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  • Tras unos meses en libertad, murió la elefanta Pupy

    » Elterritorio

    Fecha: 12/10/2025 03:56

    El animal había pasado por las rutas de Misiones antes de atravesar la frontera rumbo a su nuevo hogar. sábado 11 de octubre de 2025 | 15:31hs. El ejemplar había vivido 32 años en cautiverio en el Ecoparque de Buenos Aires. La elefanta Pupy, que había sido trasladada en abril desde el Ecoparque de Buenos Aires hasta el santuario de elefantes en Mato Grosso, Brasil, murió hoy en ese país vecino tras descompensarse. El animal había pasado por las rutas de Misiones antes de atravesar la frontera rumbo a su nuevo hogar. “Con el corazón más pesado compartimos la noticia de que Pupy falleció anoche”, contaron desde el santuario donde vivía. Pupy tenía 35 años, de los cuales 32 había estado en cautiverio en ese centro porteño. “En los últimos días, ella había estado experimentando episodios intermitentes de molestias gastrointestinales. Pupy ya tenía un historial de cólicos, así que sabíamos que esto podía pasar. Incluso en los días en que era más exigente con la comida, seguía alimentándose a sí misma, y habíamos encontrado una combinación de medicamentos que parecían hacerla sentir cómoda”, contaron los especialistas que la atendieron en sus últimos días. “Ayer, al evacuar, Pupy expulsó alrededor de 1.5 kg de rocas oscuras, que no son típicas de la región. Después de eso, todo cambió: ella se volvió más débil, más alejada de los humanos y con un comportamiento diferente. Seguimos cuidándola durante todo el día, y por la noche durante su última alimentación, nos dimos cuenta que era inestable en sus patas”, dijeron. Luego de eso colapsó, no volvió a ponerse en pie hasta que falleció sin que nada pudiera hacer el personal médico. Luego reflexionaron: “Esta es una de las partes más difíciles de vivir en un santuario. Aceptamos elefantes mayores, que han vivido durante décadas sin comida adecuada, atención médica o tratamiento para sus patas. Esperamos que el santuario y la atención individualizada puedan curar algunas de estas heridas y ofrecerles algo de la vida que les arrebataron cuando eran cachorros. Pero sabemos que los efectos del cautiverio son profundos y a veces irreversibles”. “Aunque su tiempo en el santuario fue corto, Pupy se fue rodeado de amor, libertad y cuidado, y eso es algo que ninguna ausencia puede borrar”, finalizaron.

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