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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 10/10/2025 02:46
Leo Montero - Te recomiendo un libro En un nuevo episodio de #TeRecomiendoUnLibro, Leo Montero abre su biblioteca más personal para hablar de un autor que lo marcó para siempre: Eduardo Galeano. Muestra un ejemplar gastado de El libro de los abrazos, con las esquinas dobladas y las páginas amarillentas. “Está desgastadito porque tiene, no sé, 30 años este libro. Y viste que los libros gastados tienen lo suyo. Por eso lo elegí para hoy”, cuenta sonriendo. Leo recuerda que el libro llegó a sus manos gracias a su prima Josi, de Carlos Paz. Fue un regalo que, sin saberlo, le cambiaría la manera de leer y de mirar el mundo. “Fue el primer libro que vi de Eduardo Galeano. A partir de ahí me hice fanático y empecé a comprar todos”, confiesa. Tenía poco más de veinte años, recién comenzaba su carrera en televisión y, como él mismo dice, todavía estaba formándose como persona y como profesional. “Ella me lo acercó, me dijo ‘te lo regalo’, y ahí descubrí quién era Galeano, qué hacía, cómo escribía. Fue un antes y un después.” El libro de los abrazos está compuesto por pequeños relatos, en los que Galeano combina la poesía, la política, la crítica social y el amor. “Son cuentos cortitos, con una simpleza y una profundidad bien rioplatense que solo él pudo tener y esbozar”, explica Leo. El conductor asegura que la clave del encanto de Galeano está en su capacidad de decir mucho con pocas palabras. “Tiene textos que son de dos renglones y te dejan pensando toda la noche. Ese es su secreto: son cosas cortitas y contundentes.” Esa forma directa, sencilla y humana de escribir lo conquistó desde la primera lectura. “No usa palabras difíciles en vano. Te la hace simple, es muy callejero y a la vez súper profundo. En dos líneas te dice algo que te deja pensando”, afirma. Cuando le preguntan por qué lo recomienda, Leo no duda ni un segundo: “Debería ser obligatorio leer a Galeano. Si hablás en español y sos del Río de la Plata o de Latinoamérica, tenés que leerlo. Aunque sea un cuento, una frase, algo.” Leo Montero sostiene: "Debería ser obligatorio leer a Galeano" (Crédito: Gastón Taylor) Y agrega con convicción: “Me parece extraordinario. Es imposible que alguien lea a Galeano y no se le mueva algo adentro. No te pasa desapercibido nunca.” Aunque ha leído a Shakespeare, Borges, Sabato y Lorca, confiesa que Galeano ocupa un lugar distinto en su corazón de lector. “No sé si sería otro sin haberlo leído, pero sí soy un tipo que tiene mucho Galeano encima”, resume. Durante la entrevista, Leo abre su viejo ejemplar y comparte uno de sus fragmentos favoritos, del cuento Teología uno. En él, Galeano cuestiona los dogmas religiosos con ironía y profundidad: “Yo bien sé que el pecado carnal está mal visto en el alto cielo, pero sospecho que Dios condena lo que ignora.” Leo se detiene unos segundos antes de reflexionar: “Es espectacular. Te deja pensando. Habla de la religión, del deseo, de lo humano, y lo hace con humor, con sutileza. En dos líneas te da vuelta el cerebro.” Para él, esa es otra de las virtudes del autor uruguayo: su capacidad para desafiar creencias sin imponer nada, solo con una frase que abre el debate. En una segunda parte del video, Leo comparte otro de los textos que más lo marcaron: El miedo, un relato breve en el que Galeano cuenta la historia de un conejillo de Indias que, incluso con la jaula abierta, no se atreve a salir. “Lo encontré tal como lo había dejado, pegado a los barrotes, temblando del susto de la libertad.” Leo lo lee con emoción y confiesa que se sintió identificado: “Me mata. No sé si tenemos miedo al miedo o miedo a la libertad.” A más de treinta años de haberlo leído por primera vez, Leo sigue abriendo el mismo ejemplar de El libro de los abrazos cada tanto, como quien visita a un viejo amigo. “Lo abrís en cualquier página y algo te toca. Tiene magia, te acompaña en cualquier momento de la vida.” En tiempos en los que la inmediatez manda, él reivindica la pausa y la profundidad de Galeano. “En dos renglones te enseña más que muchos libros enteros.” Y cierra con una sonrisa: “Debería ser obligatorio leer a Galeano. Te hace mejor persona, aunque no te des cuenta.”
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