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  • "¡Somos los trinitarios y venimos a por los pencos!" | Juicio a un pandillero por machetear a tres jóvenes en una discoteca de Madrid

    » Diario Cordoba

    Fecha: 10/10/2025 14:41

    Tres jóvenes que salían de la discoteca Fénix de Carabanchel, en Madrid, fueron atacados a machetazos por cuatro encapuchados que gritaron "¡Patria!" y proclamaron ser "trinitarios", mientras las víctimas, que no pertenecían a ninguna banda, trataban de escapar la madrugada del 28 de diciembre de 2023. Uno de los heridos quedó tendido en el suelo con cortes tan profundos que el policía que lo atendió ha declarado en el juicio celebrado en la Audiencia de Madrid contra uno de los pandilleros, que "podía ver el pulmón bombear a través de la herida abierta de la espada". La Policía logró identificar a dos de los atancantes, viejos conocidos de los agentes por su pertenecia a la banda de los Trinitarios. Uno de ellos, Eric J. M., un joven ecuatoriano de 23 años, es el único que se ha sentado finalmente ante el tribunal de la Audiencia de Madrid después de que otro de los arrestados haya llegado a un acuerdo con el fiscal. Eric se enfrenta a 24 años de cárcel por tres intentos de asesinato y pertenencia a organización criminal, tras haber sido reconocido por testigos y después de que la policía lo detuviera con sangre en la ropa la misma noche del ataque. Sin embargo, ha defendido su inocencia ante el juez, diciendo que se ha "visto involucrado en esto por salir a tomar unas copas". "¡Patria!" La noche del ataque, el acusado se abalanzó, junto a otros tres jóvenes sobre las víctimas al grito de "¡Patria!" y "¡Somos los trinitarios y venimos a por los pencos!", tal y como han relatado las víctimas y testigos que presenciaron los hechos. Son, como ha quedado acreditado en el juicio, consignas típicas que utilizan los miembros de la banda de los Trinitarios contra los Dominican Don’t Play, organización rival. Sin embargo, los investigadores descubrieron que, en esta ocasion, las víctimas no pertenecían a ninguna banda. Las pesquisas apuntan a que los autores de la agresión pudieron equivocarse de víctima o bien pudo tratarse de un ataque "de provocación", es decir, que el objetivo de los pandilleros fuera simplemente "mostrar poderío" ante la banda rival en su territorio —ya que era un lugar de ocio de referencia para los DDP—. Identificado 10 veces Según ha podido saber este medio, el acusado llegó a España con 15 años y es vecino del distrito madrileño de Villaverde. Era conocido por la policía por frecuentar círculos de los trinitarios. De hecho, uno de los agentes del operativo contra las organizaciones criminales juveniles lo identificó como un "miembro probado de la banda [de los Trinitarios]". Había sido identificado al menos diez veces desde 2020, tal y como han corroborado los agentes a lo largo del juicio. Algunas de ellas el joven estaba junto a cabecillas de la banda 'Trinitarios'. Antecedentes violentos En noviembre de 2020 una patrulla le retiró una navaja tras cachearle por tener una conducta sospechosa. En enero de 2021 fue identificado con un grupo de cuatro jóvenes que, al percatarse de la presencia policial, escondieron una pistola de aire comprimido en unos arbustos de un parque de Villaverde. En noviembre de ese mismo año se le incautó un machete de 47 centímetros tras una reyerta entre bandas, aunque el acusado declaró que el arma pertenecía a "los atacantes", que "habían intentado robarle" y "al huir se les cayó". A comienzos de abril de 2022 se le identificó junto a un grupo de jóvenes que habían escondido dos cuchillos entre los arbustos de un parque de Villaverde. Además, ese mismo mes, la policía le atribuye el apuñalamiento de varias personas en la estación de metro de Nuevos Ministerios. En casa de su novia El antecedente más grave ocurrió el 23 de noviembre de 2023. En una 'caida', como se denomina al ataque organizado de una banda latina a otra, donde el acusado acuchilló la cara a otro joven, relacionado con los círculos de la banda 'Dominican Don't Play. La víctima reconoció a su agresor por haber sido compañero de clase en un ciclo de formación años antes. Por ese hecho el acusado estuvo en prisión provisional nueve meses y será juzgado en octubre de este año. Cuando la policía detuvo al joven ecuatoriano este se encontraba nervioso, con las pulsaciones altas. Sin embargo, aseguró que "venía de dormir de su casa". Posteriormente cambió su versión y dijo que "venía de dormir de casa de su novia". No obstante, en su mano izquierda tenía el sello de la discoteca donde tuvo lugar la agresión y en la derecha presentaba una herida. Además, las peritos forenses han explicado en el juicio que en la manga derecha del abrigo tenía restos de sangre, así como en la espalda. Pruebas de ADN Las pruebas de ADN realizadas constatan que la sangre encontrada en el abrigo de Eric es de origen humano, aunque, por la mala calidad de las muestras, no se ha podido determinar que pertenezca a las víctimas. Tras la agresión, el registro telefónico del movil del acusado refleja que realizó una llamada y recibió otra, de 36 y 29 segundos respectivamente. Según los agentes de la policía, la persona con la que habló era, O. E. H., otro "miembro probado trinitario". Las llamadas se realizaron en el lugar de los hechos, tal y como refleja el registro de una antena cercana. Recién salido de prisión Eric alega que esa noche acudió solo a la discoteca. "Llevaba solo dos meses y medio en la calle, después de estar nueve meses en prisión. Solo salía con mi novia, pero ese día estaba cansada porque había vuelto de viaje. Yo tenía ganas de salir". Uno de los porteros del local lo reconoce como cliente habitual. Según el acusado, llegó a la discoteca a la una de la madrugada y permaneció allí hasta que finalizó la agresión, "más o menos hacia las seis". Asegura que no vio la agresión porque "solo estuve dentro con unos 'parceritos' hablando"; aunque no es capaz de recordar el nombre de ninguno porque "se estaban conociendo". Agitado El acusado justifica que el estado de agitación en el que se encontraba —cuando lo paran los agentes— se debe "a las prisas para coger el autobús a su casa". Sin embargo, en el juicio "no recuerda qué linea (de autobús) era". Ante el juez, el acusado dijo que llamó por teléfono a su amigo porque había hablado con la novia de este en la discoteca y quería asegurarse de que se encontraba bien, ya que no tenía el contacto de la chica. Según el acusado, él "no era conocedor de lo que sus relaciones hacían en su vida cotidiana", respondiendo a si conocía que O. E. H. —y el resto de miembros con quien él ha sido identificado varias veces— era parte de una banda latina. A pesar de declarar que había conocido a O. E. H. en el trabajo, no recuerda el nombre de la empresa con la que presuntamente ambos tenían una relación laboral . Encapuchados A pesar de que en el lugar del crimen se encontraban otros miembros de la banda de los trinitarios, no los han podido relacionar directamente con la agresión, pues las fotos subidas a redes sociales y el relato de los testigos solo los sitúan en el interior del local. Uno de ellos, K. A. J., fue detenido por colaborar en el ataque, aunque finalmente solo ha sido condenado por pertenecencia a organización criminal. Para Eric la fiscalía ha elevado la solicitud de la pena a 24 años, de los 13 y medio que pidió al inicio del procedimiento. El Ministerio Público considera que el acusado cometió tres delitos de asesinato en grado de tentativa, no solo delitos de lesiones. Tiene en cuenta "la indefensión total de las víctimas, a quienes se les pilló por sorpresa y sin mediar palabra". El fiscal contempla además una agravante por el hecho de que los agresores fueran encapuchados.

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