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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 14/10/2025 16:58
Expertos alertan sobre los efectos globales en la vacunación tras la remoción del comité asesor en Estados Unidos (Imagen ilustrativa Infobae) La Asociación Panamericana de Infectología (API), la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE) y la Sociedad Latinoamericana de Vacunología (SLV) hicieron público a través de un comunicado su rechazo al reemplazo total de los integrantes del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés), el ente perteneciente a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que asesora y orienta sobre el control eficaz de las enfermedades prevenibles por vacunación. El reemplazo de los integrantes de la ACIP fue implementado en junio de 2025, tras la designación de nuevos miembros cuyas posturas respecto a la seguridad y efectividad de las vacunas han generado inquietud en el sector de salud pública, según las entidades firmantes del comunicado. Según las declaraciones de esas organizaciones científicas obtenidas por Infobae, estas advirtieron que la medida podría debilitar de forma significativa las políticas de inmunización basadas en la evidencia y deteriorar la confianza y la sostenibilidad de los programas vacunales a nivel global. A lo largo del comunicado, las entidades científicas subrayaron que instituciones como el ACIP, el Grupo Técnico Asesor de la Organización Panamericana de la Salud (TAG, OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han servido de referencia internacional para la formulación de estrategias de vacunación, que lograron elevar las coberturas, prevenir brotes y reducir la morbimortalidad por enfermedades prevenibles. El recambio de asesores en salud pública genera inquietud sobre la sostenibilidad de las coberturas vacunales en América Latina (REUTERS/Tami Chappel) En el texto se advierte que alterar repentinamente estos procesos, valorados por su transparencia y carácter participativo, puede minar la confianza ciudadana, generar vacíos en la toma de decisiones clínicas y aumentar el riesgo de retrocesos sanitarios. Las organizaciones destacaron su preocupación frente a acciones que desplacen o reemplacen “de forma abrupta, comités asesores de inmunización con profesionales sin la experiencia ni el compromiso con la ciencia y la salud pública”. También aquellas que “desestimen el consenso científico y las guías internacionales (como por ejemplo la Agenda de inmunización 2030 de la OMS/OPS) como base para la elaboración de calendarios y estrategias de vacunación”, indicó. “El recorte de recursos técnicos y presupuestarios dedicados a programas de inmunización pone en riesgo la continuidad y expansión de las coberturas”, sostuvieron en el documento. La advertencia se extendió a la reducción de presupuesto, como una amenaza para la sostenibilidad de la protección en América Latina. La importancia de la transparencia y la evidencia científica en los programas de inmunización, según sociedades médicas (Imagen Ilustrativa Infobae) De acuerdo con el comunicado difundido por la API, la SLIPE y la SLV, las vacunas representan “la intervención de salud pública con mejor relación costo-beneficio, responsables de evitar millones de muertes y secuelas graves cada año en todo el mundo”. La declaración señaló que debilitar la rigurosidad en la evaluación y la transparencia informativa de la seguridad y eficacia de las vacunas podría exponer a la población a escenarios epidemiológicos comparables a etapas anteriores a la introducción de la vacunación generalizada. En línea con los principios de la Agenda de Inmunización 2030, las organizaciones propusieron la integración de los Comités Nacionales de Asesoramiento en Inmunización (NITAGs) con profesionales reconocidos en epidemiología, vacunología, pediatría, infectología, salud pública, enfermería y otras disciplinas afines, seleccionados por procesos transparentes y exentos de conflictos de interés. También instaron a “asegurar la continuidad en la revisión periódica de la evidencia científica, la monitorización de la seguridad y la efectividad de las vacunas, y la actualización de los calendarios según el contexto epidemiológico regional y global". El documento enfatizó la necesidad de reorientar los sistemas de inmunización para cubrir todas las etapas de la vida. La cooperación regional y la independencia técnica son claves para sostener decisiones informadas en inmunización (Imagen Ilustrativa Infobae) En el caso de la niñez y adolescencia, planteó alcanzar o superar el 90% de cobertura en vacunas esenciales, reducir la proporción de “niños cero dosis” y mejorar la equidad territorial y sociodemográfica. Para mujeres embarazadas, detalló la importancia de garantizar el acceso a vacunas recomendadas como influenza, tosferina (Tdap), COVID-19 y virus respiratorio sincicial, con el objetivo de proteger tanto a la madre como al recién nacido. Este punto cobra relevancia en una región con más de 10 millones de embarazos anuales. Respecto a adultos, instaron a fortalecer programas específicos y campañas sostenibles para refuerzos y esquemas destinados a influenza, neumococo, herpes zóster, virus respiratorio sincicial y COVID-19, adaptados a grupos de riesgo. En términos de infraestructura, la declaración sostuvo que resulta imprescindible incrementar la inversión en la cadena de frío, registros electrónicos y redes de vigilancia de enfermedades inmunoprevenibles, así como en la formación continua de equipos de salud de todas las profesiones vinculadas a la inmunización. El recambio de asesores en salud pública genera inquietud sobre la sostenibilidad de las coberturas vacunales en América Latina (Imagen Ilustrativa Infobae) Destacó también el aumento progresivo del presupuesto para introducir nuevas vacunas y fortalecer coberturas, junto a la promoción de mecanismos de cooperación intergubernamental y alianzas público-privadas alineadas con la estrategia del OPS/OMS, sin comprometer la independencia técnica de los expertos. El rol de la comunicación para la salud Según la posición de la API, la SLIPE y la SLV, la confianza de la sociedad depende de mecanismos comunicacionales sólidos. Estas sociedades científicas recomendaron generar campañas de comunicación adaptadas a la realidad cultural local, enfocadas en desmentir mitos y contrarrestar la desinformación con base en la evidencia científica. Propusieron la publicación transparente de datos de cobertura, seguridad y efectividad, así como la apertura de los procesos de recomendación de vacunas. En un apartado central, las organizaciones científicas firmantes llamaron a fortalecer los sistemas de vigilancia epidemiológica, mejorar la notificación y el análisis de eventos adversos después de la inmunización y fomentar la investigación sobre la efectividad de las vacunas en condiciones reales, su impacto en la carga de enfermedad y su costo-efectividad, con el fin de respaldar la toma de decisiones sanitarias con evidencia regional. En el comunicado también se resaltó la importancia de incorporar la vacunología como materia esencial en los planes de estudio de medicina, enfermería y otras profesiones de la salud, tanto a nivel de grado como de posgrado y en la educación continua de especialistas en pediatría, medicina interna, ginecología y obstetricia, geriatría y áreas relacionadas. Los programas de vacunación requieren inversión en infraestructura y formación continua para enfrentar amenazas sanitarias (AP Foto/Lindsey Wasson) Invitó, asimismo, a promover la realización de foros, talleres y congresos nacionales y regionales, tanto presenciales como virtuales, enfocados en actualización sobre nuevas vacunas, tecnologías de inmunización y estrategias de implementación. La declaración concluyó con un llamado dirigido a los gobiernos, organizaciones de salud y sociedad civil de Latinoamérica para defender la independencia y fortaleza de los comités asesores, incrementar y asignar recursos adecuados para cubrir con vacunación a todos los grupos etarios, sostener una toma de decisiones basada en la mejor evidencia científica y apoyar, de forma conjunta, acciones para combatir la desinformación y robustecer la confianza social en los esquemas de vacunación. “Sin sistemas de inmunización robustos y decisiones informadas por la ciencia, existe el riesgo de nuevos brotes y retrocesos en salud pública, mientras que un sistema fortalecido permite reducir la mortalidad y asegurar sociedades más resilientes”, señalaron en el documento la API, la SLIPE y la SLV.
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