve, cómo te hace sentir mejor y tomar mejores decisiones. En este libro hay una invitación más directa a experimentar. Propongo ejercicios sencillos, actividades concretas. Busco que el lector sienta, no solo comprenda. Es un libro menos teórico y mucho más práctico. El balance: “Mi propia vida es un laboratorio en movimiento” A modo de conclusión, Estanislao Bachrach señala que todo lo que ha ido construyendo modificó la forma de relacionarse con su entorno: “Cambia la forma de ser padre, de ser pareja, de ser colega, de ser amigo, de ser docente. Yo trato de que no haya una diferencia entre lo que cuento y lo que hago, aunque no siempre es posible”. Se trata de un trabajo muy personal: no cambiar por cambiar, sino poder elegir. “Es tener la oportunidad cada día de entender lo que cada uno quiere y eso empieza en los pequeños gestos, en las emociones que podés construir y que no son las ‘que te tocan ese día’. Mucha gente lo entiende, lo asimila, lo cree, pero no se anima a experimentarlo. Y lo más importante es nunca olvidar de que estar vivo es un milagro y un privilegio”, concluye. El workshop online “La Fórmula del Cambio” se va a realizar el jueves 23 de octubre. En tanto, la charla “LÍMBICO” será el viernes 7 de noviembre a las 20:30 en el Teatro Astral, en la Ciudad de Buenos Aires. Music FUNcional y estará disponible en todas las plataformas a partir del 24 de octubre. Para más información se puede ingresar aquí.

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